Hortensia || ¡JJk! ||

Catorce

JungKook

— ¿En qué puedo ayudarle?— Preguntó la chica con una sonrisa al mirarnos.

—Vengo con el señor Hill— dije un poco tímido, no habíamos asistido a clases para salir de nuestro hogar e ir a la ciudad más cercana. La mañana había discutido con los chicos de que sólo yo vendría, pero no gané y estaban atrás de mí observando con inmenso asombro la muy arreglada recepción.

—Necesita tener una cita. — me miró con cierta superioridad, conocía esa mirada.

—Ya la tengo.

— ¿Bajo qué nombre?

—Jeon JungKook— la mujer tecleo varias cosas en su computador pero me miró diciendo que no se hallaba mi nombre en la agenda.

—El próximo espacio libre que tiene el señor Hill es dentro de dos meses, ¿Quisiera que lo anotara?

Dos meses no me quedaban, una semana era lo único que tenía...

—Señorita Scott, ¿Qué sucede aquí?— había reconocido la voz de aquella mujer que parecía ser incluso más joven que con la que hablé hace momentos, Había salido del elevador con un traje negro que le quedaba bien, no me sorprende por qué esta mujer y "la señorita Scott" tienen puestos diferentes.

—Venían a ver al señor Hill pero no está en su agenda.

— ¿Señor...- observó la pantalla de la tableta que traía para volver a verme —Jeon JiWoo?— observó a mis acompañantes — ¿Es sólo usted, verdad?

Asentí.

—Natalia, el señor Jeon está en su agenda pero él mismo pidió que fuera trasladado en su agenda personal. Por favor acompáñame.

Obedecí siguiéndole hasta el interior del elevador, presionó el último piso y me dio un gafete con las palabras "visitante" en él.

—Mi nombre es Violeta Grace, soy la asistente personal del señor Hill. Le pido una disculpa por el inconveniente.

No hubo más palabras, me guío a la oficina que en cuanto entramos un gran ventanal que simulaba ser la pared nos recibió, iluminando naturalmente la oficina.

—El señor Hill vendrá en un momento con usted, ¿Desea algo de beber?

—Estoy bien, gracias.

Me dejó solo en aquella oficina, no tenía nada de diferente a lo que conocía de las oficinas en Seul, a mi padre siempre le gusto tener ese tipo de lujos. El sonido de la puerta volver a abrirse hizo que girará e hiciera una reverencia.

— ¿Jeon JungKook?

— ¿Connor Hill?

—El mismo— dijo tomando asiento en su escritorio dándole la espalda al inmenso cristal. Pude notar como lucia algo nervioso, lo había notado en sus manos que no dejaban de jugar entre si —. Bueno, ¿Vienes por las audiciones?

— ¿Audiciones?

—Tú dijiste que ibas a mostrarme algo, y bueno, este lugar es una disquera que busca nuevos talentos.

—N-no quiero mostrarle eso...— susurré.

— ¿Entonces? — se apoyó completamente en su silla para verme algo gracioso. Ya sé que tengo cara de chiste, pero al menos debería disimularlo.

—Yo...— respire hondo —Yo me mudé a la ciudad donde usted vivió en su época de estudiante.

— ¿Felicidades?