Capitulo 22: Callejones

12 5 1
                                    

Lya no sabía ha donde iba simplemente caminaba impulsada por su rencor y su dolor. Camino rumbo a los barrios pobres de la ciudad a los cuales solo había ido una vez, trato de recordar el camino que habían tomado aquella vez, pero no lo logro así que decidió caminar hasta que simplemente encontrara alguna pista que le recordara a la banda, sabia que era arriesgado pero cualquier riesgo valía la pena cuando se trataba de sus amigos.

Lya estaba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando comenzó a caminar por las calles del barrio; las casas eran más pequeñas y las calles más sucias, un aire fresco recorría las calles que por alguna razón estaban desoladas, excepto por algunos vagabundos que caminaban en busca de un lugar para dormir. Realmente no se había percatado de la hora, los rayos de sol eran tenues y los callejones yacían en la penumbra, o había caminado muy despacio o realmente quedaba mas lejos de lo que pensaba; pero gracias a la caminata Lya había podido ordenar su mente y cuando decía regresar a la escuela, escucho el sonido de unas risas no muy lejos de donde ella estaba y por el sonido de las voces eran todos hombres. Lya se quedó petrificada unos segundos mientras decidía que hacer, realmente no había mucho que hacer así que opto por esconderse en la sombra de uno de los callejones más cercanos y esperar a ver que era lo que sucedía.

― ¡Bueno, se enteraron de que esos ridículos de la escuela se juntaron para hacer un "homenaje" para los muertos! ― dijo uno de los hombres con tono burlón acompañado de las risas de sus compañeros.

― ¿Han sabido algo de la chica?

― ¿Qué chica? ¿Sabes que conocemos a muchas chicas?

Las risas acompañaron aquel chiste.

―Por la que estamos haciendo todo esto, la que juega a ser reportera.

―No se― responde otro― Lo único que sé es que estaría mejor muerta, pero no se porque el jefe nos lo prohibió.

―Cierto, el jefe casi mata a Larry cuando se entero que la bomba había alcanzado a la chica jajajajaj.

Lya no podía creer lo que estaba escuchando, era acaso que a esos tipos no les importa hablar de eso a media calle; no sabía que pensar o como sentirse, pero si de algo estaba segura, era que no iba a dejar pasar esa oportunidad.

― ¡Oigan! ―dijo la voz de un joven― Debemos darnos prisa si no queremos que el jefe se enoje.

Todos apresuraron el paso calle abajo antes de cruzar en un callejón. Lya se puso en marcha tratando de no hacer ruido, se dirigió sigilosamente al callejón y después de echar un vistazo, comenzó a caminar pegada a la pared. Había llegado tarde para ver a que puerta habían entrado así que no le quedaba mas remedio que averiguarlo por si misma. Pero no fue necesario, una luz se prendió de repente justo frente a su cara, contuvo un grito de horror mientras se dejaba caer en el suelo.

Abrió los ojos después de un momento, ¿Por qué nadie le había hecho algo ya?

En ese momento se dio que cuenta que la luz venia de la casa, así que se acerco a la ventana para tratar de escuchar algo, no tuvo gran problema en eso pues claramente no les importaba que alguien los escuchara.

― ¿Tienen información de la chica? ―pregunto una voz ronca que le pareció familiar.

― No jefe, no quisimos ir al homenaje y arriesgarnos quizá uno de estos días.

― Quiero esa información lo antes posible―. No parecía molesto en absoluto parece que se tomaban todo ese asunto con calma. ― Ahora, me llegaron noticias de que nuestros hermanos están siendo capturados rápidamente en la ciudad vecina, nunca me parecieron muy listos, pero esto podría dejarnos en evidencia.

― ¿Y que planea hacer jefe?

― Pues solo se me ocurre mandarle refuerzos, pero en el peor de los casos deberíamos de sacar a los jefes de la cárcel lo antes posible.

― ¿Y cómo planea sacarlos exactamente?

― Ya nos la arreglaremos cuando sea necesario, ahora pasaremos a los informes.

― ¿No le gustaría hablar sobre el desfile?

― No, aún tenemos algunos días para eso además no me apetece alargar mucho esta reunió―. Parecía cansado― Percy dime que tienes.

― Pues nada muy interesante, tuve que amenazar a una mujer con su niño pues no quería pagar....

Lya no quería escuchar eso, se levanto lo mas sigilosamente que pudo, la luz del sol se había ido y tan solo unos rayos de luna alumbraban la calle dándole un toque tenebroso. No sabía que hora era, pero debía darse prisa.

Al salir del callejón sintió como una mano le tocaba la espalda, en un acto reflejo dio un salto hacia atrás mientras soltaba una bofetada al aire la oscuridad no la dejaba ver al otro sujeto.

― ¿Qué haces aquí? ― pregunta Anthony mientras sale de la sombra.

El estomago de Lya se estrujo y le dio la bofetada más fuerte que jamás había dado.

― ¿Por qué......

― ¡Aléjate de mí! ―dijo gritando mientras salía corriendo 

Secuestro de Media NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora