Jiyong
El ángel entrecerró los ojos sintiendo el viento en la cara. La noche se presentaba cruda y fría frente a los tres. Parecía que el clima había empeorado desde la tarde y Jiyong se envolvió a sí mismo con los brazos, en un vano intento de conservar el poco calor que todavía quedaba en su pijama de algodón.
Sin que ninguno de los ángeles pudiera detenerlo, Gaho cruzó el umbral de la puerta y salió a la azotea. Jiyong lo miró alarmado y se apresuró en alcanzarlo.
-¡Gaho quieto! -ordenó y se inclinó para sujetarlo.
El sharpei ladró mirando hacia un punto frente a ellos, en el borde de la azotea.
-Jiyong... mira -susurró Daesung, que había llegado junto a ellos.
El aludido siguió la dirección de su mirada y entonces sus ojos cafés se ensancharon. Había una tercera persona en la azotea. Era una muchacha. Pero ella no les prestaba atención. Bailaba muy lentamente y girando en círculos de un lado a otro. Se desplazaba con una tranquilidad y una delicadeza que hacían parecer que su cuerpo simplemente se dejaba llevar por el viento. Vestía un resplandeciente vestido blanco que le llegaba a las rodillas y se mecía con ella, mientras que sus pies descalzos daban pequeños brincos y luego regresaban al suelo con suavidad. Pero lo que dejaba a Jiyong desconcertado y con la boca abierta era el par de alas blancas que se desprendían de su espalda. Ellas estaban totalmente extendidas y brillaban con un halo amarillento, similar al que podía verse alrededor de la luna.
Aún sentía el ardor en la muñeca y sabía que el brazalete continuaba emitiendo el resplandor, pero estaba tan consternado con lo que veía que apenas lo registraba. Entonces ella paró de bailar y dirigió la mirada hacia ellos. Los ojos de Jiyong se ensancharon todavía más y se le escapó un sonido de sorpresa.
Era la chica de ojos bicolor. Sus iris gris y el otro azulado estaban fijos en el par de ángeles.
-¿Quién eres? -escuchó que Daesung preguntaba, al tiempo que se adelantaba un paso.
-Mi nombre no importa, pero pueden decirme Katie -contestó sonriendo, con la voz dulce que Jiyong ya había escuchado antes. Entonces dio unos pasos acercándose-. Los estaba esperando.
De repente Gaho salió corriendo al encuentro de la chica, y ésta se agachó para recibirlo y acariciar su cabeza.
-Hola amiguito, has hecho un buen trabajo -le dijo mirándole con cariño mientras que el perro ladeaba la cabeza para recibir sus caricias-. Buen chico.
-¿Tú lo llamaste? -preguntó Jiyong al ver la interacción.
-Sí, quería que Gaho los condujera hasta aquí -respondió ella-. Tenía que hablar con ustedes.
-¿Por qué? -intervino Daesung-. ¿Te enviaron del cielo, verdad? ¿Quizás... nos traes un mensaje?
Jiyong sintió que la preocupación le invadía con fuerza. No podía imaginar por qué aquel ángel desconocido podría estar allí. Presentía que su presencia no era una buena señal.
-No traigo mensajes de nadie, estoy aquí por mí misma. Y vengo a advertirles algo -aclaró la muchacha poniéndose de pie nuevamente-. Especialmente a ti, Yongie.
El castaño se sorprendió de ser llamado de esa forma, pues Seunghyun era el único que lo nombraba así. En ese instante rememoró otra cosa, un recuerdo fugaz que emergió en su mente: alguien más le había llamado Yongie aquel día. Alguien cuyo rostro no había podido ver, pero que tenía una voz particularmente dulce y femenina.
-Tú estabas en mi sueño -declaró ampliando sus ojos cafés-, y también en el concierto -Notó por el rabillo del ojo que Daesung volteaba a verlo, pero decidió que luego le explicaría-. ¿Por qué me persigues? Si no vienes de parte de los arcángeles ¿por qué quieres hablar con nosotros?
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My Heaven
Fanfiction"Debido a que por poco apagas una vida, deberás bajar a la Tierra y salvar otra en su lugar -El pequeño ángel abrió los ojos como platos, pues jamás había estado allí-. Tu misión será el humano Choi SeungHyun."