Come Back To Earth

33 7 2
                                    

Han pasado algunos meses desde que el azabache dejó Tokyo al lado de su hijo Katashi, mientras tanto, Amaya ha emprendido un viaje en su carrera que la ha dejado estupefacta, nunca creyó que encontraría un trabajo que le gustara tanto, en el que se sintiera tan feliz y cómoda. Sin embargo, su vida personal es un poco diferente, a pesar de la distancia, no ha podido dejar de pensar y de amar al Uchiha. Intentó muchas cosas, pues entendía que tal vez ahora Itachi no pensara en cosas del amor, incluso descargó Tinder, opción proporcionada por su amiga Temari, las citas iban y venían pero ningún hombre lograba llenar el vacío que había en su cuerpo, mente y corazón. Se terminó por acostar con algunos cuantos, si bien su corazón en estos momentos era un iceberg, su parte baja no. Había una frase bastante popular, acuéstate con cuantos puedas y así podrás olvidar al idiota de tu ex. Amaya había llegado a un punto donde utilizaba esa frase con bastante frecuencia pero se daba cuenta que eso sólo servía para amores pasajeros, no para amores de vida.

Con el dinero ganado en su trabajo y algunas obras suyas que habían sido vendidas con éxito, logró dejar su apartamento y se mudó a un piso mucho más espacioso, lo mejor de todo, es que ya no tenía que pagar ni un centavo de renta, el piso era ya de su propiedad, así podía ahorrar más dinero para enviarle un poco de este a sus padres.

Era Martes por la mañana y como había dicho antes, su crecimiento laboral era destacable, tanto, que incluso los medios habían empezado a tener interés en ella. El departamento de artes de la universidad de Tokyo se había interesado bastante en que una de sus antiguas alumnas estuviera a la mira de todos, así que le habían propuesto la idea de dar una pequeña conferencia en la universidad. Amaya, sin pensarlo dos veces, aceptó. La conferencia sería ese martes en el auditorio de la escuela, nunca fue buena para hablar ante tanta gente, ni mucho menos que fuera una aglomeración de personas quien la escucharían. Había madurado en tantos aspectos de su vida, pero sin lugar a dudas seguía siendo una niña en cuanto a atención se hablaba.

Ayaka se había ofrecido a acompañar a la española, Amaya no se pudo sentir más que feliz que pudiera tener al menos una cara conocida en la universidad, a pesar de que Ayaka estaba a semanas de por fin casarse con su rubio, siempre tenía un poco de tiempo para sus amigas.

-Lo harás bien Amaya-chan, has crecido tanto que esto será fácil para ti-

-Una cosa es hablar con cinco personas, y otra es hablar hacia cientos-

-Sólo relájate, imagina que estás sólo con cinco personas ¿De acuerdo? Yo estaré dándote ánimos-

-Gracias por venir, no sé qué haría si no estuvieras aquí-

La hora había llegado, el auditorio estaba a tope de lleno, Amaya tomó un gran sorbo de agua antes de empezar a dar su discurso, el presentador hizo anuncio de que empezaría la conferencia, Amaya subió los escalones con un poco de torpeza mientras que los estudiantes aplaudían sin cesar. Esperó hasta que todo se calmara, se aclaró la garganta y empezó.

