Capítulo 21

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Sara

El tiempo había pasado demasiado rápido. Aquí estaba Sara, junto con Arelis editando un vídeo sobre su relación con Atenas a lo largo de esos seis meses.

Fue un tiempo difícil, como todos sabemos, nada es fácil de alcanzar. Sara se había tenido que enfrentar a contable a las personas que salía con una chica y gracias a eso pudo darse cuenta de las personas con las que iba a contar siempre y con las que no. Se llevó varias decepciones, como la de sus supuesta mejor amiga, Mary. Cuando le dijo que estaba con Atenas, ella simplemente la miró mal y se alejó, le dijo que nunca había sido su amiga realmente y desapareció de su vida.
Pero así como las personas se iban llegaban otras. Se sintió bien al saber que habían personas apoyándola, incluyendo a sus padres y a varias personas de su familia.
Erick simplemente se alejó y por lo mismo, Alicia también se alejó de la madre de Sara.
Atenas había comenzado a trabajar en una biblioteca y le iba muy bien, pero casi no tenía tiempo de ver a Sara, pues su único día libre era los domingos.

Con cada foto y vídeo que veía, dejaba escapar una lágrima. Se dio cuenta de se Atenas era aquello que hacía falta para complementar su felicidad.

Era impresionante recordar cada uno de esos momentos.
Miró la foto que les tomaron juntas en esa fiesta de año nuevo mientras bailaban. Todos decían que esa era una de las fotos favoritas que habían visto de ellas, pues transmitía un enorme sentimiento con tan solo ver la forma en que se miraban y se sonreían.
Encontró una foto que les tomó Alex cuando cumplieron cinco meses. Era una foto de las dos chicas en aquel lugar donde fueron a jugar juntas la primera vez. Se veía increíble la forma en que se trataban. Eran muy lindas, Sara trataba de ser la mejor persona para Atenas, quería ser quien marcara su corazón de la mejor forma posible.
La mayoría de fotografías se las tomaban sin que se dieran cuenta, y era increíble notar que, en cada una, la sonrisa y el brillo en los ojos de ambas no desaparecía.

Ahora estaba ahí, inundada de fotos, viendo vídeos de su relación, escribiendo notas en en un álbum que pensaba regalarle. Quería que, a partir de ese momento comenzaran a llenarlo con fotos y pequeñas cosas que significarían mucho para su relación.

Al día siguiente vería a su novia para celebrar su sexto mes, y quería que fuera especial, ya que era muy difícil que las personas duraran más de un mes juntas. Sara se sentía afortunada de que al pasar los meses, Atenas la seguía mirando de la misma forma.

La amaba. Estaba segura de eso y estaba más que segura de decírselo. Estaba segura del sentimiento que inundaba su corazón y supo que era el momento de decirlo.

El vídeo tenia de fondo la canción Squeeze, pues le recordaba la forma en la que su relación comenzó. La forma en que Atenas le cantó sin estar segura de la respuesta que vendría de parte de la otra.

***

Al día siguiente, despertó y se encontró con algo muy lindo en su habitación. Como siempre, Atenas la había sorprendido. Su cuarto estaba lleno de globos con notas y fotografías suyas. Había un enorme oso de peluche con una hoja de papel en la patita "Felices seis meses..."

Se levantó y comenzó a leer cada una de las notas que estaban escritas en las notas:
"Tu locura es mi ciencia."
"Heaven is a place on earth with you."
"Todo el tiempo estoy pensando en ti."
"Mi elemento vital."
"Quiero aprender a entender al mundo contigo."
"Only you know how to save me."
"Me tienes tan debilitada. Todas mis fuerzas se me van si estás aquí."
"I will follow you into the dark."

