XVIII

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Capítulo 18.



Justin Yastre había muerto.

Como lo esperábamos.

¿De qué sirve investigar quién es el próximo en morir si mueren de todas formas?

Pensamos en hablar con la policía, pero creemos que si lo hacemos el asesino deje de poner las notas, ya que, siempre las pone luego de que la policía se va, a propósito de que nosotros las encontremos.

A Justin lo encontraron el viernes, en un motel de paso a las afueras del pueblo. En cuanto nos llegó la noticia Leah no dudó en subirnos a todos en el coche de Liam e ir rumbo al motel.

- Este lugar da escalofríos. - Murmuró Leah a mi lado.

- No te quejes ahora que ya estamos aquí - Le respondí.

Nos adentramos y lo primero que vimos, aparte de que aunque por fuera se viera horrible, por dentro es bastante lujoso y moderno, había varios policías que fueron a investigar el lugar, más atrás, la recepcionista.

- Hola, queremos una habitación para cuatro. - Pidió Leah sonriente.

- Lo siento, pero solo tenemos habitaciones matrimoniales.

- Oh eh bueno, entonces dos.

Pagamos lo correspondiente entre los cuatro y la señora de unos 40 años, por lo mucho, nos dio las llaves.

Nos encaminamos hacia las habitaciones, pero antes de llegar Leah me paró.

- Necesito que me hagas un favor.

- Que?

- Duerme en una habitación con Sean.

- Que? No.

- Por favor, escucha, tal vez no son las mejores circunstancias pero puede que hoy se nos de con Liam, sabes que mi padre es super sobreprotector y jamás dejaría que un chico entre a mi casa, y en su casa están siempre sus hermanos.

- Ugh, sólo porque sé que nos quedaremos un rato hasta que podamos entrar en la habitación del chico muerto.

- Si! - Leah saltó sobre mí y me abrazó. - Y ey! no digas chico muerto, queda un poco brusco. - Rodeé los ojos.

- Como sea. - Ella también puso los ojos en blanco y se fue con Liam, que estaba hablando con Sean, éste último se me acercó.

- Parece que pasaremos la noche juntos en un motel. - Me dijo levantando y bajando las cejas.

- No te ilusiones, no pasará nada.

O si...


...



- Cuánto falta para que se vayan?

- Yo que sé, pregúntales.

Hace aproximadamente tres horas que estamos en esta habitación esperando que los policías terminen de inspeccionar las escena del crimen.

Ya eran cerca de las 23:00 y me encontraba acostada en la cama leyendo por el celular, y mi acompañante miraba por la ventana.

Sean rodó los ojos antes mi respuesta, pero luego pareció pensárselo por unos segundos y me miró con una media sonrisa.

- Creo que ya sé cómo podemos hacer que el tiempo pase más rápido. - Dijo mordiéndose el labio mientras se acercaba a mi.

- 10 metros de distancia jovencito. - Sean sólo rió y siguió aproximándose hacia mi.

- Porqué negar esta atracción sexual que hay entre nosotros?

Atracción sexual? Ja.

Bueno, puede ser.

Quiero decir, Sean es lindo, tiene un muy buen cuerpo y besa bien, es un idiota, pero un buen candidato para tener en la cama.

Aunque ahora que lo pienso, hace mucho tiempo que no tengo sexo.

Miré a Sean a los ojos, estaba a sólo milímetros de mi rostro, así que podía ver cada parte de éstos. Él miraba mi boca, esperando que le diese el sí para salir disparado en una carrera.

No esperé más y uní mis labios con los suyos. Me besaba con ternura y desesperación, como si hubiese estado esperando mucho por este momento.

No lo quiero repetir pero, besa jodidamente bien.

Ugh, ¿Por qué soy tan fácil cuando se trata de Sean?

Sus manos viajaron de mi cara a mi cintura, empujándola más hacia su cuerpo, yo coloqué las mías detrás de su cabeza, mientras que con una agarraba despacio su pelo.

La mano que estaba en mi cintura por encima de la tela de la remera, ahora está debajo, tocando mi piel con sus tibias manos. Comenzó a subirla, despojándola de mi cuerpo, dejándome en sujetador. Yo hice lo mismo con la suya, ahora los dos estábamos encuerados.

Sean comenzó a besar mi cuello, calentando cada parte de mi cuerpo, pero justo en ese momento alguien tocó la puerta. Nos separamos rápidamente y buscamos nuestras camisetas. Volvieron a tocar.

- Ya va!

- Que tanto hac... Oh. - Leah entró en la habitación y nos encontró terminando de vestirnos. - No lo puedo creer! Si! No se si tienen algo, bueno, obviamente tienen algo, que son? novios? na no creo, amigos con derecho? si! lo sabía, sabía que tenían ganas de cojers..

- Leah! Para, no pasó nada, que quieres? - La interrumpí ya que estaba hablando demasiado rápido.

- Ni piso nidi, pf si claro, luego hablaremos, ahora, los interrumpí porque ya se fueron los policías y es hora de investigar. Como dije, FBI un poroto. - Rodeé los ojos.

- Si, como sea, vamos - La empujé de los hombros y la guíe hasta la habitación del crimen. 





Mysterious Murder ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora