Pokemon IV: La Cueva de Umbreon

Capítulo II

    Creo que dormí durante gran parte del viaje.

     De pronto siento un frío infernal que me despierta de golpe. El sobresalto es tal que doy un salto en mi asiento. Seguimos en el helicóptero. ¿Cómo fue que pude dormir con el sonido de esas malditas hélices?

     ¡Hace demasiado frío! ¡Necesito un abrigo!

     — ¿Cómo puedes dormir tanto?  —se queja Sheryl, escucho su voz por el comunicador.

     —Bueno, necesito reponer mis energías —le respondo.

     —Por todos los cielos, ¿reponer tus energías?  —sigue quejándose ella.

     —No está tan mal que duerma —interviene James—. De no ser por eso, no habríamos conseguido un bocadillo para el viaje.

     Me guiña un ojo y señala lo que hay en su regazo.

     Un momento…

     ¡Es el recipiente de la ensalada de frutas que Lucario me había guardado!

     ¡Y ahora está vacío!

     — ¿Cuánto falta para llegar?  —pregunto hundiéndome en mi asiento.

     —Aún falta un buen tramo —responde James—. Pero comienza a enfriar, debemos estarnos acercando.

     —Muero de frío —le digo—. ¿Cómo haremos para sobrevivir ahí?

     —Creo que lo que más debería importarnos es llegar con vida —dice Sheryl pensativa.

     Skyler, Mewtwo y Harumi parecen ajenos a nuestra conversación. Mewtwo parece estar tomando una siesta. Es tan lindo cuando está dormido, quisiera abrazarlo.

     Un momento, ¿qué fue lo que Sheryl dijo?

     — ¿De qué hablas?  —le pregunta James frunciendo el entrecejo.

     —Bueno, sólo hace falta recordar un poco nuestras aventuras pasadas —responde Sheryl—. ¿Ya lo olvidaron? Cuando atrapamos a Flareon, había un asentamiento de la Elite en esa isla. Cuando fuimos por Lucario, fue lo mismo. La Elite siempre estaba cerca de ellos.

     Creí que ya habíamos terminado con esto. Ya todos sabemos que la Elite nos estuvo engañando, ¿es necesario seguir con esto?

     —Eso significa que… —dice James—. En la Isla de Mewtwo…

     — ¿No vieron nada cuando estuvieron ahí?  —Pregunta Sheryl en voz baja—. ¿Algún lugar donde los miembros de la Elite pudieran estar viviendo?

     —Lo más cercano era…

     Lo más cercano era la mansión de Harumi.

     Los tres nos miramos esbozando las mismas expresiones de desconcierto.

     ¿Qué tal si Harumi…?

     No, no puede ser.

     Es imposible.

     —Me parece imposible que ella esté intentando traicionarnos —dice Diamond.

     —Puedo escucharlos —responde Harumi un poco ofendida.

     Sí, no ha sido la mejor estrategia tocar estos temas estando en el helicóptero.

     Pero, podría ser…

     —Retomando el tema inicial… —dice Sheryl encogiéndose de hombros—. Es posible que haya miembros de la Elite esperándonos.

     —No saldríamos vivos si eso sucediera —dice James—. Nuestros Pokemon no están preparados para sobrevivir en condiciones tan extremas.

     — ¿Qué no sería útil tener algunos Pokemon de Tipo Fuego?  —pregunto angustiada, sólo puedo pensar en el riesgo que podrían correr mis Pokemon.

     —Es posible que lo hagan pero… Si el frío es demasiado extremo, entonces… —dice Sheryl pensativa—. No estoy segura.

     —Pero, si no fuera así entonces…

     —No nos preocupemos por esos temas antes de tiempo —dice James—. Nos falta todavía un buen tramo para llegar.

     —Moriremos de frío si no conseguimos abrigo pronto —dice Sheryl—. Moriremos de hambre si no conseguimos provisiones…

     — ¿Siempre tienes que ser tan negativa?  —reclama James exasperado.

     —Sólo estoy siendo realista —responde Sheryl—. Quizá no era tan mala idea seguir las órdenes de la Elite. Al menos nos daban refugio, comida, dinero…

     —Todas nuestras cosas… Nuestro equipaje, todo —les digo de golpe—. ¿Lo perdimos?

     —Es posible que ya haya sido destruido —responde James—. Es una pena, me habría encantado seguir tomando fotografías con esa cámara que tenías, Perla.

     Las fotografías…

     Recuerdo que la intención era guardar bellos recuerdos de nuestra aventura…

     Pero, después de todo lo que hemos vivido… Creo que preferiría no volver a recordar nada de esto.

     —Está sobrevolando espacio aéreo restringido. Aterrice ahora o será derribado.

     ¿Qué es esa voz?

     —Mierda… —dice Harumi entre dientes.

     — ¿Puedes hacer algo?  —le pregunta Skyler angustiada.

     —Está sobrevolando espacio aéreo restringido. Tenemos autorización para atacar.

     Es la Elite. Nos ha encontrado.

     Y entonces se escuchan las detonaciones de los lanzamisiles que se dirigen hacia nosotros.