Malos entendidos.

60 11 1
                                        


Aquel hombre de cabellos largos, con ojeras mostrando su cansancio hasta los huesos y un rostro inmutable, se dirigía a su apartamento con comida y dos tazas de café que acababa de comprar pensando que estarías con una resaca sumamente fuerte.

Abrió la puerta dejando la comida y el café en la sala, la puerta de la habitación que estaba entreabierta llamó por completo su atención, la idea de que tú ya habías despertado se clavó en su mente con fuerza.


FLASHBACK
-¡VAMOS POR MÁS SAKE ITACHI!- gritabas emocionada mientras caminaban por las calles

-Amaya, ya estás ebria, mejor te llevo a tu casa-

-No,no,no. No estoy ebria, de verdad que el sake es lo mejor que he probado, llevamos apenas cinco bares, necesito probar más, aún no decido cuál bar tiene el mejor sake, por favor Itachi-  sólo sonreías mientras lo tomabas del brazo y él rodaba sus ojos ante tus caprichos sin sentido

-Hmpf, en serio es mejor que te lleve a tu casa, podemos dejar el turismo para otro día-

-¡Mira! Otro karaoke, vamos, tenemos qué ir, aún debo demostrarte mis habilidades como cantante de bañera- Al parecer lo último que había dicho te entró por un oído y te salió por el otro.
Cuando menos lo esperó soltaste su agarre y fuiste corriendo a un callejón. Él te siguió hasta el fondo y de manera abrupta, empezaste a vomitar. Ya no  podías ni siquiera caminar, el rubor en tus mejillas empezó a ser notorio. Con una mano tomabas tu corto cabello y con la otra tomabas tu abdomen.

El azabache prefirió darse la vuelta para darte tu espacio, suponía que no era cómodo para ninguna chica que la vieran vomitar de esa manera. Itachi empezó a sentirse un poco culpable, pues todo este plan había sido su idea y ahora estaban ahí, en un callejón mientras los demás pasaban y se burlaban de la situación. Cuando por fin el azabache dejó de escucharte, pudo darse la vuelta para extenderte un poco de papel.

- Ven, sube a mi espalda- No le habías dejado más opción que llevarte cargando

-¡No! No dejaré que me cargues, puedo caminar sola-

-No es una opción, es una orden- Al final terminaste por subir a su espalda hasta que llegaron al estacionamiento dónde estaba su auto, te subió y luego entró él

- Y bien, ¿Dónde queda tu casa?... ¿Amaya?- siendo lo último que faltaba, te habías quedado completamente dormida. Itachi te miró por unos segundos, tus labios estaban entreabiertos, tu cabello estaba desaliñado, te mirabas tan dulce pero a la vez tan jodidamente sexy ante sus ojos. No le quedó de otra que llevarte a su departamento.

Cuando llegaron tenías la ropa mojada, pues la lluvia no paró en toda la noche. Él tuvo que quitarte tu ropa hasta que quedaste en ropa interior. Tu cuerpo curvilíneo llevaba una ropa interior guinda de encaje que podía cubrir tus partes íntimas. Fue a su armario y tomó una blusa para ponértela, te levantó un poco y tú sólo hacías pequeños gemidos. Cuando el azabache terminó dio un gran suspiro, hoy le tocaría dormir en el sofá.
FIN DEL FLASHBACK


Entró a la habitación, esta estaba vacía, se dirigió al baño no sin antes tocar, nada. Te habías ido. No tenía tu número telefónico como tampoco sabía dónde quedaba tu departamento. Mirando de reojo la taza de café se preguntó ¿Cómo era posible que te haya traído hasta acá? ¿Cómo fue posible que haya hecho todo esto por alguien que no conocía?

Itachi siempre ha sido una persona fría y reservada, nunca dejó que nadie perturbara sus sentimientos, pues estos hacían que se crearan lazos con los demás, personas que al final podrían tirar a la basura todo lo que les ofreces. Nunca sintió apego por alguien que no fueran sus padres o su hermano Sasuke o su primo y mejor amigo Shisui. Ellos eran lo más preciado que tenía. 


Entonces recordó cuando empezó a sentir algo por una chica en la preparatoria. Cuando por fin abrió su corazón a alguien más para que al final las cosas salieran mal.
Cuando te vio entrar en aquel en aquel bar sintió emoción, duda e intriga. Eras la chica más hermosa que sus ojos hayan visto, eras tan distinta físicamente a las demás y después se dio cuenta que también eras diferente en pensamientos. Tú eras única y él se estaba dejando guiar por ti sin pensarlo.

Cuando terminó su desayuno, llamó al lobby para preguntar si una chica de cabello corto oscuro y piel apiñonada había salido del edificio, el administrador respondió que hacía media hora te habías ido. Media hora... Si no se hubiera detenido a ayudarle a una anciana con las bolsas del supermercado te hubiera alcanzado, te hubiera podido preguntar tu número o llevarte a casa, tal vez pensabas que te tocó de forma indebida o que tuvieron sexo.

Le colgó al administrador agradeciéndole por la información.
Tomó una ducha y se puso un nuevo cambio de ropa usando una sudadera azul marino y unos pantalones holgados color gris.

Itachi se sentó en el sofá cuando de repente tocaron su puerta, realmente no quería visitas pero  ¿Y si eras tú? Tal vez habías salido a comprar algo de comida, tal vez volviste para pedirle su número. Y así como sus ilusiones crecieron fugazmente  en su pecho, así de rápido se esfumaron al ver a la persona detrás de su puerta


- Oh, hola Shisui, pensé que estabas fuera de la ciudad-

- Hola a ti también, me encuentro bien, gracias por preguntar ¿Acaso ya se te acabó el amor hacia mí?- Shisui a veces hacía bromas bastante tontas

- No seas tarado, entra ya-

-Al parecer alguien no despertó de ánimos- el azabache se echó sin cuidado en su sofá y recargó su cabeza en el respaldo

- Sólo fue una noche agotadora-

- Podría suponer que pasaste la noche con una chica pero conociéndote, lo más seguro es que te hayas desvelado acomodando todo para mañana pro-fe-sor- Lo había olvidado, mañana empezaba a dar clases en la universidad de Tokyo, era su primer empleo después de todo

- Acertaste en la primera suposición- No podía ocultarle nada a su mejor amigo después de todo - Pero no fue de la forma en que tú piensas, simplemente la traje a que durmiera aquí ya que estaba ebria- Shisui, siendo alguien con rasgos similares al del azabache de cabellos largos, se sorprendió por el cambio de rutina de su primo que lucía frustrado antes que cansado

- Oh... Tú dejando entrar a una chica sólo para que duerma ¿Desde cuándo Uchiha Itachi deja entrar a mujeres a su departamento? Te estás volviendo blando, amigo- Itachi llevó sus ojos gélidos hacia la única persona que estaba en esa habitación con él. Shisui sonrió nervioso mientras rascaba su nuca delicadamente - Supongo que hasta aquí queda la historia sobre la chica, dudo que me cuentes más-

- Se llama Amaya, se quedará a vivir aquí por cuatro años- el azabache volvió a su postura de antes, mirando el blanco techo que había encima de él y su primo

- Vaya, ¿Tienes su número?-

-No-

-Entonces olvídate de ella- Shisui tomó uno de los cafés que había traído Itachi anteriormente. Lo último dicho por él, dejó al de cabellos largos pensando demasiado. Esta es una ciudad inmensa, tal vez nunca vuelva a verte, tal vez sólo fue de una sola noche.

𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora