JungKook
Con la universidad de aquí no podía poner ningún pero, tenía buenas instalaciones y buenas carreras, excepto que era una mierda la organización. Este primer día había perdido las tres primeras clases, todo por un fallo en las listas que hacía creer que yo no estaba inscrito ahí.
Continúe con la carrera de artes musicales aquí, no iba a perder el primer año que había estudiado en Seul. Todo el campus estaba bien dividido y estructurado, lo único que llamaba mi atención al no tener sentido era un estante vacío, ubicado en el pasillo que daba paso a la dirección.
Hasta el momento no había hecho "amigos" en concreto, les he hablado a uno que otro pero ninguno con el que me siente para no estar solo; ni me interesa. Pero como el destino y la suerte últimamente se están burlando de mí, este día había estado lloviendo desde la mañana, y cuando se suponía que mi madre iba pasar por mi cancelo por una cita del trabajo. Maldije nuevamente mi gran mente para no recordar traer paraguas.
Corría extremos hacia algún lugar que me protegiera de la fuerte agua que caía, pero ya estaba más que empapado, podía sentir un gran charco en mis zapatos. Detuve mi andar en una pequeña esquina que me lograba tapar del tormento que caía.
- ¡Hey! ¡Chico! - giré a mis espaldas para ver quién me llamaba, ya que era el único idiota que estaba ahí. Era un chico un poco más alto que yo, tal vez sólo por centímetros, unos labios gruesos rosados y un pelo rubio. Me acerqué a este al ver que me hacía la seña de dicha acción -, Vaya tormenta se soltó ¿No crees? Aunque lo que no llego a entender es ¿Por qué no traes paraguas si desde la mañana estaba cayendo una chispeada?
-Ya- dije fastidiado por el tono de burla que había usado en sus palabras -, ¿Sólo eso?
-Algo así- sonrió mientras extendía su paraguas, estaba muy seguro que mis ojos se iluminaron por esa simple y tan pequeña acción -. Eres el chico que se mudó a la casa Yon, ¿No es así?
Asentí, acercándome a su cuerpo para que el paraguas me tapara. Aquel acercamiento me había permitido observar mejor aquel rostro de mi pequeño salvador el día de hoy. Era de test pálida, pero en la barbilla se le notaba el crecimiento de la barba que a la distancia no.
-Soy JungKook.
-Me queda de paso tu casa, ¿Me dejas acompañarte, JungKook?
-Por supuesto.
El caminó me había hecho conocer que era un parlanchín, yo solo respondía con pequeñas palabras sus preguntas. En toda esa caminata había conocido varios datos, como si fuera mi amigo de años tal vez. Iba en la universidad (era la única en esta ciudad) solo que en diferente especialidad y solo un año de diferencia.
Agradecía aquella platica que acorto el largo camino hacia mi hogar. Caminamos hasta el pórtico donde había bajado su paraguas.
-Tengo que entrar- saque las llaves de la entrada, pero gire una vez más hacia su persona -, Gracias por lo del paraguas.
-No es nada- sonrió -, Fue un gusto. Espero volver a verte.
-Igualmente... - silencie mis palabras cayendo en cuenta que jamás había preguntado su nombre.
-SeokJin. - dijo siguiendo su camino, observé el lugar por el que hace segundos se perdió de mi vista acompañado del sonido de las gotas caer a gran velocidad y reventar al impactar con la superficie sólida. Estaba tan perdido en escuchar la lluvia que un fuerte golpe dentro de la casa acompañado de un fuerte trueno hicieron que diera un pequeño salto del susto, entre por fin a la casa. Cambie de zapatos y dejando la chaqueta que logró protegerme un poco de la lluvia antes de que hyung apareciera. Mi madre no se encontraba en casa debido al trabajo, estaba solo.
Entré a la cocina por unas rebanadas de la pizza que habíamos comprado la noche anterior como cena, las recalenté y me serví un poco de soda. Subí con tranquilidad y frío a mi habitación, que ya estaba adecuada para poder dormir cómodamente.
Abrí la puerta pero frene en seco al ver como una escalera grisácea se desplegaba desde el ático, pero algo llamó mucho más mi atención: un montón de fotos junto con un libro con pasta ya desgastada en el suelo, la única teoría que paso por mi mente fue que había caído desde el nivel superior y había provocado el ruido de hace minutos o segundos.
