Capítulo 23

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JiYong


El ángel acababa de barrer el cuarto de SeungHyun, y en ese momento se dedicaba a cambiar las sábanas. Esa recámara era lo único que le faltaba para finalizar con la limpieza. Tras terminar con la cama miró hacia el reloj en la pequeña mesa de luz. Tan solo faltaba una hora para que su jornada acabase. Se preguntó si SeungHyun llegaría antes de eso. Esperaba que sí, porque ya era el segundo día que no lo veía. Por lo que le había dicho SeungHyun por teléfono, el día anterior había trabajado hasta tarde y quizás ese día también.

JiYong suspiró. De verdad deseaba verlo al menos un momento. Además TOP le había dicho que quería hablar de algo importante con él, y moría de ganas por saber de qué se trataba.

Su vista dio con la puerta que llevaba al enorme vestuario del cantante y decidió seguir por allí. Tomó el plumero que había dejado sobre una cómoda e ingresó a aquel cuarto.

Continuaba provocándole admiración la cantidad de ropa de diseñador que el humano poseía. Unas más sobrias y otras más excéntricas. Había una pared entera con estantes llenos de calzados de todo tipo. Consideró que sería bueno comenzar por allí, así que empezó a sacudir el plumero por los estantes.

En realidad el lugar se veía impecable, y era extraordinario lo organizadas que parecían estar las prendas. Sin embargo JiYong ya había terminado con todas las tareas, y ya no sabía qué más hacer.

Sintió su móvil vibrar dentro del bolsillo trasero, al mismo tiempo que la melodía sonaba. Sonrió pensando que se trataba de SeungHyun, pero su expresión se apagó por completo al leer el identificador.

Apenas respiró mientras veía la pantalla.

Era DongWook.

Movió su dedo y finalizó la llamada. Entonces sus labios soltaron una pequeña bocanada de aire. No podía creer que lo había llamado. Sintió un ligero escalofrío al recordar la última vez que lo vio. Respiró tratando de tranquilizarse. Él no estaba ahí después de todo. Se7en no iba a tocarlo otra vez.

El móvil sonó de nuevo pero JiYong lo ignoró, y cuando sonó una tercera vez decidió apagarlo. No quería hablar con él. Aún se sentía decepcionado y dolido por lo que había sucedido en la discoteca. Y también... ¿para qué negarlo? También le despertaba un poco de miedo. Por eso prefería ignorarlo.

Trató de ocupar su mente en otra cosa y retomó la tarea de quitar el polvo (casi inexistente) de los estantes. En realidad lo que buscaba era distraerse, por eso pasó el plumero incluso sobre las perchas con prendas.

Al llegar a la esquina del fondo miró con curiosidad las decenas de cajas que se encontraban apiladas, mientras que a su lado descansaban sentados varios peluches. Sus ojos seguían fijos en las cajas, y su mente no paraba de preguntarse qué tendrían dentro. Todas estaban cuidadosamente envueltas con moños, como si fueran regalos. Entonces JiYong recordó que TOP guardaba cajas con chocolates en su vestuario, y de pronto se le antojó uno.

Podía recordar que el sabor era tan rico... y SeungHyun tenía tantos... de seguro ni lo notaría.

El ángel alzó su mano y estaba por tomar la caja más próxima cuando el timbre sonó. Abrió sus ojos sintiéndose un poco sorprendido, y se preguntó quién sería. Era obvio que no era TOP. Él tenía sus llaves. No necesitaba tocar el timbre para entrar a su propio departamento.

Miró con pesar la caja que estaba a punto de tomar. Sería la próxima...

Giró sobre sus talones y salió de la habitación. Al cruzar la sala de estar dejó el plumero sobre el sofá y se dirigió hacia la puerta para abrirla. Su mirada café se amplió al ver a la persona al otro lado.

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