Itachi y Shisui llegaron a la casa en la que antes una familia que si bien no estaba unida desde un principio por amor, poco a poco fueron conociéndose y empezaron a sentir cariño.
Itachi no había dicho ni una sola palabra durante todo el trayecto a su casa; pero en cuanto entró, se desmoronó por completo. Miles de recuerdos le llegaron a la mente. Las veces que llegaba de la oficina cansado y se encontraba con su esposa dormida en el sillón porque había estado esperándolo para darle algo de comer, o las veces que desde el jardín de la casa se escuchaban los gritos y risas de su hijo porque éste se encontraba jugando con su madre. Las veces que festejaron el cumpleaños de cada uno o cómo Hidéyo duró semanas en decidir el diseño de toda la casa, pues en verdad daba su mejor esfuerzo por la nueva familia que empezaría a formar con Itachi.
-Toma lo que quieras, iré a ducharme- El azabache dejó a su primo en la sala mientras él se adentró a su habitación, esa habitación que compartió por cinco años con Hidéyo. Miró las fotos de ellos dos juntos y sintió una inmensa tristeza. Durante toda su vida sólo lloro dos veces; cuando nació Sasuke y cuando se enteró que su madre estaba enferma, ahora una tercera vez sucedería. Colapsó mientras las gotas que salían de la regadera disimulaban sus lágrimas, se sentía terrible, se sentía como si una pequeña parte de él se haya ido y que nunca más la recuperaría, nunca más volvería a ver los ojos tan hermosos y llenos de vida de su esposa. nunca más vería frente a él los dangos que ella le preparaba, nunca más se encontraría a su hijo dormido en los brazos de su madre. Nunca más la primavera se sentiría tan tranquila.
De nuevo, el viaje hasta la iglesia fue silencioso, Shisui conocía muy bien a su primo y sabía que era mejor dejarlo así y no darle "palabras de consolación".
Katashi no estaría presente, pues tanto los Hyuga como los Uchiha creyeron que era mejor evitarle todo esto al pequeño. El pequeño Katashi fue enviado a la casa de campo de los abuelos Uchiha y ahí se quedaría todo el fin de semana.
Cientos de personas estaban presentes en la iglesia, algunos empresarios y otros eran familiares de ambas familias. Itachi estaba a punto de entrar cuando una mano en su hombro hizo que detuviera sus pasos.
-Itachi... Temari me dió la noticia, no sabes cuánto lo siento-
-¿Qué haces aquí Amaya?-
-Vi-vine a apoyarte...-
-No creo que sea conveniente que estés aquí-
-Pero...-
-Es un momento delicado y personal, no quiero que Hiashi Hyuga se altere al verte y haga un alboroto innecesario-
Itachi dejó a Amaya atrás, no quería verla, se sentía tan culpable de todo, de no haber estado con su esposa en sus últimos momentos, no quería causarle una escena a su difunta esposa. Sólo quería que su despedida fuera de forma correcta y tranquila.
Para sorpresa de muchos, el día fue bastante soleado, a pesar de que eran temporadas de lluvia parecía que incluso Kami quería que el último día de Hidéyo fuera el más hermoso, igual que ella, igual que su espíritu.
-
Amaya pasó el día más amargo de toda su vida, pues no estaba enojada con Itachi, estaba enojada con ella misma, por tener el atrevimiento de ir al funeral de la mujer del amor de su vida después de haberse acostado con él. Había roto su promesa con Sasuke, había roto su moral, no les importó a ambos el que Hidéyo estuviera postrada en una cama tratando de volver a recuperar su vida, no, Amaya le había arrebatado a su esposo en sus últimos momentos de vida. Se sentía tan mal que pasó todo el día llorando y bebiendo. Por más que trataba de comprender el por qué le había tocado vivir todo esto no lo entendía, hizo una lista mental de cada "pecado" que había cometido en toda su vida y a pesar de ello no se sentía merecedora de vivir tales momentos. Un toque a su puerta hizo que saliera de sus pensamientos, por unos segundos pensó que no era conveniente abrir la puerta, quería estar sola, quería hundirse en su propia miseria.
-Amaya-chan, soy Ayaka, sé que estás ahí-
Amaya no podía negarse a su querida amiga, llevaba mucho tiempo sin verla, creyó, que tal vez la calidad y comprensión de su amiga la ayudaría a sentirse mejor. Amaya secó rápidamente sus lágrimas y abrió la puerta
-Hola Ayaka... cuánto tiempo-
-Lo mismo digo Amaya-chan, perdón por venir hasta esta hora, estaba con Naruto y Sasuke en el funeral de Hidéyo-
-No te preocupes, es obvio que estarías al lado de tu prometido y de tu amigo de la infancia-
-¿Cómo estás?-
Amaya volvió a llorar, dejó caer su cuerpo en los brazos de su amiga, Ayaka de cierta forma comprendió y sólo empezó a acariciar el cabello de Amaya. Después de unos minutos se separaron
-Perdón-
-No te preocupes Amaya-chan, sabes que cuentas conmigo-
-Siento tanta culpa-
-No es tu culpa lo que le está sucediendo a Itachi-
-No lo entiendes, yo...-
Ayaka no se esperaba lo que estaría por contarle su amiga
-Ya veo... así que esa es la razón de que te sientas culpable-
-Aparté al amor de su vida en sus últimos momentos sólo por capricho-
-No creo que haya sido capricho, ni él ni tú sabían que iba a pasar todo esto. Entiendo que lo que ambos hicieron estuvo mal, pero dime, ¿Cuántos no han cometido tonterías por amor? Itachi y tú nunca se han dejado de amar, a pesar de que tú estabas comprometida y él casado y con un hijo sus corazones siempre estuvieron ligados, siempre pensaron en el otro. Lo sé porque cada vez que acompañaba a Naruto a una fiesta Itachi nos miraba como esperanzado a que alguien más entrara por la puerta, porque siempre se veía que trataba de encontrar la forma para acercarse a mí, como si quisiera preguntarme sobre ti-
-Ahora siento que él me odia, cometí la tontería de ir al funeral e Itachi de forma cortés me corrió-
-Amaya-chan, no creo que te odie, simplemente acaba de perder a su esposa, supongo que él siente lo mismo que tú. Sólo dale tiempo-
-
Amaya se sentía más tranquila después de su plática con Ayaka, no presionaría a Itachi, dejaría que él mismo superara todo esto y si él la buscaba por apoyo o por lo que fuera, ella estaría para él.
Naruto pasó por Ayaka, Amaya se acurrucó en su cama mientras acariciaba a Tobi, poco a poco fue cerrando sus ojos mientras que su último pensamiento fue "Perdóname, Hidéyo".
-
No creí que la historia se alargaría tanto, aún estoy pensando en cómo terminarla peeeeero supongo que lo iré averiguando mientras avance la historia.
Si les soy honesta, Hidéyo me caía mejor que Amaya.
Los veo en otro capítulo.
Los quiero
-Paorela.
P.D. Eliminé el capítulo donde daba por terminada la historia (Creo que no necesito explicar el por qué) Sólo como dato curioso, la mujer que sale de portada en éste capítulo es Hidéyo (Estaba hermosa) :(
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𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)
FanfictionNo quería creerlo. No podía creer que tú me dejarías. •Algunos personajes fueron creados por mí, otros pertenecen a Kishimoto.