Mientras Lya caminaba a la casa de Fernando no podía dejar de cuestionarse la forma en la que había tratado a Anthony, no podía creer lo cruel que había sido aun sabiendo que no era su culpa. La calle estaba tranquila, el cielo despejado y la brisa cálida le daban la oportunidad perfecta para meditar y ordenar sus pensamientos. No sabia si creerle a Anthony, tenia miedo de que fuera una especie de trampa; no podía dejar de pensar en todas las posibilidades, ¿y si realmente era malo y solo aparentaba ser bueno para lograr su objetivo? O ¿tal vez durante todo ese tiempo la banda le había lavado el cerebro? Pero había algo dentro de ella que no la dejaba creer nada de eso, sabia que Anthony era su amigo realmente no lo entendía pues se habían conocido por muy poco tiempo, pero había algo en sus ojos a lo que no te podía resistir, esa sonrisa y sus expresiones infantiles no te dejaban creer que fuera malo.
Lya comenzó a sonreír inconscientemente mientras pensaba en eso y fue ahí donde decidió que no se dejaría guiar por su miedo y confiaría en el Anthony que ella había conocido.
Toco la puerta de la casa volviendo a tener esperanza, cuando le abrieron subió directamente a la habitación donde ya la esperaban Fernando y Karen.
― Sabes estaba a punto de irme―. menciona Karen señalando el reloj.
― ¿Por qué has llegado tarde?
― Perdón, es solo que tenia que poner en orden algunas cosas antes de venir, no imagine que me tomara tanto tiempo―.se excusa mientras toma asiento en el taburete a los pies de la cama. ― ¿Además porque están tan apurados?
― No sé, es solo que no me apetecía salir de casa hoy―. menciona Karen mientras se tira boca arriba en la cama, Lya noto que a Fernando no le agrado mucho aquello, parecía que le gustaban las sabanas bien estiradas.
― Bueno, viniste a contarnos algo ¿Qué es?
― Verán sé que estos últimos días han sido difíciles, pero creo que tengo información sobre otro ataque de la banda―. pudo notar el intercambio de miradas incrédulas que sus amigos hicieron.
― ¿Y porque lo dices?
― Pues fue algo inesperado, el día del homenaje me sentía tan miserable que simplemente no pude evitar sentir odio hacia toda esa gente criminal, así que me escabullí y fui al barrio pobre de la ciudad....
― ¿¡Que hiciste que!?―. Fernando parecía perplejo y enfadado―. Lya, sabes lo peligroso que es eso, no puedes deambular así por el bario pobre y menos a esa hora.
― Tranquilo, pensé que se había dado cuenta....
― Fernando tranquilo, si la conocieras bien sabrías que lo haría, era de esperarse―. dice quitándole importancia al asunto con un gesto de la mano.
― Pues no, no estoy tranquilo. Pudiste haberme dicho.
― Lo siento, la próxima vez te avisare lo prometo―. dice extendiendo su mano para que Fernando la tomara en un gesto de disculpa―. El asunto es que me tope con un grupo de la banda que caminaban despreocupados por la calle―. Fernando le apretó la mano―. Así que me escondí en la parte de atrás de una casa mugrienta que resulto ser el punto de reunión de la banda―. Lya sintió como Fernando le sujetaba la mano cada vez más fuerte, así que decidió soltarlo―. Así que tuve la oportunidad de escuchar todos sus planes y se que planean otro atentado en el desfile....
― ¿Acaso entraste a la casa? ―dice Karen incrédula.
― No, pero era evidente que no les importaban que escucharan su plática, hablaban a todo pulmón.
― Yo tampoco me preocuparía si tuviera un arma―. opino Fernando.
― ¿Y solo de eso hablaron en toda la reunión? ― pregunta Karen incrédula.
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Secuestro de Media Noche
Misterio / SuspensoLos ataques de una banda criminal terminaran con la paz de la ciudad. Lya y el club de periodismo de su escuela intentaran desenmascarar sus oscuros secretos. Todos los derechos Reservados.