• Capítulo 4.

25.4K 2.5K 1.7K
                                    

JiMin entró a la cocina-comedor tres días después de haber besado a YoonGi, sintiéndose desganado, un poco desesperado y exasperado. Seguía pensado que tendría una crisis existencial muy pronto y eso sólo aumentaba su mal humor. ¿Por qué era tan difícil ser humano?

Estaba harto de las crisis existenciales, desde los catorce años se tenía que aguantarse a sí mismo pensando estupideces. Obviamente tenían su lado positivo, dejaban una enseñanza en él y lo hacían madurar y bla, bla, bla. Pero, ¿En serio tenía que volver a pasar por eso?

Resignado observó al maknae sentado en la mesa, desayunando con el líder, mientras lo miraba con la barbilla apoyada en sus palmas y los ojitos brillantes y una adorable y graciosa aura que gritaba "senpai" por todas partes.

JiMin casi se imaginaba la mente de JungKook repitiendo en su cabeza estúpidamente: senpai, senpai, senpai, senpai.

Si bien era adorable, era casi hilarante la admiración que tenía el maknae por NamJoon incluso después de haber vivido como seis o siete años juntos. Él habría pensado que a estas alturas JungKook sólo vería a NamJoon como uno más del montón, pero en cambio, sus ojitos de corazones nunca habían desaparecido.

Se sentó frente a ellos apoyando su barbilla en su palma derecha mientras los observaba. NamJoon le contaba al maknae alguna anécdota de cuando estuvo estudiando en Nueva Zelanda y el menor, obviamente, era todo oídos.

Sin prestarle atención a la anécdota, JiMin le robó una tostada a JungKook, por lo que ganó una mirada de muerte, sin embargo, el menor volvió rápido su atención al líder. Porque JungKook siempre, sin ningún problema ignoraría a todos sus hyungs, excepto a NamJoon.

Mientras los miraba, se preguntó qué tan difícil sería encarar a un chico.

Realmente no tenía ni la más pálida idea de cómo se suponía que funcionaba la dinámica. Si era diferente que con una mujer o no. También se preguntaba si sería tan diferente acercarse a un chico como..., NamJoon, por ejemplo, que acercarse a un chico como JungKook. Ambos eran casi como polos opuestos. Bueno, quizás no tanto, pero NamJoon era un cerebro, JungKook era la fuerza, no se encara esas cualidades de la misma forma. ¿O sí?

Sin dejar de mirar a sus amigos y después de darle un mordisco a la tostada recién robada, soltó: —NamJoon hyung, ¿Cómo atraerías la atención de JungKookie si no lo conocieras?

El mencionado dejó de hablar, y ambos muchachos fruncieron el ceño mirándolo para después mirarse entre sí.

—¿Qué? —inquirió el líder confundido.

—Si fueras gay, y quisieras acercarte a JungKook, ¿Cómo lo encararías? —reformuló para hacerlo más entendible. Ambos muchachos volvieron a mirarse entre sí con el ceño aún más marcado.

JiMin ni siquiera quería pensar en lo extraño que debía verse en ese momento, así que se concentró en dejar su expresión lo más neutral posible.

—Ehh... No lo sé —contestó el mayor honestamente, encogiéndose de hombros. —No soy del tiempo que se acerca y coquetea y ya —confesó—Quizás sólo intentaría entablar una conversación.

JiMin quería resoplar. Y sí. Vivió toda su vida engañado, había pensado que NamJoon sería bastante descarado en realidad.

—¿Y tú JungKook? —miró al menor.

—Creo que sólo me acercaría y también trataría de hablar y coquetear un poco —respondió sin dejar mirarlo extrañado.

—¿Cómo con una chica?

Los dos volvieron a mirarse extrañados y se encogieron de hombros. —Sí, supongo.

—Quizás los temas de conversación serían algo distintos, creo —agregó NamJoon. —¿Por qué preguntas esto?

Kiss Me Like That. [ym]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora