Veintiséis

16 4 0
                                    

SeokJin

Miraba la hora del reloj, esperando que JongHan llegara. Esta noche estaba nublada, el clima estaba perfecto para aquel final que deseaba dar. El chico toco mi puerta, yo abrí de inmediato y lo lleve al estacionamiento del mismo edificio.

— ¿Qué es lo que pasa, SeokJin? — seguía preguntando, mi respiración estaba agitada. Entre a mi auto, mientras que JongHan aun me miraba preocupado.

—Solo entra rápido, carajo.

Y conduje de inmediato, jongHan me pedía que bajara la velocidad pero aun así, le ignore. Frene en una calle lejos del parque donde estaba la hortensia, me acerque a mi chico, otorgándole mi móvil.

—Quiero que llames a la policía y le digas lo que vas a escuchar. — pedí, JongHan me miro asustado y me regreso el móvil mientras temblaba.

—Ya dime que es lo que pasa, SeokJin...— susurro, podía saber que estaba asustado. Aquel tono me recordó al que usaba JiWoo cuando estaba asustada antes de alguna presentación.

—Confía en mi— dije para darle de nuevo el móvil y alejarme corriendo —. Que no te vea.

Llegue a los arbustos, y ahí estaban: JungKook con mi viejo amigo, YoonGi. Este mismo le estaba apuntando con un arma.

­—Fin del juego, JungKook.

Corrí hacia él, evitando que le diera fin a la vida de mi menor amigo. El sonido del arma disparar sonó acompañado por el grito desesperado de JungKook.

Forcejee con mi viejo amigo, quien se separó de mí de golpe.

— ¿Qué mierda crees que haces, SeokJin? — preguntó enfadado. El arma había quedado fuera de mi vista, y de YoonGi al parecer.

—Acabar con todo esto— dije tomando aire —, ¡¿Cuánto tiempo más esperas que duré esto?!

—Los años que sean para que entiendan que ella no es la víctima.

— ¿Y quién es la víctima? ¿Tú acaso? — Le miraba a los ojos oscuros acompañados de aquella forma fina, de color oscuro que siempre me llegaron a dar nervios —. Les arrebataste lo más preciado a unos padres que te trataron como un hijo. Y tuviste el puto cinismo de estar a su lado, consolándolos y fingiendo tristeza.

— ¡Debí haberte matado a ti también!

—Hyung...— miré a JungKook, quien solo estaba tirado moribundo a un lado de la hortensia.

—Me quitaste a mi amiga— dije —. No voy a dejar que lo hagas otra vez, YoonGi.

Y llegamos a los golpes, donde YoonGi normalmente me llegaba a ganar.

Con mi viejo amigo que le había confiado todo. Que lo había protegido.
Quien me arrebató mi libertad.

Hortensia || ¡JJk! || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora