11:00 p.m era la hora que marcaba el reloj que colgaba en una de las paredes de la sala. Katashi seguía dormido y seguía esperando la llegada de Itachi. Me había destinado a distraerme leyendo pero no funcionaba. Mi cabeza era un maldito remolino de preguntas pero más que nada, se enfocaba en formular oraciones concisas, cortas y entendibles para que el azabache a la primera que escuchara no hiciera la común pregunta, sí, esa "¿Qué?".
Los nervios que sentía iban en aumento a cada minuto que pasaba, estaba segura, que no tardaría mucho el momento en que Itachi cruzara esa puerta sin la más remota idea de que le preguntaría algo tan sorprendente. La música en ese momento no surtía ningún efecto en mí y para mi desgracia ya llevaba más nicotina en mi cuerpo de la que me gustaría llevar e incluso un poco de alcohol. Las ansias se apoderaban más de mí y lo más decepcionante es que sabía que en el momento en que el azabache llegara lo arruinaría todo a pesar de que (Si Dios me ayuda) tuviera una frase buena para decir.
No sabía qué ser tan ruin podría envenenar la mente de un niño con tales acusaciones sobre la relación de sus padres y lo peor es que yo estaba enmiscuida en todo este asunto. El único que podría hacer algo así sería el señor Hyuga. Razones de sobra tiene para hacerlo pero lo dudaba mucho, quiere bastante a su nieto y el hacer tales rumores sobre Itachi no ayudarían mucho a su estatus social o más bien, al estatus social de su apellido. Enemigos de los Uchiha hay muchos y sin embargo, no conozco a ninguno. No tenía tal poder social como para investigarlo por mi cuenta además que Katashi realmente no es mi hijo y tenía un trato con Itachi de que haríamos todo juntos.
11:15 p.m, a veces sentía que el tiempo se iba lento pero al mismo tiempo rápido. El sonido del timbre hizo que me sobresaltara, este era mi maldito fin.
-Hola, perdón por llegar tan tarde, había tráfico- Itachi me saludaba lo más animado que su cuerpo se lo permitía
-No hay problema, Katashi sigue dormido, pasa- Me hice a un lado para dejar al azabache entrar, se quitó su saco y lo colgó en el perchero de la entrada mientras se quiataba los zapatos y dejaba a un lado su maletín.
-¿Gustas algo de tomar o comer?-
-Estoy bien, tomé un café hace rato gracias. ¿Cómo estuvo tu día con Katashi?- Ni quiera quise escuchar mas, como si alguien me hubiera metido un inmenso golpe en el abdomen mientras me decía en el oído "dile de una puta vez" las palabras salieron de mi boca como un maldito lanzacohetes
-Tenemos qué hablar- Itachi se sorprendió por la forma tan seria y seca en el que lo dije, se quedó callado por unos segundos analizando mi rostro y dió un gran suspiro
-¿Hizo algo malo Katashi? Le dije que se portara bien ¿Dijo algo malo hacia tu persona?-
-¿Qué? No, claro que no. Katashi fue muy bueno. Es sobre otra cosa pero me gustaría que tomaras asiento- El azabache aún sin comprender nada, tomó haciendo sin apartar su vista de mí. Suspiré bastante escandaloso e hice lo mismo que él, sentarme mientras entrelazaba mis manos sudorosas
-Verás, cuando recogí a Katashi de la escuela salió un poco desanimado, el simplemente dijo que estaba cansado pero lo animé un poco llevándolo a comer y a la feria. Estuvo alegre todo el día hasta que al final me dijo algo bastante amargo.
Dijo... Que alguien de sus compañeros le dijo sobre lo que tuvimos tú y yo cuando yo era tu alumna y tú mi maestro. También le dijo que tú nunca quisiste a su madre y que no estuviste en sus últimos momentos por estar conmigo- Itachi se quedó callado mientras agachaba su cabeza y pude ver cómo apretaba sus puños
-¿Y tú qué le dijiste?-
-Solamente le dije que no era cierto, que si bien tú fuiste mi maestro nunca pasó nada entre nosotros y que las veces que tú no estuviste cuidando a Hidéyo era porque o lo estabas cuidando a él o atendiendo cosas de la empresa. También le dije que sí amaste a su madre, que si no hubiera sido así él no estaría en este mundo. Eso fue lo que le dije-
Un silencio se formó entre ambos, estaba segura que lo que le había dicho a Katashi fue lo correcto y sabía que el azabache pensaba lo mismo. Lo que le hacía sentir rabia es que alguien se ha atrevido a llenar a su hijo de ideas terribles. Y ambos sabíamos a quién atribuirle tales actos. De ahí en más, supuse que en estos momentos Itachi se sentía bastante mal por todo esto. No sólo se trataba sobre su pasado o sus sentimientos o la simple empresa. Se trataba de que estaban llenando de ideas a su hijo que con el tiempo harían que Katashi sintiera cierto rencor hacia él, dejando al final una gran ruptura entre ambos. Itachi ama con todas sus fuerzas a su hijo, incluso más que a su propia vida, si le quitan a Katashi de su lado le quitan todo y no lo culpo, es lo último que le queda de aquel matrimonio con Hidéyo. Katashi le dió esperanzas de seguir despertando cada día y seguir intentándolo sea de la manera que sea.
