Capitulo 13:El Descubrimiento

20 7 6
                                    


La mente de Lya se convirtió en un torbellino de pensamientos y sentimientos que no la dejaban dormir, no podía ni imaginarse el destino que Anthony pudo haber sufrido. Desde aquel día ya nada era igual, le costaba más esfuerzo del común concentrarse en las clases y se sentía cada vez mas asfixiada por el recuerdo de él; no podía dejar de pensar en la mujer que le había provocado tanto daño y por la cual su vida se estaba haciendo tan miserable. Fue hasta esa noche mientras se encontraba llorando con la almohada apretada contra el rostro que sintió un rayo de esperanza al recordar la primera vez que conoció a Anthony, con su mirada picara y sus facciones elegantes que le generaban ganas de darle un puñetazo y arruinar esa perfección, con su sarcasmo y su visión de la vida tan relaja cuando pensó que algo tan perfecto como él no podía dejarlo ir, necesitaba pelear por el y por fin después de varias semana la embrago un sentimiento de animo que la hizo secarse las lagrimas y planear un plan para lograr salvar a la persona que sin conocerla del todo había llegado a querer.

−Hace mucho que no te veía. − dice Fernando un tanto resentido mientras caminan en el jardín de la escuela.

−Si. – responde sin saber que mas decir y manteniendo la cabeza gacha pues sentía como una traicionera. – Perdón......................... es solo que no puedo dejar de pensar en lo sucedido y ..................− dice llorando.

Fernando la abraza.

−No necesito escuchar nada más.

Lya nunca se había sentido tan bien abrazando a alguien, era tan sincero que no pudo evitar sentir algo mas por Fernando, algo que ni siquiera ella sabía que era algo que jamás había experimentado con tanta fuerza algo que no quería que acabara.

−Gracia. – dice Lya con un susurro su oreja era lo único que pudo articular y lo único que se le ocurrió.

−Sabes creo que ya deberías soltarme. – dice con otro susurro.

En contra de su voluntad lo hizo, sintiéndose aturdida por aquel sentimiento.

−Entonces ¿qué era lo que me querías decir? −pregunta Fernando

−Creo que tengo un plan para investigar a la banda de criminales.

Fernando sonríe de oreja a oreja.

−De hecho, ya lo hice.

¿Qué?

−Si cada día después de la escuela, nos reuníamos con el club para investigar mas acerca del padre de Anthony y sobre la mujer del café. No es que hayamos logrado mucho, pero es un avance, sé lo mucho que esto te importa y Anthony también.

Lya volvió a sentir ese sentimiento tan inexplicable, pero decidió ignorarlo.

−Enserio, eres maravilloso.

−Bueno ya se que soy perfecto, pero gracias. − dice Fernando con aire de suficiencia.

Rieron juntos de esa pequeña broma la cual le dio tiempo de fijarse en Fernando, con su piel clara, su pelo castaño claro, sus ojos avellana, sus facciones finas, su rostro definido y su constitución delgada a ella si le parecía perfecto.

−Bueno si quieres puedes venir a mi casa, tendremos otra reunión hoy.

− ¿Y desde cuando tu casa se volvió el sitio de reunión oficial?

−Desde que Karen no esta y desde el día del apagón recuerdas.

Lya estaba parada en la entrada de la escuela viendo como todos salían mientras esperaba ver a Fernando.

− ¡Hola! – dice Alex levantando la mano mientras se abre paso entre la multitud. −Fernando me conto que piensas volver al club.

−Bueno no dije eso, pero si jajajajaj.

Secuestro de Media NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora