XXIII - Una canción para dormir

655 37 29
                                    

En lo profundo del Gran Bosque una peculiar cabaña protegía del frío invierno a sus habitantes. En el primer piso una mujer, de inusual cabello azul, tomaba su té de menta peperina que tanto le gustaba junto al fuego de la chimenea. A la distancia podía escuchar esa canción de cuna que cada noche sonaba en el segundo piso del hogar.


Goodnight, goodnight
(Buenas noches, buenas noches)
It's time now to sleep
(Ahora es hora de dormir)
The moon's watching over
(La luna te está cuidando)
You and your dreams
(A ti y a tus sueños)

Goodnight and goodnight
(Buenas noches, buenas noches)
My sweet little one
(Mi dulce pequeño)
Tomorrow your eyes they will light up the sun
(Mañana tus ojos iluminarán el sol)

But goodnight, goodnight
(Pero buenas noches, buenas noches)
Sweet dreams for now
(Dulces sueños por ahora)
Drift off to sleep
(Deslizate hasta el sueño)
On your pillow of clouds
(En tu almohada de nubes)

Goodnight, goodnight
(Buenas noches, buenas noches)
My sweet little friend

(Mi pequeño dulce amigo)
Tomorrow's adventures, they will soon begin
(Las aventuras de mañana pronto comenzarán)
Tomorrow's adventures will soon begin
(Las aventuras de mañana pronto comenzarán)


- Buenas noches. - Dijo el hombre bajando el instrumento para despedirse de una pequeña rubia, pero ésta no parecía dispuesta a dormirse esa noche.

- Otra vez, quiero que toques la canción otra vez. - Protestó con el ceño fruncido la niña.

- Es una canción por noche, tu hermano ya está durmiendo ¿por qué tú no?

- No tengo sueño, tu canción no sirvió papá.

No era posible que su hija fuera tan demandante y obstinada como su madre en su juventud.

Eddie se levantó con pesadez y se acercó a la cama del otro niño para arroparlo. Ese pequeño tenía la misma actitud de su padre, pero con el hermoso cabello azul que caracterizaba a Hilda.

- ¡Papá quiero mi canción! Luke ya está durmiendo, yo no. - Se quejaba la pequeña en su cama.

- Tan difícil de complacer, me pregunto de quién habrás sacado eso. - Dijo con sarcasmo por lo bajo aún dándole la espalda a la niña.

Luego de ese comentario la rubia pareció esbozar una sonrisa de venganza, y como si hubiera recordado algún chiste le respondió.

- Mamá dice que de ti.

Esa niña reflejaba el espíritu de su madre, era increíble. Pero por muy increíble que fuera, debía dormir y conociendo a la pequeña no se rendiría hasta conseguir lo que quería, y él estaba lo suficientemente cansado como para dormirse con la siguiente canción. Mientras antes terminara con esto, antes podría largarse.

Nuevas raíces: La aventura de Hilda y  WoodmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora