Secuestro de Media Noche

Capítulo 9: La salvación

La madre de Lya la abrazaba mientras ella lloraba desconsolada, impactada por lo que hace solo segundos había vivido. La policía la había llevado a casa y dijeron que llegara al día siguiente a la comisaria para darles más detalles y reconocer a unos de los sujetos que por suerte lograron atrapar.

─Gracias al cielo que estas bien.─ repetía su mama una y otra vez.

Lya no podía dejar de pensar en lo cerca que estuvo de ser secuestrada y la perturbaban una y otra vez esos recuerdos horribles.

Lya no pudo dormir esa noche y tampoco su mama pues escuchaba sus pasos al bajar a la cocina una y otra vez. Todo aquello parecía sacado de una película, sin explicación alguna. Lya se sentía como una burla, ¿Por qué le estaban pasando todas estas cosas a ella? Le parecía absurdo pensar que esto le pasara por causa de la casualidad. Lya siendo desde pequeña decidida y valiente, esa noche en medio de la obscuridad se propuso investigar la causa de todo eso, dijeran lo que dijeran, no se iba a detener; pero sabía que ella sola no podría hacer mucho y ya sabía con quien contaba.

─ ¿Acaso estás loca?─dicen al unísono.

─Somos el periódico de la escuela, de LA ESCUELA.

─Pero no creo que eso sea un inconveniente.─ dice Lya tratando de convencer a su equipo.

─Pero nuestro deber es tan solo hablar sobre amores perdido y los secretos de los directores. Y cosas aburridas.

─ ¡Pero nosotros podemos cambiar eso!─ dice golpeado la mesa.

─Oye tranquilízate.

─ ¡No! Acaso están dispuestos a permitir más esto, ¿no quieren vengar a Karen, no creen que los estudiantes tenemos derecho a saber el peligro al que estamos expuestos?

El salón permaneció en silencio.

─Pues si es así, creo que podríamos ayudarte. Solo dinos que hacer.

Todo queda a obscuras.

─ ¡Enserio!

Todos tratan de salir del salón para ver qué ocurre, todos los pasillos están en plena obscuridad y en silencio.

─ Pero si el conserje sabía que hoy teníamos reunión.─ reclama Fernando.

─Sht, silencio escuchen.─ dice Alex

Se escuchaba un movimiento extraño en el primer piso, que se iba acercando como subiendo las gradas.

─Corran larguémonos de aquí.─ dice Lya rápidamente

Todos corrieron lo más rápido que pudieron sin hacer ruido, hacia la clase del fondo del corredor donde estaban las gradas contra incendios.

Todos bajaron las gradas rápidamente y se alejaron de la escuela lo más rápido que pudieron sin darse cuenta que un auto azul los observaba del otro lado de la calle.