Sara no pudo evitar sonreír y llorar de felicidad al leer cada una de las notitas. Buscó a Atenas, pero no la encontró escondida en algún lugar de su habitación. Arelis se paró en el marco de la puerta de la habitación y tenía una cámara en la mano, con la que estaba grabando el momento en el que Sara despertó y leyó cada una de las notas.
Guardó la cámara y le sonrió a su hermana.

—Atenas dice que te tiene lista una sorpresa. No puedes verla ahora, sino hasta la tarde. —Dijo Arelis antes de salir y cerrar la puerta.

Sara se la pasó todo el día pensando en qué era lo que Atenas tenía planeado para ella. Estaba a tan solo una hora de ver a su novia.

Arelis le dijo que necesitaba que se pusiera algo formal. Y eso hizo, se puso un vestido negro que apenas le quedaba arriba de las rodillas y dejaba ver sus brazos y parte de su espalda. Se maquilló y dejó su cabello suelto, ya que muchas veces, Atenas le dijo que le gustaba verla así, usó unos tacones y eso era cosa que solo hacía en ocasiones verdaderamente importantes.

Ahora solo estaba esperando a que el auto de Atenas se detuviera frente a su casa. Estaba oscureciendo y eso le daba un poco más de emoción, cada vez se ponía más nerviosa.

Y al fin, llegó su novia. Atenas fue por ella hasta la puerta de su casa y la tomó de las manos.

—Hola, pequeña. —Atenas le dio un corto beso en los labios y luego sonrió. Sus ojos tenían un brillo más intenso que otros días, como si en verdad tuviera una constelación en ellos. Y Sara se sentía bien de que ella era la razón de ese brillo tan hermoso.

—Hola. —Fue lo único que pudo decir. Estaba nerviosa y emocionada.

Finalmente fueron hasta ese lugar. Era un restaurante muy elegante y Sara se sorprendió por el esfuerzo que seguramente había hecho su novia para haber hecho todas las sorpresas que se llevó ese día. Comieron y platicaron de diferentes cosas. Se notaba el nerviosismo en la mirad de Sara. Estaba feliz, más que feliz por el simple hecho de tener a una chica tan hermosa e increíble a su lado.

"Si las maravillas del mundo fueran personas, seguro tú serías una de ellas."

Los pensamientos de Sara se basaban en la perfección que hallaba en Atenas. Estaba tan enamorada que podía sentir las estrellas en sus ojos también.
Atenas llevaba puesto un vestido negro también y le quedaba igual de largo que el de Sara. Su maquillaje era perfecto y Sara simplemente estaba admirando cada uno de los movimientos de su novia, la forma en que sonreía y cada uno de esos pequeños detalles.

—¿Te gustó la sorpresa de la mañana?

Sara salió de sus pensamientos y miró a Atenas.

—Me encantó... No sé cómo le haces para ser tan increíble, amor. —Fue su respuesta y de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas. Estaba tan feliz que no hallaba otra forma de expresarlo.

—No llores, pequeña. —Limpió con sus pulgares las lágrimas de su novia.

—Atenas... —Era hora.

—¿Sí, Sara?

—Yo... Te amo, Atenas... —Dijo mirándola a los ojos.

Los ojos de Atenas tomaron un brillo más intenso, y ahora fue ella quien soltó lágrimas de felicidad.

—Yo también te amo, Sara.

Nadie iba a pensar que, al salir de ese lugar iba a pasar algo inevitable.

Esa noche, Sara no pudo darle su regalo a Atenas.

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Últimos cuatro capítulos y dejo de molestarlos. :3
Gracias a las personitas que han llegado hasta aquí.

Bueno, si se preguntan por las canciones de las que saqué las frases, se las dejaré en orden a continuación:

Disfruto - Carla Morrison
Video Games - Lana del Rey
Soñé - Zoé
Elemento - Enjambre
Compartir - Carla Morrison
Squeeze - Fifth Harmony
Espacio Sideral - Jesse & Joy
I will follow you into the dark - Death Cab for Cutie

Sarenas: ¿Quién Soy? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora