XVIII - RELATOS DEL PASADO

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"El relato de un hombre árbol"

"Desde los inicios del mundo los bosque han tenido un guardián. Seres antiguos de almas nobles y justas designados a proteger la vida que albergaban esas extensiones de árboles y tierra.
El Gran Bosque no era la excepción en este caso."

Aquel ser llamado Eddie no siempre fue conocido como "Hombre árbol". Antes que eso era un joven leñador aislado de la civilización en el fondo del bosque junto a su padre. Era un humano.

Vivía de su oficio para el día a día, pero al paso del tiempo y la necesidad de las personas por construir sus viviendas y demás, algo cambió. La avaricia lo consumió y comenzó a explotar aquel vital recurso.
Como era el único junto a su padre sin miedo a los misterios que escondía el Gran Bosque, no le resultaba un problema obtener la madera y abastecer al pueblo. Pero cuando el guardián del Gran Bosque se enteró de aquel acto que condenaba y marchitaba sus tierras, no tardó en confrontar al humano que causaba problemas.
Fue casi instantáneo. Apenas la entidad del bosque hizo presencia ante el leñador, lo maldijo convirtiéndolo en aquello que estaba destruyendo, un hombre de madera, un hombre árbol.

Cuando el joven aterrado se presentó con su padre buscando ayuda, fue rechazado por miedo al engaño de una extraña criatura. No importaba de que manera intentara convencerlo, para el hombre su hijo había desaparecido en los misterios del bosque, y en un acto de desesperación lo busco y lo busco hasta su último aliento. Pero jamás volvió a ver a su hijo.

Así viviría el resto de su vida, su ahora eterna vida como otra de las extrañas criaturas que habitaban el Gran Bosque, completamente solo.

"Un viaje en el tiempo"

Los años pasaron, el bosque crecía y los humanos avanzaban como civilización.
Cerca del Gran Bosque se estableció un enorme muro que separaba una ciudad llamada "Trolberg".
Eran ruidosos en su entorno, pero mantenían la distancia a las tierras donde habitaban las criaturas mágicas y extrañas del bosque. Algo que hacía más fácil la labor del guardián del bosque.

Todos parecían iguales, pero en una pequeña cabaña a orillas del bosque vivía una pequeña de cabellos castaños a la que le gustaba jugar por los alrededores.
Sin duda era algo nuevo.
Jamás en sus miles de años había visto una versión humana tan pequeña a la que no le diera miedo estar en contacto pacíficamente con las criaturas del bosque.
No pasó mucho hasta que ambos se encontraron.

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Como todas las mañanas, la pequeña hija de un matrimonio que vivía en una cabaña cerca del bosque se levantaba para buscar su desayuno.
Guardaba todo en una mochila y algunas otras porciones especiales para sus amigos en el bosque.

La castaña partía a la entrada del bosque, se sentaba en unas rocas y esperaba a sus amigos mientras comía. Aunque a diferencia de otros días, antes que sus amigos llegaran alguien más se hizo presente.

- ¡Hola! - Dijo entusiasmada la niña por conocer a un nuevo amigo del bosque.

- ¿Que haces aquí? - Se escuchó una voz resonar en los alrededores.

- Soy Johanna, ¿quieres que seamos amigos?

Él se mantuvo en silencio viendo como la niña se acercaba más.

- ¿Quién eres?

La curiosidad de la pequeña aumento cuando vio por completo al que parecía ser un hombre.
Era de gran estatura con una melena azul que se colaba por la capucha. Lo cubría un manto verde lleno de flores y hierbas, y parecía como si se iluminara parte del bosque con su presencia.

Nuevas raíces: La aventura de Hilda y  WoodmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora