Abro los ojos después de lo que parece ser una eternidad. Lo último que recuerdo es haber caído cuando se abrió el suelo bajo nuestros pies. Me duele todo el cuerpo y siento la sangre correr por el lado izquierdo de mi cabeza.
— ¿Hay alguien?
No hay respuesta.
Lo único que veo frente a mi es una puerta enmarcada por dos antorchas que salen de la pared. Avanzo y abro la puerta. Suelta un rechinido y una capa de polvo se desprende de los goznes.
Entro a una nueva habitación que es totalmente de color negro. La puerta se cierra detrás de mí y desaparece.
¿Dónde diablos estoy?
—Onyx Fox…
¿De dónde sale esa voz?
— ¿Quién eres?
Como respuesta, algo me da un puñetazo en el rostro y me derriba. Intento tomar una Pokebola pero siento como si dos manos se cerraran sobre mis muñecas para levantarme del suelo. Una tercera mano me toma por el cuello y tira de él de tal forma que termino con la espalda arqueada.
¿Qué diablos está pasando?
—No mereces vivir…
¿De quién es esa voz?
Intento hablar pero la mano que sujeta mi cuello me lo impide.
— ¿Pensaste que tus acciones no tendrían consecuencias? ¿Creíste que saldrías impune luego de todo lo que has hecho?
Veo aparecer a una gigantesca nube de humo negro sin forma. Resalta un par de ojos de color rojo que me miran fijamente.
— ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Creíste que por volver a aparecer obtendrías el perdón de tus amigos? Debes pagar por todos tus crímenes, no puedes quedarte tan tranquilo luego de todo lo que ha pasado. Sé que tu consciencia está intranquila y eso se debe a que no has ofrecido disculpas sinceras. ¿Cómo van a perdonarte los otros si sólo te quedas callado? ¿Es que tu orgullo es tan grande que no quieres ceder al menos un poco por ellos?
Las manos me sueltan y caigo al suelo con violencia. Toso un poco y consigo articular algunas palabras.
— ¿Quién te crees que eres…?
Como respuesta, una ráfaga de viento me golpea y me hace girar en el suelo.
— ¡Cállate!
Algo me toma por la nuca y me obliga a mantener la cabeza abajo.
—Y pensar que todo esto lo hiciste por envidia…
— ¿Qué…?
—Estabas celoso de que en tu equipo eras el único que no poseía una Pokebola Legendaria. Para ti fue muy duro saber que todos podían enfrentar a los Dioses Legendarios, mientras que tú permanecías oculto. Ajeno a la batalla, como un maldito cobarde.
—Eso… Eso no es…
—Y cuando se te presentó la oportunidad, no la desperdiciaste. Atacaste a esa chica indefensa sin importarte lo mucho que ella anhelaba volver a verte. No eres más que un sucio traidor, Onyx Fox.
—Eso no… No es verdad… Yo no quería…
— ¿Tienes el descaro de llamarme mentiroso?
Las manos invisibles me toman por los hombros para levantarme y me estrellan con fuerza contra el suelo. Escupo sangre.
—El sabiondo Onyx Fox no soporta que alguien más tenga la razón. El poderoso Onyx Fox no soporta cuando alguien más tiene más poder. ¿Tan lejos llegó tu egoísmo que estabas dispuesto a asesinar a esa humana?
¿Humana?
Esa voz…
¿Es Umbreon?
—Toda tu vida has sido un ser patético, Onyx Fox. Lo único que sabes hacer es sabotear a quienes pueden hacer cosas de las que tú jamás serías capaz. Dime, ¿qué sentías cada vez que tu mejor amigo conseguía ganar una batalla? ¿Qué sentías cada vez que luchaban entre ustedes y él terminaba aplastándote como el vil insecto que eres?
¿De qué se trata todo esto?
¿Por qué esa voz sabe tanto sobre mí?
—Por seres como tú es que odio a la raza humana. Eres despreciable y no conoces la lealtad. No mereces el perdón de nadie. ¡No mereces vivir!
Los veo aparecer frente a mí. Forman un círculo a mí al rededor y me señalan con dedos acusadores. Perla, James, Sheryl, Skyler, Jackie, incluso esa chica de ojos rasgados. Todos exclaman una única palabra con voces tan fuertes que taladran mis oídos.
— ¡Traidor! ¡Traidor! ¡Traidor!
Y se inician los golpes. Los puñetazos, las patadas…
Sé que merezco eso y más, sé que soy un sinvergüenza y que ninguna disculpa valdrá la pena. Soy un traidor. Un traidor que se dejó manipular por la Elite. Yo no quería lastimar a Sheryl, no quería en lo que soy ahora.
Ahora…
No soy nada ahora…
Umbreon tiene razón, no soy más que un insecto…
No merezco el perdón de Perla, James, Sheryl o Skyler…
De pronto, todo desaparece. Mi cuerpo está intacto a pesar de la golpiza que acabo de recibir. Y el único sonido que se escucha además de la risa de esa criatura, es mi llanto desesperado.
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Pokemon IV: La Cueva de Umbreon
FanfictionJamás lo había pensado... Jamás se me había ocurrido que ellos pudieran estar traicionándome... ¿Qué si es cierto? ¿Qué si a nosotros también nos han creado memorias falsas? ¿Eso significa que nada de lo que recuerdo es real? ¿Quién soy yo entonces...