Capítulo 21.
Narra Sean.
No me esperaba a Beth tan sentimental.
Es muy buena ocultando sus sentimientos detrás de esa cara de culo.
- Sabes que realmente no fue tu culpa que tu madre muriera verdad? - Traté de animarla.
- Lo sé, pero me lo repitieron tanto que he llegado a creerlo.
- Pues no lo creas, si te dicen eso es porque intentan buscar un culpable con quien descargar toda la tristeza y enojo que tienen por ese hecho.
- Supongo, después de varios años ya me cansé de escuchar siempre lo mismo y simplemente comencé a ignorarlos.
- Y haces muy bien.
- Y tú? Sean Palmer? Que triste historia escondes detrás de esa fachada de fuckboy? - Preguntó con una media sonrisa.
FuckBoy?
- Acaso dijiste fuckboy? Puedo ser el tuyo si quieres. - Ella rodó los ojos.
No niego ni afirmo que me acostumbre tanto a verla hacer ese gesto que me terminó gustando.
- Puede. Vamos, cuéntame tu historia y ya no me sentiré vulnerable.
- Bueno, yo tampoco se muy bien cómo empezar, mi historia no es tan distinta a la tuya, también incluye problemas paternales, la diferencia es que mi padre no está muerto, aunque es como si lo estuviera. Unos meses después de que Sabrina naciera, se fue, sin decir a dónde o porqué, sólo nos levantamos un día con mi madre y ya no estaba. Lo llamamos e intentamos buscarlo, pero nunca nada. Hasta hace un año, que vino a nuestra puerta borracho, diciendo y haciendo cosas que prefiero ni recordar, pero se fue con un hermoso ojo morado y medio labio partido. Hizo sufrir a mi madre y a mi hermana, y eso nunca se lo voy a perdonar. Desde que se fue que sólo somos mi madre, mi hermana y yo, y no me quejo, me quedé con la mejor parte de mi familia.
- Supongo que hay personas que mejor perderlas que encontrarlas. - Beth me miraba con compasión, cómo si quisiera abrazarme.
- Si quieres nos abrazamos, o nos besamos, aunque personalmente prefiero la segun... - No terminé de hablar ya que tenía a Beth rodeándome con sus brazos, obviamente le devolví el gesto.
- Eres una de las pocas personas a las que abracé en mi vida, siéntete afortunado. - Dijo en mi oído. Reí.
- Es un gran logro para mí.
- Creo que al final sí fue el típico momento en el que decimos frases profundas y dejamos salir nuestros sentimientos.
- Si, creo que sí - Dije entre risas.
Nos separamos y nuestros rostros quedaron a centímetros. Puse un mechón de su cabello detrás de su oreja y ella se mordió el labio.
Oh, no debiste hacer eso.
No hice la espera muy larga cuando toqué sus labios con los míos.
Son adictivos sus besos.
Beth se sentó sobre mi regazo, dejando sus piernas a cada lado de mi cadera, mientras que tironeaba suavemente de mi pelo. Me encanta que haga eso.
Yo mantenía mis manos en su cintura, pero ella las agarró y las colocó en su trasero.
Ok, no me quejo.
La cosa se iba poniendo más intensa, pero todo el calor se apagó cuando mi teléfono empezó a sonar. Me separé sólo un poco de ella para ver que quien me llamaba era Liam
- No importa, que siga sonando. - Dije y la volví a besar, pero ella paró el beso.
- Tienes que atender, los dejamos varados en la fiesta llevándonos el auto.
- Ugh tienes razón.
Agarré mi celular y atendí.
- Que pasa? - Pregunté de mala gana.
- Estás con Beth?
- Si, porqué?
- Tienen que venir ya!
- Pero porqué, qué pasó?.
- Sólo vengan, es importante. - Dijo y cortó.
Y ahora qué?
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Mysterious Murder ©
Novela JuvenilOtro asesinato había ocurrido en el pueblo de Beacon Fall. La policía lo intentaba, pero no encontraba nada. Ellos eran 4 adolescentes rebeldes jugando a averiguar quien era el asesino, pero esto no es un juego. "Pueblo chico, infierno grande".