-Gracias por decírmelo, yo lo arreglo-
-Itachi, quedamos en que arreglaríamos las cosas juntos, déjame ayudarte en esto-
-¿Y cómo se supone que me ayudarás? Tarde o temprano Katashi se entraría de todo esto y tengo qué detenerlo antes de que se esparza más el incendio-
-No puedes hacerlo solo, necesitas ayuda-
-Y te lo vuelvo a repetir ¿Qué se supone que harás tú? ¿Jugar a la niñera nada más? No conoces a las personas que están metidas en todo esto, yo sí. Katashi es mi hijo, no tuyo así que si no quiero que te metas en los asuntos de mi hijo no te metes y punto. No tienes ningún derecho a opinar- Sentí cómo un nudo se iba formando cada vez más en mi garganta, ni si quiera me había dado cuenta que había empezado a llorar. Las palabras de Itachi habían calado en cada parte de mi cuerpo, no podía creer con qué facilidad pudo decirme todo aquello
-Cruzaste la línea- fue lo único que pude decir, fue lo único que me pude permitir decir. No tenía nada más para decir, me sentía humillada de la peor manera. El azabache me había hecho sentir tan insignificante y pequeña que ni siquiera quería seguirle viendo la cara
-Amaya lo siento, no fue lo que quise decir-
-Pues lo dijiste ¿Y sabes qué es lo peor? Que realmente sí querías hacerlo, lo ví en tu mirada. Lamento no querer dejarte solo en esto. Si no quieres mi ayuda nunca más creo que hay otras maneras de decirlo. De nuevo Uchiha Itachi, gracias por hacerme a un puto lado y humillarme de esa manera- Terminé de escupir estas palabras con tanta rabia que caminé lo más rápido que pude y llegué en tiempo récord al baño, estaba cansada de que él me viera como alguien débil, alguien que no podía aportar nada bueno nunca en ninguna circunstancia. Creía, que las cosas cambiarían y por fin me tomaría como alguien igual a él, a su misma altura. Qué ciega e inepta me sentía. No podía creer lo ilusa que fuí al pensar que alguien como Uchiha Itachi pensaría algo así de una persona como yo. Pero a pesar de todo esto, quería seguir protegiendo al pequeño azabache que aún seguía dormido en mi habitación.
Dos toques a la puerta bastante sutiles me hicieron salir de mi trance, me miré por última vez al espejo mientras secaba con pesadez las lágrimas con los nudillos de mis manos.
-Amaya, lo siento mucho. Sólo entiende que esto fue mucho por asimilar, sabes que te necesito en esto y en muchas otras cosas. Por favor, sal y hablemos de esto ¿De acuerdo?-
Me quedé callada por segundos que seguramente le parecieron horas eternas al azabache. Me destiné a salir y encararlo. Si bien lo único que quería en ese momento era meterme a la cama y hacerme bolita por mi tremenda humillación debía de arreglar esto antes de que Katashi despertara. Salí de la puerta y como pude, sostuve mi mirada con la del azabache
-Amaya yo...-
-Escúchame bien, Uchiha Itachi porque esta será la primera y la última vez que lo diga. No quiero que en lo que nos resta de vida me vuelvas a hablar de esa jodida manera. No soy inferior a ti, no estás por encima de nadie para hablar de esa manera. Deja tus complejos de yo puedo y quiero. Estoy harta de que me tomes como una puta burla pues no lo soy. Así que, o dejas esas conductas conmigo o te voy a mandar directamente por un tubo ¿Entendido?- Itachi tragó saliva y sólo asintió con su cabeza
-Bien, es cierto que tienes más conexiones que yo para averiguar quién le está metiendo estas ideas a Katashi. Aunque claro, ambos sabemos quién puede estar detrás de todo esto. Sin embargo, tu apellido te ha atraído a varios enemigos y eso es algo que no podemos evitar. Ese tipo de personas nunca se tientan el corazón por nada ni por nadie. Katashi no es la excepción- Itachi analizaba con delicadeza mis palabras mientras mantenía sus brazos cruzados. Llevó su mano a su sien y empezó a hablar
-Estoy de acuerdo en que no tienes las mismas conexiones que yo pero aún así, necesito que investigues por tu cuenta quién fue el niño que le dijo tales cosas a Katashi. Al parecer mi hijo te tiene cierta confianza y eso nos puede ayudar. Además de que así puedes pasar más tiempo con él si es que así lo deseas- Por primera vez después de tantos años de conocernos el azabache empezaba a compartir ideas y planes conmigo. Planes que implicaban la felicidad y seguridad de ambos. Porque al final de todo, Katashi nos unía de una forma increíble, Katashi era la luz de Itachi y la mía. Habíamos pasados por tanto que ni siquiera pensamos en que volveríamos a ver el Sol, esta vez no lo soltariamos.
