𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)

Frustración (Cap. Final)

Pasó el día y Amaya seguía sin tener noticias de Itachi. A pesar de que trató distraerse lo mejor posible con sus amigas, por su cabeza no paraba de pasar la idea de que debía de hablar con el azabache lo más pronto posible. Eran las 12:00 de la noche y lo más probable es que el Uchiha ya estuviera dormido o tal vez en su oficina planeando cualquier proyecto para su empresa. Prefirió dejarlo para el día siguiente, sin falta, llamaría a Itachi.

Amaya se levantó sin ánimos, pues casi no había dormido en toda la noche, el sonido proveniente de su móvil hizo que con pesadez, fuera llevando su mano hacia la mesita para tomar su móvil, en cuanto vió que había recibido un correo de su jefa se levantó más rápido que un niño después de tener una pesadilla. Con el dedo tembloroso, abrió la ventana de notificación la cual contenía la única noticia buena que tal vez recibiría en todo el día. Una pequeña sonrisa se instaló en su rostro, ahora ya no maldecía aquella noche en la que se desveló escribiendo aquel artículo. 

12:00 de la tarde, Amaya ya estaba bañada y bien comida, llevaba observando su móvil por mucho tiempo para ser verdad, sabía que tenía qué tomar el móvil y llamarle a Itachi, pero aún había una parte de ella que no quería hacer lo "correcto", no quería enfrentarse a la realidad, aquella que le decía que corriera de nuevo hacia el azabache, sino, que caminara, hasta se podría decir que se arrastrara hasta llegar a él. Suspiró tan fuerte que despertó a Tobi ya que éste se encontraba dormido al lado de ella, y por fin tomó su móvil, abrió la aplicación de contactos y buscó el del Uchiha. Amaya estaba a punto de pulsar el icono de llamar cuando le entró una llamada de Itachi, quedó sorprendida por las pequeñas coincidencias de la vida, tragó saliva y llevó el móvil a su oído.

-Ho-hola...- Amaya estaba bastante nerviosa

-Hola- Por otro lado, itachi sonaba bastante cansado y estresado

-Perdón por no comunicarme en estos días, es sólo que no sabía...-

-No tienes por qué dar explicaciones, lo entiendo, lo siento yo también-

Ambos se quedaron en silencio por un par de segundos

-¿Estás libre hoy?- Itachi fue el que rompió el silencio

-Claro-

-¿Te parece si nos vemos a las 6:00 en el parque Shinjuku Gyoen?-

-Me parece bien-

-Bien, tengo qué colgar, tengo una reunión-

-Está bien, suerte-

-Gracias-

Ambos colgaron al mismo tiempo. La conversación le dejó un mal sabor de boca a Amaya, pues el Itachi con el que acababa de hablar no era el mismo de siempre. Se sentía, como si de cierta forma él ya no la amara, como si él hubiera pensado lo mismo que ella, y que por esa razón, el Uchiha terminó por darse cuenta que no la seguía amando en realidad, que sólo era un capricho o la soledad que sentía después de perder a su esposa. Amaya sintió una gota salada entrar por la comisura de sus labios, no podía creerlo, río para sí misma. Llevaba bastante tiempo sin llorar por el amor de su vida, y lo más gracioso de todo esto, es que lloraba por meras suposiciones suyas, tal vez Itachi sólo estaba cansado o tal vez estaba estresado por la reunión que tendría. 

-Idiota- Amaya se dijo a sí misma mientras limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos. Idiota, idiota y mil veces más idiota, por que a pesar de tantos años, personas, lugares y emociones, seguía queriendo al azabache como desde el primer día. Y es que no podía creer que el amor, el verdadero amor, podría llegar a ser así de duradero, de doloroso y placentero. Nunca creyó aquellas historias que veía por internet de dos ancianos que llevan juntos 60 años y se siguen amando con la misma intensidad de siempre, pero ahí estaba el mundo, dándole una gran bofetada mientras se reía de ella, porque por fin, ella podría decir que sí, que esas historias de los ancianos era cierta, pues ella creía que seguiría amando a Itachi hasta el día de su muerte, sin importar qué, sin importar si terminen juntos o separados al final de toda esta odisea.