Hortensia || ¡JJk! ||

Veintiocho

JiWoo

El sonido del grifo del baño de mi hogar era lo que cubría mi llanto. Me mire en el espejo, mi rostro estaba pálido salvo por aquellas bolsas negras bajo mis ojos.

Mi móvil volvía a vibrar, anunciando la llamada entrante de Connor –nuevamente-, le ignore como todas las demás. Debía arreglarme para la cena de mis padres por mi cumpleaños, les había tenido que mentir sobre los chicos y Connor, dándoles la excusa de que estarían ocupados y que celebraríamos después.

Pero nuevamente volvió a vibrar mi móvil, esta vez no era una llamada, era un mensaje de SeokJin.

"Veme en la hortensia, te tengo una sorpresa."

"Arreglaremos todo."

Había discutido con el esta mañana, él me había ocultado lo de Connor y SoMin. SeokJin no tenía la culpa, la tenía Connor y yo. Le mande la respuesta de confirmación para alistarme rápido y salir con una ropa simple; no sin antes dejar listo el vestido dorado que había comprado para esta cena de mi cumpleaños.

Las calles estaban vacías debido a que hoy también sería una junta de colonos. Llegue al escenario donde vería a SeokJin, acomode mi blusa blanca de cuello de tortuga y mangas largas, en esta temporada el clima era más frio. El sonido de unas pisadas hicieron que volteara, pero no era Jin, si no YoonGi.

—Creí que estarías en la fiesta de JeongHwa.

—Me aburrí, lo de siempre— dijo restándole importancia. Su blanca piel se hacía notar gracias a la luz anaranjada de las lámparas —, ¿Esperas a SeokJin?

—Sí, me mando un- y frene mis palabras. No le había dicho a quien esperaba, el ambiente se hizo un poco tenso entre nosotros — ¿Cómo sabes que esperaba a Jin? ¿Qué haces aquí, YoonGi?

—Vine a arreglar esto.

— ¿Qué? — Se acercó a mí, con una cara seria que hasta ahora no me intimidaba —YoonGi, no es el momento para pelear.

— ¿No es el momento? — Me interrumpió — ¿Y cuándo es el momento, JiWoo? Como siempre, tú debes de decidir todo.

—No sé a qué te refieres.

— ¿En serio? — Llego a estar frente a mí, el me ganaba solo por un poco en la altura —Aquí, la verdadera pregunta es: ¿Qué no hiciste, pequeña?

Acaricio mi rostro, su tacto logro que todo mi cuerpo sintiera un escalofrió.

—Ya deja las bromas. Ya no es gracioso.

—Yo te avise— dijo, mostrándome la última nota que había recibido en mis cosas. Tenía las palabras escritas "Despídete de todos esta tarde" —, ¿Cuánto tiempo querías seguir siendo la victima de todo?

—YoonGi, no, piensa lo que vas a hacer— susurre desesperada dando pequeños pasos hacia atrás —, Todo se puede arreglar bien.

Y caí, me había tropezado con alguna piedra o rama, la oscuridad no me dejaba ver el objeto. Mientras que mi cabeza fue golpeada por la caída con alguna barra de cemento que dividía la tierra de un camino que atravesaba el jardín. El pequeño golpe ardía, mientras que sentía un líquido en mi cabeza, suponiendo que era la sangre del mismo golpe.

Comencé a sentirme mareada, debido a la agitación. YoonGi estaba ahora sobre mí, pero en sus propios ojos notaba algo que no había visto jamás en él. Miedo.

Mi amigo entrelazo sus dedos en mi cuello, haciendo cada vez más presión. Mi garganta ardía tal fuego, mis pulmones comenzaban a arder. Una fuerte picazón invadía mis pies y manos, un sabor muy amargo descansaba en mi boca. Después todo fue frío, mucho frío mientras que la picazón avanzaba a mi pecho.

Mis padres...

Esta noche habían salido antes que yo para el restaurante, no me había despedido de ellos...

Mamá, papá...

—P-perdón...— susurre entre la poca voz que tenía.

Mis ojos se cerraron.

¿Yo había ganado aquello? ¿Tan mala fui al hacerle aquello a YoonGi?