Dejé todo el impedimento en mis manos para tomar los objetos, tomé un puño de fotos y miré sólo la primera: era un grupo de chicos, 8 para ser exactos, y dos chicas, una de ellas sonreía, haciendo que sus ojos formaran una simple línea curveada negra, tal vez estilo anime. Reí ante el primer concepto que formo mi mente por sus ojos. Su pelo teñido a un rubio demasiado pálido contrastaba con su algo pálida piel.
Terminé de recoger las fotografías y las lancé a la superficie del escritorio blanco que tenía en una esquina del cuarto, terminé por tomar el libro pero este era algo pesado, tal vez por cosas que traía entre las páginas ya que no podía cerrar bien, así como su apariencia la pasta se sentía ya desgastada, y las hojas tenían un color amarillento del tiempo tal vez, este lo lance como las fotos y doble la escalera, tal vez mi madre había entrado ahí y no cerró bien.
Caminé nuevamente fuera de mi habitación para ir al baño y poder quitarme de una vez por todas, mi ropa mojada que no haría más que provocarme un resfriado. Me puse mi pijama que solo era un short ligero verde militar y una camisa demasiado grande negra. Regresé a mi habitación y me recosté en la cama a comer mientras veía algún video o película en el computador.
Había elegido seguir con una serie que hace tiempo deje de ver, pero algo es algo, mientras comía mi vista se fue hacía el libro que descansaba en mi escritorio, Perdí la cuenta de las veces que deje de prestar atención al ordenador para observar el libro, algo en él hacía que no dejara de verlo. Una gran sensación en mi cuerpo envolvía mi cuerpo al ver aquel objeto una y otra vez.
Suspire, rindiéndome ante la curiosidad cerrando el ordenador para caminar hacía el escritorio y tomar el libro. Tome asiento en la silla que hacia pareja con el escritorio.
Abrí el interior y de inmediato el olor a humedad lleno mis fosas nasales, la primera hoja estaba en blanco, la segunda casi igual de no ser por una pequeña escritura en la esquina inferior con tinta negra, una caligrafía demasiado fina mostrando las palabras "Yon JiWoo".
El recuerdo de SeokJin nombrando el mismo apellido golpeó mi mente, "la residencia Yon". Volví a cambiar de página, ésta tenía ya un gran contenido y fotografías sujetas a esta.
"28-08-2015
He regresado ¡Yai!
Hoy hemos salido a comer todos los muchachos y yo por haber ganado el concurso de música, Connor y Christian han hecho un gran trabajo como siempre con la letra. Ellen ha hecho un excelente trabajo también con la coreografía.
No es mi mejor regreso a esto, estas semanas se han vuelto aburridas desde que cruzo el pórtico de la entrada hacia mi hogar.
JiWoo fuera :)"
Levanté mi mirada de golpe por un trueno, puesto que siempre había tenido un pavor inmenso a aquellos fenómenos de la naturaleza. Cambie de página insatisfecho de mi anterior lectura, un diario. Hace mucho había dejado de escuchar de alguien que escribiera en estos objetos.
"02-08-2015
Otra pelea más con mis padres sobre el contrato con la disquera... ¿Cuándo podrían entender que ese es mi sueño y que lo comparto con Connor?
JiWoo fuera :)"
Iba a cambiar nuevamente de página pero mi cabeza por fin pensó, me detuve para mirar la fecha de algunas hojas, todas son hace cuatro años, lo que me lleva a pensar que esta chica, JiWoo, ahora tiene 25. ¿Cómo reaccionaría si le doy de nuevo su diario? ¿Seguirá aquí? ¿Qué era de ella y sus amigos ahora?
Muchas cuestiones pasaban por mi mente pero ninguna tenía respuesta clara, deje de leer para intentar dormir en la cómoda cama, acción que no tardó mucho en hacer efecto.
ESTÁS LEYENDO
Hortensia || ¡JJk! ||
Bí ẩn / Giật gân¿Has escuchado la frase "Escribir y leer diarios es lo más aburrido"? Por supuesto que no, nunca es aburrido leer los secretos de otra persona. Pero ¿Qué les pasa a los diarios cuando sus dueños se aburren y dejan de llenarlos? ¿Tal vez guardan sus...