-Ya es un poco tarde y Katashi sigue dormido, pueden quedarse a dormir aquí si es que gustas- el cansancio que llevaba por todo su cuerpo el Uchiha hizo que lo obligara a aceptar mi propuesta. Tomé algunas sábanas y las llevé al cuarto de invitados
-Si necesitas algo estaré en la sala de estar- me destinaba a salir de la habitación cuando las manos de Itachi se engancharon a mis caderas aprisionandome, dejándome sin escapatoria. Una corriente de energía recorrió todo mi cuerpo helandome por completo
-No creerás que te dejaré dormir en un sofá cuando yo soy el que está de intruso ¿Verdad? Lo mejor sería que compartamos cama- esto último lo dijo tan cerca de mi oído que casi podía sentir su cálida respiración. Tenía qué calmar mis malditos nervios o juro por todos los dioses que me lanzaría a sus brazos como si los de Morfeo se tratara
-¿Dónde quedó tu caballerosidad? Creí que dirías algo como 'Oh, querida Amaya, no te preocupes, yo dormiré en el sofá, tú descansa tranquilamente'- Itachi río y me miró directamente a los ojos
-Vamos Amaya, ya no somos unos niños, no es como que sea la primera vez que dormimos juntos. Además, estoy bastante agotado como para querer dormir en un sofá ¿No te apiadaras de mí?- era la primera vez que Uchiha Itachi hacía un lindo puchero, la primera vez que me pedía algo, no podía negarme y no lo hice. Rodé mis ojos y lo tomé de las manos para encaminarnos a la cama pero antes de ello Itachi se quitó la camisa. Terminé boquiabierta, hacía mucho que no veía su torso tan bien formado y las cosas no iban mejorando a mi favor, ahora tenía al azabache sin camisa y sin pantalones. Suplique miles de veces a todos los dioses que me dieran fuerzas para esta noche mientras el azabache se acostaba a mi lado
-Lindos sueños Amaya- Itachi dijo esto de una forma tan burlona que era más que notorio que él había notado como salía baba de mi boca inconscientemente. Me sentía sin duda alguna una total perdedora, había quedado como una maldita perra en celo, como si nunca hubiera visto a un hombre semidesnudo o mejor dicho, como si nunca lo hubiera visto a él semidesnudo. Aceptando mi derrota, me dispuse a apagar la lámpara que se encontraba a lado de la cama. Giré mi cuerpo para darle la espalda a Itachi, no quería perder horas de sueño por admirar como una adolescente su tonificada espalda. Cerré mis ojos y sentí un peso detrás mío y cómo unos brazos aprisionaban mi cuerpo. La respiración del azabache chocaba contra mi nuca y podía sentir cómo aspiraba mi aroma sin el menor apice de vergüenza. En un momento como estos lo hubiera golpeado de inmediato y alejado pero vamos, se trataba de Uchiha Itachi, extrañaba su cercanía. Extrañaba sentirme amada por alguien. Con una sonrisa de oreja a oreja y con un remolino en mi estómago me fuí entregando a los brazos de Morfeo. Mañana sería otro día.Holaaa
Sé que otra vez tardé mucho en actualizar pero estoy pasando por un bloqueo creativo además de que la escuela me ha dejado muy cansada.Anyways, espero y les haya gustado el episodio.
Los y las quiero.
-paorelaa.
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𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)
FanfictionNo quería creerlo. No podía creer que tú me dejarías. •Algunos personajes fueron creados por mí, otros pertenecen a Kishimoto.