Hortensia || ¡JJk! ||

Dieciséis

JiWoo

Camine por el estrecho pasillo que me dirigía a los casilleros, donde sin mover mi vista del frente, la demás gente pasaba sin prestarme atención.

Una vez que estaba frente al ya maltratado asiento de mi aula, abrí la carpeta dejando caer una pequeña nota amarilla. Introduje mis cosas sin preocuparme y salir de ahí; en estos últimos días habían comenzado a dejarme notas en cualquier oportunidad. En el aula cuando por alguna razón dejaba mis cosas solas por unos momentos –justo como ahora-, preguntaba a mis compañeros pero nadie tenía idea.

Apenas cruce la puerta principal de salida, el fuerte y frío aire golpeo todo mi cuerpo, amaba este tipo de clima pues no tenía que estar incomoda por el sudor y el calor. Camine hacia la fornida y gruesa silueta que me daba la espalda mientras esperaba sentado en la pequeña jardinera de la universidad.

— ¿Que no se supone que ibas a salir temprano?— pregunte abrazándole por la espalda, mientras que este daba un respingo por la sorpresa. Me encontré con esos ojos delgados que amaba.

—Y lo hice — junto nuestros labios en un pequeño momento para después levantarse, ahora era más alto que yo, incluso que tenía que levantar mi cabeza para poder verle. Mi cabeza estaba muy lejos incluso de alcanzar su hombro —, Pero quise esperarte.

— ¿Por qué? — alegue comenzando a caminar hacia el auto que pertenecía al hombre a un lado de mí.

—Yon JiWoo, déjame hacer este tipo de detalles ¿Puedes?— me abrió la puerta del copiloto, acto que desde siempre había hecho pero que no dejaba de hacerme sentir vergüenza. Una vez que ambos habíamos entrado el auto comenzó a avanzar.

—¿Puedo mañana pasar por ti e irnos juntos?— pregunto antes de que bajara de su auto, a mi lado derecho estaba mi hogar, una casa de un color amarillo muy tenue, y los rosales de mi madre decorando el jardín, recuerdo a la perfección cuando plantamos esos rosales, era un verano y a mi padre le habían ascendido de puesto y por esa razón no estaba con nosotros, ese mismo verano había comenzado a hablar con YoonGi, un compañero de mi misma universidad y carrera solo que él iba un grado mayor que yo, los demás chicos ya le hablaban pero conmigo siempre era frio; cuando me quejaba los muchachos me decían de broma que así actuaba yo igual.

—Claro, si quieres, ¿Por qué no vienes a desayunar? — respondí sin darle importancia.

—Mañana estaré aquí— sonrió —, Te amo.

—Yo igual— le bese, esta vez era uno lento —. Te vas con cuidado.

—Siempre lo hago. — respondió mientras yo cerraba la puerta de su auto, no espere a quedare ahí afuera a ver como se iba. Entre y el sonido de alguna carne cociendo inundo mis fosas nasales.

— ¡Ya vine! — avise dejando las llaves en la barra de la cocina.

—Cielo, llegaste muy rápido. — comento mi madre mientras me veía con una sonrisa y seguía cocinando.

—Connor me trajo.

— ¿Por qué no lo invitaste?

—Nunca llegue a pensar que les cayera demasiado bien. — dije con una sonrisa mientras pellizcaba unos pedazos de pan que había a mi lado.

—Pero que niña tan bonita, pellizcando los alimentos.

—Lo sé, soy una bonita niña.