Habían pasado dos días desde aquel horrible suceso, el cual había sumido a la ciudad en un gran temor, ya nadie salía a las calles ya nada era igual. La escuela había duplicado la seguridad y el horario de clases se redujo uno hora. Ya casi nadie llegaba a clases y muchos de los clubes de la escuela dejaron de reunirse; los criminales habían logrado su objetivo, habían arruinado la paz de una ciudad entera. Pero todo esto no fue obstáculo para que Lya fuera a visitar a Karen y Anthony al hospital cada día después de la escuela, de hecho guiada por su mente positiva creía que aquel cambio de horario le daba una hora más para estar con sus amigos.
Ese día en especial Lya se sentía animada por ir a ver a Karen y Anthony pues tenía muchas cosas que contarles incluyendo lo del incidente. Al salir de la clase de Geografía y tras hablar un momento con Fernando (pues desde aquel día en su casa se volvieron inseparables) se dirigió al hospital.
─ ¡Hola!
─ Viniste.─ dice Karen mientras Lya la abraza en la camilla.
Lya pudo notar que Karen se recuperaba rápidamente, su alegría podía reflejar lo bien que se sentía; obviamente Lya supuso que se debía a las muchas visitas que recibía y a todo el amor que recibía de sus padres. Al contrario no podía decir lo mismo de Anthony quien parecía no haber avanzado, incluso parecía peor que antes, Lya nunca se había dado cuenta de lo triste que se miraba su habitación del hospital, definitivamente nadie lo visitaba.
─ ¡Hola!─ dijo tratando de hablar lo más feliz posible, pues su situación le causaba pesar.
Anthony contesto con una sonrisa triste.
─ ¿Cómo te sientes, listo para correr una maratón?
Lya logro sacar una pequeña risa.
A Lya le preocupaba cada vez más la actitud triste que mostraba. Trato de animarlo hablando sobre cualquier tema que se le ocurriera pero no tuvo mucho resultado.
─ Gracias Lya por tratar de hacerme sentir mejor, pero necesito desahogarme y te suplico que me escuches.
─ Claro.─ dice Lya sorprendida por el repentino cambio.
─ Mama murió cuando yo tenía 10 años gracias a una equivocación de un pandillero disparo a mi madre creyendo que era otra persona, su familia nunca nos quiso a papá y a mí. Nos quedamos solos. Los padres de mi papá vivían en otra ciudad lejana y mi padre no quiso molestarlos pues ya eran muy ancianos. Mi vida cambio rápidamente, la muerte de mamá le afecto demasiado; perdió su trabajo, comenzó a gastar el dinero en alcohol pasamos de vivir en el barrio rico a vivir aquí en tan solo dos meses, mi padre ya ni siquiera me prestaba atención y comenzó a comportarse extraño como si algo lo empujara a ser violento. Perdí a todos mis amigos, pues a quien le interesa un amigo que no te pueda invitar a comer un helado.
─ ¡Aj! Eso es ridículo.
─ Bienvenida al mundo. En fin mi padre hace algunos años ha estado comportándose de forma extraña y me preocupa que esté haciendo algo estúpido. Sabes nunca me importo el dinero, lo único que siempre quise es que mi padre me haga caso que todo sea como antes. Pero creo que es algo imposible, cada vez lo veo más segado por el odio.─ dice con ojos llorosos
Lya nunca lo había visto así, pero ahora sentía más cariño hacia él y por fin entendía su actitud. Lya le toma la mano.
─ ¿Y quién es tu papá? No me respondas si no quieres.
─ Pues........
En ese instante un hombre alto, corpulento, piel morena y pelo negro que entro bruscamente en la habitación y se detuvo en seco. Rápidamente escondió su cara en su abrigo negro y se fue rápidamente.
Lya quedo petrificada, sus manos comenzaron a sudar y un temor se apodero de ella.
─ Es el, él es mi padre pero no sé porque se comportó así.─ dice secándose las lágrimas.─ ¿Oye estas bien?
Lya no respondió. Era el mismo sujeto que la perseguía y la había intentado secuestrar unos días antes.
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Secuestro de Media Noche
Mystery / ThrillerLos ataques de una banda criminal terminaran con la paz de la ciudad. Lya y el club de periodismo de su escuela intentaran desenmascarar sus oscuros secretos. Todos los derechos Reservados.