𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)

...Girl

El Sol ya estaba más que puesto sobre el cielo, el gordo de Tobi lamía cada parte de su cuerpo aún con pereza, Amaya e Itachi mientras guardaban las cosas y acomodaban la cabaña no decían ni una sola palabra sobre lo sucedido anoche, pero al final de todo, tenían qué hacerlo, tenían que afrontar lo sucedido y saber qué era lo que querían, qué pasaría después de salir por esa puerta. La agente de bienes raíces llegó por ellos, mientras se disculpaba por todos los malos ratos que les hicieron pasar. Durante la bajada de la montaña la agente no les daba tiempo ni de decir una sola palabra, se la pasó hablando sobre demás cabañas, incluso, les dijo que les podría dar algún pequeño descuento en cualquier cabaña que decidieran comprar. Abordaron el tren aún con la pena de todo lo sucedido, pero Itachi había tomado una decisión la noche anterior, debía de por fin, darse la satisfacción de estar con la persona con la que desde un principio debía de estar, si las cosas funcionarían o no yo lo dejaría a decisión del destino, mientras tanto, sabía que también debía de cumplirle esa promesa a Hidéyo, la promesa de ser feliz, feliz a lado de Amaya.

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Bajaron del tren e Itachi tomo delicadamente la muñeca de Amaya, esta al sentir el tacto del azabache se ruborizó y por mero instinto bajó la mirada

-Sobre lo que pasó anoche...-

-No es necesario que lo digas Uchiha, ya tengo más que claro que nunca podremos estar juntos de nuevo-

-No era lo que iba a decir-

Amaya alzó la mirada para poder ver los ojos tan puros del azabache, la miraba como la llegó a mirar cada vez que despertaban juntos, o como aquellas tantas veces que hicieron el amor sin preocuparse de un mañana, o aquellas veces, que sorprendía al Uchiha mirándola mientras ella le contaba lo más incrédulo de su día. Sí, su mirada era como antes, esa mirada que podía dejar quieto su corazón mientras un rayo cruzaba por todo su cuerpo, esa mirada que le hizo sacar tantos suspiros y sonrisas antes de dormir o durante clases. Hasta ahora, se daba cuenta que de verdad añoraba ese sentimiento. Deseaba rodearlo con sus brazos y nunca más soltarlo, olvidarse de todo y de todos, tomar el primer vuelo a Seúl, Busan, Brasil, Francia o a donde demonios fuera, con tal de estar a su lado, con tal de comenzar desde cero.

-Estoy... estoy dispuesto a enfrentarme al mundo entero con tal de estar de nuevo contigo, durante todos estos tormentosos años no hubo ni una noche que no pensara en ti, no hubo ni un solo día donde no deseara llegar a casa y encontrarte ahí, esperando a por mí. Te deseo, te amo y te añoro cada vez más conforme pasan los malditos días. Quiero que formes parte de mi vida de nuevo, quiero que me aceptes y que aceptes a mi hijo. Quiero formar una familia contigo, quiero viajar contigo, comer contigo, quiero hacer todo contigo-

-Itachi, yo...-

-No hace falta una respuesta en este momento, puedo esperar, pero por favor, no demores tanto Hayashi-

-No hará falta que esperes, Uchiha-

Los ojos del azabache se abrieron 

-¿A qué te refieres?-

-No hará falta que esperes porque ya tengo una respuesta-

-En serio, puedes pensarlo mejor-

-No hace falta. Sabes que nunca te he dejado de amar y hasta ahora he llegado a la conclusión de que nunca lo dejaré de hacer. Itachi, no sabes cuánto te he extrañado, cada cosa que hacía me recordaba a ti, cada lugar al que iba o cada maldita canción que escuhaba, todo me recordaba a ti. Pero tengo miedo, tengo miedo a que tal vez me rechace Katashi, tengo miedo a lo que dirá tu padre y el padre de Hidéyo ¿Y si se niegan a que estemos juntos? Hace mucho le prometí a Sasuke que me alejaría de ti, porque tenías qué salvar la vida de tu madre, ¿Y si Sasuke también no lo acepta? Tengo miedo de lo que nos espera allá afuera, tengo miedo de que el mundo se nos venga encima, porque lo que más me importa es que tengas una buena relación con tu hijo, no quiero que por mi culpa tu lazo con él se corrompa-

-No tienes qué pensar en todo eso, no tenemos por qué rendirle cuentas a nadie, no tenemos por qué preocuparnos por lo que digan los demás en ningún momento, nos hemos dejado influenciar tanto por el qué dirán que terminamos por destruir nuestra relación. Sobre Katashi, supongo que tienes un poco de razón, pero con el tiempo se lo diré, es un niño inteligente y comprensivo, haré lo mejor que pueda para que pueda tomarlo bien. Sólo déjamelo a mí-

-¿Te recuerdo qué pasó la última vez que te encargaste de algo por tu cuenta? Exacto, terminamos con nuestra relación, esta vez lo haremos juntos, sin excepciones, no quiero volver a lo de antes, quiero que mejores como personas y como pareja-

-Está bien, Hayashi-

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Itachi dejó a Amaya en su departamento, tenía qué regresar a su casa, ducharse e ir por Katashi, aún se seguía planteando cómo era la mejor manera de decírselo a su hijo, no tenía la menor idea de cómo lo haría, pero haría su mejor esfuerzo.

-Itachi-

-Buenas noches señor Hiashi-

-¡Papá!-

-Hola Katashi ¿Cómo te la pasaste?-

-Increíble, el abuelo me enseñó cómo pescar-

-Ya veo... de nuevo, muchas gracias por llevar a Katashi de campo-

-No es nada, al final, es lo que me queda de mi hija. Itachi, mañana pasaré por tu oficina, tenemos qué hablar sobre algo-

-Entiendo-

Durante todo el trayecto hasta casa de Itachi, Katashi no dejaba de hablar

-Le di el dibujo al abuelo, le gustó mucho. Le dije que Amaya-sama era la mejor maestra-

Itachi ahora podía confirmar sobre qué era de lo que quería hablar con él mañana. Katashi le había contado que Amaya le daba clases, Hiashi no podía permitir que ella se acercara a su nieto, pero en estos momentos no le importaba en lo más mínimo sobre lo que pensara Hiashi, ahora podía estar con Amaya y nadie le quitaría la oportunidad de ser completamente feliz; ni en esta vida, ni en la siguiente.