𝑅𝒶𝒾𝓃𝓎 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉 / 𝐼𝓉𝒶𝒸𝒽𝒾 𝒰𝒸𝒽𝒾𝒽𝒶 (Editando)

butterfly

La brisa fría chocaba con fuerza en mi rostro. "Sólo faltan 10 minutos, puedes soportarlo un poco más". No entendía por que la vida había conspirado en contra de mí justamente hoy. Era la primera vez que iba a tener la responsabilidad de otra vida sobre mis hombros, era la primera vez que pasaría UN MALDITO DÍA COMPLETO CON UN NIÑO. Pero a pesar de todo ello, me sentía feliz de pasar mi tiempo con Katashi, pues ese niño tenía  algo muy diferente al resto. Parecía que lo único que tenía de niño era su estatura, pues en mentalidad era alguien que incluso era más maduro que algunos adultos. Me apresuré a terminar mi cigarrillo, pues ya faltaba poco para que Katashi saliera de clases. Un ruido proveniente de la escuela que pude confirmar después de unos segundos que eran risas de niños me puso los pelos de punta, "okay, aquí vamos". Los niños salían apresurados mientras corrían a los brazos de sus padres, a lo lejos, pudo divisar como Katashi iba saliendo de la puerta principal sin ir apresurado, sin gritar ni reír, sólo veía a un Katashi callado, sin amigos y un poco cabizbajo. 

Katashi me vió y me dedicó una agotada sonrisa, ¿A caso estaba triste porque fui yo la que vino por él esta vez? Traté de darme ánimos, quería pasar el día con un niño que se había uno de mis motivos, unas de mis razones para sonreírle a la amarga vida. 

-Hola Katashi-

-Hola Amaya-sama-

-¿Sucede algo?-

-No. sólo estoy un poco cansado- Pude notar en su rostro que mentía, se sentía una tristeza venir de su pequeño y frágil cuerpo ¿A caso Katashi salía así de clases todos los días? ¿Lo molestarían dentro de la escuela? Me di cuenta, que no conocía del todo a Katashi, que no conocía la dualidad que se encontraba instalada en él. Patética, así es como me sentí, no conocía nada de niños. Se podía hablar de una forma fluída con Katashi pero esta vez realmente lo sentía como un niño y esto me aterraba, nunca supe ni siquiera qué tono de voz debía de emplear con los niños, no sabía ni siquiera a cuál lugar llevarlo para que despejara su mente, que olvidara por un momento lo que le atormentaba y que borrara por completo esa cara larga y abrirse paso a una hermosa sonrisa.

Terminé por tomarlo de la mano y dedicarle la sonrisa más honesta que pude.

-Supongo que tu padre te dijo que pasarás el día conmigo hoy ¿Verdad?-

-Sí Amaya-sama, pero realmente no me siento con ánimos de hacer muchas cosas hoy-

-Humpf, eso es una lastima. Pensaba llevarte a comer pizza, jugar un rato en la feria que acaban de abrir y tomar chocolate caliente mientras vemos una película. Pero si prefieres estar todo el día aburrido entre cuatro grande paredes por mí está bien- Inesperadamente, Katashi tomó mi mano con fuerza y empezó a jalar de esta llevándome lejos de su escuela

-Olvídelo Amaya-sama, creo que la pizza me hará subir mis ánimos- Sonreí dentro de mí, lo estaba logrando, o al menos eso era lo que creía... por el momento.

Llegamos en un abrir y cerrar de ojos a la pizzería más cercana, Katashi tenía hundido su rostro en el menú. No paraba de hablar consigo mismo, o al menos eso parecía pues por escasos segundos se alejaba de la carta y decía algo entre dientes para al final terminar por negar con la cabeza y volver a lo que estaba haciendo segundos atrás.

-¿Necesitas ayuda con lo que quieres comer?-

-Algo así- Dejó de lado el menú, se paró sobre el sofá y se acercó más a mí mientras ponía sus dos pequeñas manos en cada extremo de su rosto -No sé qué pedir Amaya-sama, estoy entre una malteada de vainilla y papas fritas o un helado triple de menta con una soda tamaño mediano y una hamburguesa o pizza con soda tamaño mediano con papás fritas y helado de menta- Agité un poco su cabello al momento que le daba una sonrisa de medio lado