𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)

Lost in life, lost in you.

Habían pasado unos cuantos meses desde que Amaya había vuelto a tener contacto con el azabache. Gracias a la gran curiosidad y compromiso de Katashi, Itachi y Amaya se veían más seguido, pues el pequeño había insistido bastante en que le gustaría que Amaya le diera clases de dibujo. Por varios días, el azabache se negó rotundamente a las suplicas de su hijo, pero después de ello, llegó un poco apenado a casa de Amaya pidiéndole el favor de darle clases a Katashi. Amaya, sorprendida y agradecida por el honor de que a alguien le interesara que fuera su maestra, acepto felizmente. Cada vez que Itachi pasaba por Katashi, este le pedía que se quedaran un rato más, o que invitaran a la española a cenar. Katashi le estaba tomando un cariño inmenso a Amaya, la sentía como una figura materna ahora que Hidéyo ya no estaba, con ella se sentía protegido de todo y le encantaba pasar las tardes con ella. Había veces en que olvidaban las clases y se ponían a ver una película o salían al parque más cercano en casa de Amaya.

Amaya no lograba entender qué era esta revolución de nostalgia y emoción que sentía cada vez que pasaba tiempo con Itachi y Katashi, pensaba, que tal vez ya estaba empezando a ver al pequeño Uchiha como su propio hijo, pero un gran golpe hacia la realidad le hacía volver a pensar que él no era su hijo, que ella nunca sería su madre y que Itachi no estaría nunca más con ella.

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Era fin de semana, Katashi le había comentado a Amaya que no podrían verse este fin de semana, pues su abuelo Hiashi quería pasar tiempo con él. La tarde se aproximaba mientras que Amaya y Tobi comían dentro de casa de Amaya. Tenía ahora más tiempo libre para poder enfocarse en ese artículo que tanto la estaba matando y presionando, quería hacerlo bien, quería demostrar (de nuevo) que aún tenía esa magia que meses atrás la había hecho destacar entre otros tantos. Un toque a su puerta hizo que saliera de sus pensamientos.

-¿Itachi? ¿Qué haces aquí? Pensé que Katashi se iría este fin de semana con el señor Hyuga-

-Hola, sí, se irá por este fin de semana. Sólo paso por un cuadro que terminó Katashi y que dejó aquí en tu casa, me dijo que lo había olvidado, es regalo para su abuelo Hyuga-

-Ya veo... pasa, enseguida vuelvo con el cuadro-

-Gracias-

Parecía que cada vez que el azabache entraba a los territorios de Amaya la historia se repetía una y otra vez. Itachi solo en la sala mientras Amaya va a buscar algo en otra habitación, Tobi viéndolo detenidamente para volver a reconocerlo y enrollarse en sus piernas y el azabache, terminando por alzarlo entre sus brazos, todo parecía una linda rutina.

-Aquí está-

-Oh, gracias. Tengo qué irme, Katashi me está esperando en el auto-

-De acuerdo, dile a Katashi que se cuide, que no se aleje de su abuelo y que se abrigue por la noche- El azabache soltó una pequeña carcajada

-¿Di-dije algo malo?-

-No es eso, es sólo que sonaste como una madre preocupada por su hijo-

Amaya no supo qué decir, no podía negárselo a Itachi porque era cierto, había sonado como toda una madre protectora, ahora se daba cuenta que ya no era un solo Uchiha con el que no podía controlar sus emociones, ya eran dos.

-Ya debes de irte, no hagas esperar tanto a Katashi-

-Está bien... ¿Harás algo este fin de semana?-

-¿Eh?-

-Como no le darás clases a Katashi pensé que tendrías el fin de semana libre-

-Ah... sí, tengo el fin de semana libre-