• Capítulo 8.

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Aunque habían vuelto a escaparse de un importante ensayo, JiMin no podía conseguir que la culpa llegara a él. Estaba demasiado feliz con su mente en blanco bajo el duro cuerpo de YoonGi mientras era besado profundamente.

Llevaban así aproximadamente una hora y media, y JiMin ya sentía su cuerpo apretado por la necesidad, su pene pulsaba desesperado por correrse pero YoonGi sostenía sus caderas con mucha fuerza, impidiéndole siquiera intentar frotarse, y siendo honesto estaba tan débil que incluso sus brazos estaban a los lados de su cabeza porque no tenía la fuerza para levantarlos para absolutamente nada.

Y sin embargo, sin siquiera rozar su polla, JiMin ya se sentía al borde. No podía evitar arquearse y retorcerse lo poco que le era posible debido a las sensaciones que recorrían su cuerpo. El exquisito cosquilleo en su vientre lo estaba volviendo loco a cada segundo y la forma en YoonGi estaba besándolo sin darle tregua estaba haciendo que su cuerpo se pusiera más y más sensible.

No podía hacer más que gemir un poco desesperado en la boca del mayor, mientras chupaba su lengua con ansiedad. Dios, estaba tan ido, sentía que podría correrse sólo con la boca de YoonGi sobre la suya porque se sentía tan malditamente bueno y tan satisfactorio.

—Y-yoon... —intentó llamar al mayor cuando se dio cuenta de que él realmente estaba a punto de correrse. Necesitaba un momento para distraer su cuerpo, para relajarse y recuperar el aire. Pero YoonGi lo ignoró y no le permitió hablar, lamiendo su boca, chupando y mordiendo sus labios con decisión. Y gruñendo cada vez que JiMin intentó separarse aunque sea un poco.

En algún momento, JiMin empezó a gemir un poco más alto y un poco más agudo, se sentía desesperado y quería correrse tan mal, sus jadeos entre los besos eran cada vez más profundos mientras intentaba recuperar el aire y no estaba seguro de cuánto más podría aguantar sin correrse.

El no haberse ni siquiera acariciado en los últimos días, sólo lo hizo más difícil porque los días sin permitirse la liberación a sí mismo estaban cobrándoselo con dureza.

—Y-yoonGi —gimió desesperado. —E-espera.

Una vez más YoonGi sólo gruñó, pero sorpresivamente, dejó sus labios, aunque sólo para morder y besuquear su barbilla como si fuera un animal hambriento y JiMin fuera su comida.

Ese pensamiento deslizó otra ola de delicioso placer por su cuerpo haciéndolo gemir.

—T-tienes que darme un momento —pidió sin aliento.

—No —volvió a gruñir YoonGi con la voz ronca y pesada, derritiendo a JiMin.

—Yoon-... —el mayor no le dejó terminar, volvió a tomar su boca, dejó que su lengua volviera a buscar la suya y JiMin simplemente ya no pudo contenerlo. Gimió fuerte y ronco, y se contoneó levemente sobre el colchón mientras se corría duro y mucho. Las olas de placer dejaron su cerebro fundido, JiMin se sintió fuera de sí mientras experimentaba un placer completamente nuevo.

Cuando la bruma de placer bajó un poco, JiMin se dio cuenta de que YoonGi había dejado de besarlo, y se cubrió los ojos con su antebrazo sintiéndose horriblemente avergonzado.

—Dios, que vergüenza —jadeó apenas recuperando el aire perdido.

—¿Acabas de correrte..., sólo con mis besos? —aunque sonaba incrédulo, la voz de YoonGi parecía haber adquirido un todo más ronco y cargado de algo que JiMin no sabía cómo identificar.

—Lo siento. Juro que no soy un niño —murmuró algo bromista, sin querer mirar a YoonGi.

Sin embargo, YoonGi quitó su brazo y comenzó a besarlo con desesperación, para inmediatamente comenzar a bajar por su barbilla y su cuello. —Es lo más caliente que he visto en mi vida —dijo el mayor entre besos, sorprendiendo a JiMin, y haciéndolo estremecerse cada vez que lamía o mordía la piel a su paso.

Kiss Me Like That. [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora