Las sirenas de las ambulancias no dejan de sonar, y los gritos de dolor son insoportables. Lya solo observa a las personas que corren desconsoladas a encontrarse con sus familiares o los cuerpos que salen cubiertos con mantas por las puertas, mientras espera sentada que una enfermera le trate las heridas de la cabeza que, no resultaron ser graves. Es mas de lo que puede soportar, nunca se imaginó en una escena similar; el dolor físico era lo de menos la impotencia se apoderaba de su cuerpo y los recuerdos destrozaban su mente, era como si algo dentro de ella hubiera explotado, cada centímetro de su cuerpo era atormentado con punzadas de dolor. ¿Acaso esa gente, esos asesinos no tenían sentimientos? Una lagrima silenciosa se deslizo por su mejilla mientras la enfermera se alejaba para atender a alguien más.
― ¿Lya? ―una voz se alzo entre el bullicio y los llantos.
Lya busco con la mirada el lugar del que procedía, inmediatamente se levanto con mas dificultad de la que hubiera querido pues aún seguía mareada y el dolor era insoportable, pero decidió correr lo mas aprisa que sus piernas le permitían, abriéndose paso en la multitud. Ahí estaba él, sin pensarlo corrió hacia sus brazos, mientras las lágrimas salían a chorros por sus ojos era un sentimiento que nunca había experimentado, ahora que estaba entre sus brazos nada importaba el dolor y el odio se disiparon, el verlo de pie el saber que estaba bien llenaba todo el vacío de su alma y de su mente confundida, por más difícil que resultaba de creer Fernando estaba ahí estrechándola contra su pecho.
―Estas bien―. Dice Fernando en un susurro mientras toma su rostro entre sus manos; Lya observa como dos lagrimas caen por su rostro, sin pensarlo ella también toma su rostro entre sus manos y limpia sus lágrimas con suavidad.
―Si, estoy bien
―Por un momento pensé en lo peor y..........
―Tranquilo, todo esta bien ya no pienses mas en eso, ya me tienes aquí.
Fernando la abrazo con tal suavidad que Lya pensó que colapsaría, ese simple acto de ternura hizo que Lya lo quisiera aun más. El solo hecho de pensar en todo lo que había sufrido por ella hacia que todas sus defensas sucumbieran, por fin después de tanto tiempo estaba segura de que lo que sentía era amor.
― ¿Dime donde estuviste todo este tiempo?
― Solo trate de sobrevivir, la verdad ni siquiera recuerdo que fue lo que paso exactamente―. Agita la cabeza como tratando recordar―. De hecho...creo que sabía que algo iba a pasar hoy.
Fernando la observa confundido.
―Hace tan solo unos días cuando llegaron a quebrar mi ventana en la noche, la roca con la que lo hicieron tenia una nota. Realmente nunca supe que quería decir, pero ahora lo sé, fui una tonta al no hablar de esto antes, pero tenía miedo no quería formar suposiciones absurdas.
Lya comienza a buscar entre las bolsas de sus pantalones la nota, pero sin éxito, un sudor frío le recorrió la espalda era acaso que la había dejado tirada en su casa o peor aún en la escuela.
― ¡Lya! ―su madre iba corriendo hacia ella al borde de la histeria. ―Qué bueno que te he encontrado. ¿Qué paso? ¿Estás bien?
―Si, si mamá estoy bien―. contesta tratando de no aparentar dolor al ser destripada entre los brazos de su mamá.
―Lya se que es algo apresurado y sé que no debería estar preguntando, pero encontré esto ¿Es tuyo?
Lya se quedo petrificada al ver la nota arrugada, su mamá estaba relacionando aquel acontecimiento con esa nota, sospechaba algo estaba claro. Lya trago saliva.
―Mamá...no quiero hablar de eso ahora, no me siento bien.
Estaba claro que quería rebatir, pero decidió no hacerlo.
―Si, tienes razón. Mejor vamos a casa.
No sabia como había logrado librarse de aquella pregunta, pero decidió irse de ahí lo antes posible; mientras volteaba para despedirse de Fernando lo vio ahí parado viendo la escena con una expresión indescifrable y junto a él estaba esa mujer de cabellera negra sonriendo con placer.
Anthony estaba al otro lado de la calle.
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Secuestro de Media Noche
Mystery / ThrillerLos ataques de una banda criminal terminaran con la paz de la ciudad. Lya y el club de periodismo de su escuela intentaran desenmascarar sus oscuros secretos. Todos los derechos Reservados.