Kiss Me Like That. [ym]

• Capítulo 3.

El calor en su cuerpo era abrumador y satisfactorio como nada que hubiese sentido antes, la boca de YoonGi sobre la suya hacía que todo su cuerpo hormigueara alegremente y lo único que quería era que YoonGi siguiera apretándolo y besándolo como estaba haciendo.

Toda su sangre corrió a su ingle y se puso duro más rápido de lo que nunca había hecho, mareándolo por un corto momento.

No tuvo idea de cuánto tiempo pasó pero en algún punto tropezó con la cama detrás de él, y ambos cayeron sobre colchón torpemente.

Lamentablemente para él, eso pareció devolver a YoonGi a la realidad y enseguida se alejó sólo lo que los brazos alrededor su cuello le permitieron.

—Espera —jadeó el mayor sobre su boca, pero JiMin estaba más allá de del raciocinio en ese momento, por lo que sólo tiró del mayor hacia su boca otra vez necesitando más que nada, que YoonGi siguiera porque se sentía tan malditamente bien, que JiMin podría correrse sólo besándolo.

Sin embargo, YoonGi se negó a seguir con ello, por lo que JiMin se quejó cuando el mayor volvió a separarse. —Espera, JiMin. ¿Qué demonios es todo esto? —Cuando el mayor lo miró, pareció quedarse estático, quizás hasta sorprendido, excepto que JiMin no podía entender por qué. Incluso, estaba tan desorientado, que le tomó al menos un minuto entender qué había dicho el mayor.

—¿Qué es qué?

YoonGi resopló, quitando sus brazos de su alrededor y arrodillándose en la cama, mirándolo desde arriba como si estuviera loco. —Esto —los señaló a ambos.

JiMin se tomó un segundo para darse cuenta de que estaba en la cama, ahora medio duro, con YoonGi entre sus piernas y se sonrojó algo incómodo.

—Uh, lo siento —murmuró mirándolo desde su lugar. —Ni siquiera lo pensé antes de venir aquí, actué por puro impulso —explicó brevemente, provocando que YoonGi lo mirara extrañado. —Lo siento. ¿Estás enfadado conmigo? —No creía que YoonGi estuviera enfadado, más bien parecía estupefacto, pero no quería arriesgarse, no le gustaría enfadar a YoonGi por algo que podría considerarse un experimento. Porque se suponía que eso había sido el beso, bueno, antes de que él se olvidara de pensar con la cabeza.

—¿Qué? ¡No! —exclamó YoonGi, aún más confundido, si es que era posible. JiMin se sentía como un niño que fue descubierto haciendo una travesura. —No estoy enfadado, eso sólo qué... ¿Por qué estás aquí?

JiMin lo miró un momento sin saber qué decir. Tenía dos opciones: mentirle a YoonGi e inventar alguna patética excusa, o ser honesto y decirle porque había recurrido al él.

Tras observar indeciso al mayor por un largo momento, decidió que sería estúpido mentirle a YoonGi y sólo traería problemas. Bang-PD les había enseñado que si querían pasar mucho más tiempo juntos, los siete, debían ser honestos el uno con el otro, buscar la manera de expresarse adecuadamente y aprender a escuchar al otro. YoonGi era bastante bueno escuchando, JiMin lo sabía, así que sabía que si le explicaba al mayor su problema, quizás YoonGi podría entender e incluso ayudarlo.

Así que sin pensar más, se sentó frente a YoonGi con las piernas cruzadas, y lo invitó a hacer lo mismo. Inmediatamente YoonGi se acomodó frente a él, esperando una explicación decente.

—¿Recuerdas que hace como dos semanas nosotros..., uh...? —los señaló a ambos sintiendo la sangre acumularse en sus mejillas algo incómodo y avergonzado. Se cacheteó mentalmente, recordándose a sí mismo que no parecía ni incomodo ni avergonzado cuando le pedía a YoonGi por su lengua sólo unos minutos atrás.

Por suerte, no fue necesario agregar que se habían besado, o bueno, devorado en el sofá. Sólo bastó ver el sonrojo en las mejillas del mayor para entender que había captado la idea, por lo que decidió pasar rápido esa parte para así poder llegar al punto y que el rojo en sus mejillas valiera la pena. Odiaba que los demás se dieran cuenta de que estaba avergonzado.