III - Escrituras ocultas

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La biblioteca de Trolberg, el más amplio templo de conocimiento escrito que se tenía en la ciudad. Custodiado por una misteriosa mujer de cabellos negros y puntas moradas, que se paseaba ordenando los libros o ayudando a los que buscaban algo en específico ahí.

- Creo que este será el único lugar que me guste de la ciudad.- Dijo Eddie adentrándose más al edificio.

- Tú, rubio. No quiero oír una sola nota de esa guitarra en mi biblioteca.- Amenazó la morena al amigo de Hilda.

La mujer había aparecido de la nada misma asustando a ambos.

Tal ves Twig no era permitido en ningún otro lugar de la ciudad, pero en la biblioteca no era así. Era normal ver a la criatura rondar ese lugar con su dueña cerca, sin duda dónde estuviera ella estaría el fiel animal.

- De acuerdo.- Le respondió Eddie extendiendo los brazos.

- Chica azul, la sección de animales salvajes está en el segundo piso, sector D.- Dijo antes de marcharse.

Hilda asintió y fue rumbo al segundo piso, solo que no al sector D como le dijo la mujer. Ya había leído cada uno de esos libros y ninguno tenía información certera de ciervozorros.
Miró a su alrededor, asegurándose que no hubiera nadie externo a Eddie o Twig. Entonces empujó uno de los estantes y dió paso a la sección de libros que no estaban en circulación, como le dijo una vez la mujer de la biblioteca.

- Ven, entra antes de que alguien nos vea.- Dijo Hilda tomando el brazo de Eddie para luego cerrar el espacio entre los estantes.

- ¿Y este lugar?-

- Libros más interesantes. Se supone que no están en circulación. Son de referencia.

Él comenzó a analizar los libros en los estantes. Cada uno más grande y extraño que el anterior, incluso habían libros que eran demasiado antiguos como para encontrarse en ese lugar.

- Interesante.- Eddie avanzaba por el cuarto chequeando libro tras libro. Había tomado unos pocos y los dejaba en una mesa para seguir viendo los otros.

- ¿Por qué sacas esto?- Le preguntó Hilda mientras leía los títulos de los libros.
"Pociones y hechizos"; "Historia de las brujas"; "Cambia formas"; "Seres mágicos del bosque"; "Criaturas antiguas"; "Magicis animalibus"

- Son los que sirven.-

- ¿Intentas buscar solución al hechizo de la bruja también?-

- Si, no puedo ser "Eddie" por siempre.- Dijo sarcástico.

- ¿Que hay de ese? - Dijo Hilda señalando un libro negro que servía de apoyo en la pata de la mesa.
Lo quitó y descubrió un libro viejo, maltratado y sin título. Por dentro sus hojas contenían escrituras en latín e ilustraciones a mano.
- Parece un libro de hechizos. Mira. -

Eddie tomó el libro con recelo, no le gustaba el solo aspecto de éste.
Vio la tapa y ahí estaba "Magica Nigra".

- Es un libro de magia negra, no son de fiar esas cosas. Ni siquiera deberíamos tocarlo.-

- ¿Puedes leerlo?-

- Si. - Se alejó de Hilda para comenzar a leer los libros de criaturas antiguas que había apartado. - Pero no lo haré. No hay que confiar en las brujas.-

- Habla quién apostó con una.-

Eddie miró con odio por un momento a la chica, pero tenía razón.
Podría haberse ahorrado todo lo que estaba haciendo hasta ahora sí se hubiera detenido en las apuestas cuando ya no tenía más.
Aunque cabía la posibilidad de que Hilda lo hubiera buscado para pedirle ayuda con los ciervozorros.
Era como si todo estuviera convergiendo para unirlos en esta aventura buscando una raza casi extinta y la forma de volver a su forma original a un hombre árbol.

Nuevas raíces: La aventura de Hilda y  WoodmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora