My Heaven

Capítulo 35

Seunghyun

-Hombre, ya deja de beber. Estamos aquí para festejar, no para terminar en algún escándalo -habló Youngbae al tiempo que alejaba el vaso de whisky de la mano de Seunghyun.

-Déjame Bae. Ve tú a festejar con Seungri, yo me quedaré aquí -contestó TOP recuperando su vaso de vidrio y tomando un gran sorbo. Sentir ese sabor fuerte pasando por su garganta de alguna forma extraña le reconfortaba.

Los dos estaban en la barra de una disco en Gangnam, sentados en unos altos taburetes y disfrutando de una que otra bebida. Era sábado por la noche y los tres habían llegado hasta allí después del exitoso concierto de Seungri, el cual esa noche estaba más que feliz. Tanto TOP como Taeyang habían tenido una participación, como una forma de demostrarle su apoyo al menor, y estaban allí con la intensión de festejar su éxito relajándose luego de tantos días de ensayo. Sin embargo desde que se sentaron en la barra Seunghyun no había parado de beber, y Youngbae ya no sabía cómo frenarlo, lo último que quería era que hiciera algún escándalo por estar ebrio. En cambio Seungri parecía no haber notado el estado del mayor, y estaba saltando y gritando en la pista junto a unas chicas que había conocido hacía unas horas.

Seunghyun vació lo que quedaba de whisky y dejó el vaso pesadamente sobre la barra. Entonces apoyó un codo y luego recargó el mentón sobre su mano. Miró alrededor sin verdadero interés. Las personas bailaban y se divertían en todo el lugar, el cual estaba atestado y lleno de distintas luces y flashes. Música disco sonaba fuera de los parlantes y explotaba en los oídos de Seunghyun con potencia, al mismo tiempo que una máquina de humo creaba una ligera neblina en el ambiente nocturno. Algunos jóvenes miraban hacia el rapero buscando hacer contacto visual y encontrar en él una señal para acercarse, pero TOP no les prestaba atención. No tenía ánimos para hablar con ninguno de ellos.

-Hyung, ya dime qué demonios te sucede. Has estado raro toda la semana -le dijo Youngbae sonando cansado y un poco molesto.

-No me pasa nada -respondió el mayor distraídamente, sin ningún tipo de expresión en el rostro-. Tuve una semana difícil, eso es todo.

-Esa no es excusa para tanto malhumor -Youngbae frunció el ceño-. Con Seungri quisimos venir no sólo para festejar, sino también por ti. De verdad estuviste malhumorado y serio toda la semana. Creemos que necesitas relajarte un poco.

-¿Y qué humor esperan que tenga cuando un total desconocido hace un desastre con mi agenda? -cuestionó con voz molesta y el entrecejo arrugado-. ¡Intenta tú ir a un comedor, un geriátrico o un orfanato! Y luego dime si te sientes de buen humor.

-Exageras. De hecho, creo que esas actividades fueron buenas para tu imagen. Últimamente los cibernautas han estado diciendo que eres una persona arrogante y egoísta, tal vez con esto cambien de opinión. Es una pena que no puedas verle ese lado positivo -Negó con la cabeza en señal de desaprobación.

Seunghyun hizo una mueca restándole importancia.

Su semana había sido bastante dura. Por un lado, otra vez alguien había tomado el teléfono de su manager y había reorganizado toda su agenda, comprometiéndolo con puras actividades comunitarias y caritativas. Había tenido que inaugurar un comedor infantil e incluso colaborar repartiendo los platos de comida, había tenido que fingir sonrisas para los ancianos de un geriátrico, y el mismo día realizó un pequeño show en un orfanato, donde una niña pequeña vomitó en su camisa mientras la cargaba. También había tenido que presentarse en un hospital, pero a éste último ni siquiera acudió alegando estar con un grave resfrío. Él odió cada una de esas actividades. Obviamente se mostró tan simpático y entusiasta como pudo, pero en cuanto las cámaras desaparecían abandonaba su personaje de TOP y su malhumor resurgía. Tenía la certeza de que aquella persona desconocida era la misma que lo había comprometido con el concierto benéfico... ¿Pero quién? Seunghyun no podía tolerar más esa situación. Necesitaba saber quién era el desgraciado, o la desgraciada, y darle un buen escarmiento. Sin embargo por el momento todo lo que había podido hacer era enojarse con su manager y obligarle a que cambiara de móvil y fuera más cuidadoso.