-Hola mucho gusto, sé que muchos tal vez no conozcan mi nombre, soy Hayashi Amaya, es un placer estar de vuelta en la universidad. Si alguien a mis 20 años me hubiera preguntado si esperaba tener todo lo que tengo ahora realmente me reiría, pensaría que esta persona imagina bastante. Llegué aquí a mis 20, en un sábado lluvioso, veamos... mis primeras impresiones sobre Tokyo es que era bastante vivo, sabía, que me estaba arriesgando más de lo que debería ¿Cómo es que dejé España para adentrarme en este mundo? Supongo que mi respuesta sería tal vez, que quería imaginar más, cuando nos quedamos en el mismo lugar siempre, las cosas se vuelven comunes, dejamos de imaginarnos cosas porque ya conocemos nuestro entorno como la palma de nuestra mano. Así que... aquellos que quieran seguir en artes, que piensen ser arquitectos, diseñadores gráficos, pintores o cualquier otra cosa, mi primer consejo sería que viajaran, no importa si es al pueblo que está al lado de donde viven, o a otro continente o a otro país...- Amaya se había concentrado tanto en lo que decía que eran contadas las veces que había volteado a ver su entorno, una de esas veces creyó que su mente le estaba haciendo una mala jugada, pues creyó haber visto a un hombre bastante atractivo, de altura 1.80, ojeras muy marcadas y el cabello largo agarrado por debajo de la nuca. No, no podía ser Uchiha Itachi, él estaba lejos de Tokyo, y si hubiera regresado no tenía motivos para estar en la conferencia. Amaya tuvo qué voltear por segunda vez para saber si de verdad era él, quedó sin palabras, pues su vista al parecer no estaba mal, Uchiha Itachi estaba en la conferencia, viéndola con una cálida sonrisa, con ojos de ternura. Por unos segundos su mente se quedó en blanco, había olvidado todo, había olvidado que aún había gente en el auditorio, sólo veía a Itachi, al amor de su vida. Un destello hizo que recobrara la postura, tenía qué terminar con la conferencia

-Lo siento... bueno, como les decía tienen que desafiarse a ustedes mismos...-

Amaya terminó con aplausos su discurso, se sentía feliz, esperaba al menos haber llegado al corazón de algunos, que siguieran sus consejos y que supieran, que a pesar de vivir en un mundo globalizado, aún hay un pequeño espacio para los artistas.

-Amaya-chan, lo hiciste increíble, te dije que lo harías bien, estoy muy feliz por ti-

-Gracias Ayaka, tuve un momento de bloqueo ¿Se notó mucho?-

-No te preocupes por eso, aún así lo hiciste de maravilla-

-Señorita Amaya, muchas gracias por tomarse del tiempo de venir a la universidad, estamos muy orgullosos de que una de nuestras ex alumnas tenga un carrera como la suya-

-No hay nada qué agradecer director, al contrario, gracias por permitirme contar mi experiencia como también, gracias por querer inspirar a las personas a que se interesen más por el arte. Sin su gran programa de estudios no hubiera podido lograr todo lo que tengo ahora-

-Es un honor, agradezco que dos de nuestras ex alumnas y uno de nuestros ex maestros vinieran-

-Di-disculpe ¿Dijo ex maestro?-

-Sí, el señor Uchiha Itachi vino a la conferencia, no debe tardar en venir-

El corazón de Amaya latía mil por hora, se vería cara a cara con Itachi, no sabía qué hacer, si salir corriendo o esperar a Itachi, ya era demasiado tarde para la primera opción, Itachi se aproximaba a paso seguro a donde estaba ella.

-Señorita Hayashi, muchas felicidades por su discurso, lo hizo de manera excelente, como siempre-

-Gra-gracias señor Uchiha, aprendí mucho con usted como alumna-

-Bueno, los dejo, tengo qué atender algunas cosas en la oficina- El director se despidió de los tres

-Amaya-chan, al parecer hay algunos problemas con las tallas de mi vestido de bodas, no te importa que me vaya ¿Verdad?-

-Claro que no Ayaka, ojalá y se arregle lo de tu vestido-

-Gracias  Amaya-chan, te veo luego, hasta pronto señor Uchiha, cuide bien de mi amiga ¿Entendido?-

-No te preocupes Ayaka-

Ayaka se fue dejándolos solos

-Ha pasado tiempo...-

-Lo sé, ¿Cómo está Katashi?-

-Está mucho mejor-

-Y tú... ¿Cómo estás?-

-Mejor-

-Me alegro-

-¿Quieres ir a comer algo?-

-¿Qué?-

-Sólo digo, para ponernos al día ¿O tienes otro lado a donde ir?-

-Ah nono, vamos-

Itachi y Amaya salieron de la universidad, ¿Cómo terminaría éste día? Ninguno de los dos tenía la respuesta.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Holaa, sé que llevaba varios días sin actualizar, pero estoy en exámenes y me he entretenido viendo un dorama, aparte de que he sufrido bloqueo intelectual en estos días.

Espero y les haya gustado el capítulo.

Los quiero.

-Paorela.

𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora