Trece

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JungKook

Me detuve un momento para observar la universidad, era grande, la humedad resaltaba ya que no dejo de llover en toda la noche, tome aire y seguí mi camino hacia su interior. Me escondí de la vista de mis compañeros, el timbre anuncio el inicio de clases, aquella era mi señal.

Caminé hacía una pequeña oficina abandonada ubicada en unas aulas viejas del campus y deje mi mochila en el suelo cubierto de polvo.

Volví a pensar una vez más en las posibles consecuencias que me traería si era descubierto. Sólo si era descubierto.

Giré la perilla de la oficina del director, no había nadie como estaba planeado, tenía una junta en otra escuela, tan sólo debía preocuparme de su secretaria.

Saque de mi bolsillo del pantalón un clip, era posible poder abrir las cosas justo como en las películas lo mostraban, un antiguo amigo en Grecia me había enseñado, nunca lo había puesto en práctica hasta ahora.

Me hinque metiendo el clip en la cerradura del archivero y le moví hasta que se escuchó hacer "click", el archivero se había abierto, lo abrí dejando mostrar cientos y cientos de expedientes, comencé a buscar entre los apellidos, cuando creí tener que buscar en el otro archivero apareció, releí nuevamente el nombre "Yon JiWoo" escrito en la pestaña del folder.

— ¿Qué estás haciendo, Jeon?—me asusté y cerré el archivero de golpe y ahí estaban, YeSung y JongHan.

— ¿Qué están haciendo, jóvenes?— se escuchó a lo lejos la voz característica de la secretaria, miré asustado a mis dos amigos, el primero giro y jaló al segundo para así poder darme la espalda.

—La estábamos buscando, unos jóvenes se están peleando— mintió JongHan con un muy convincente tono de preocupación, éste cerró la puerta volviendo a dejarme solo. Una vez que ya no se escuchó ningún sonido o voz, tome el expediente y salí de la oficina, regresando a donde había dejado mis cosas.

Aún sentía mi corazón acelerado ante la adrenalina a pesar de que ya ni siquiera estaba en el campus, miré la hora 11:30 de la mañana, eso explicaba el por qué no había tantos niños en el parque, sólo niños que de seguro apenas y sabían hablar.

Nunca había prestado atención a la vez anterior que estuve aquí porque había un cierto olor dulce rondando por todo el parque, mi única hipótesis era que ese era el olor de la hortensia, saque los expedientes y miré una vez más que nadie conocido me viera.

Detuve mi aire un momento al ver su nombre en aquél papel, Te estás metiendo en algo peligroso, JungKook, me intentaba convencer, pero ya estaba metido, ¿No?

"Nombre: Yon JiWoo.

Nacimiento. 18 de octubre.

Carrera: Estudio y práctica de la música."

Parece que esto me sigue en todas partes, genial. 18 de octubre... Muy pronto seria aquella fecha.

Mi móvil vibró avisando de un mensaje, no iba a responder, pues sabía perfectamente de quién se trataba y lo menos que quiero ahora es estar paranoico.

— ¿Jeon? — levanté mi vista y vi que era el señor ¿Meng?

Mierda.

—S-Señor Meng...— dije algo sorprendido — ¿Qué hace aquí?

—Lo mismo debería preguntarte muchacho, ¿Acaso no tienes escuela?

—Horas libres...— mentí. El señor rió tomando asiento a un lado de mi en la banca algo fría al principio.

—No se puede engañar a un anciano— ambos mirábamos a la hortensia que se hallaba frente a nosotros —. SoMin nos logró engañar unas cuantas veces, pero la práctica hace al maestro.

— ¿SoMin?— giré a verlo sorprendido pero este tenía una sonrisa sin mirarme.

—Mi hija, ella solía juntarse con la hija de los dueños de su casa, JiWoo— volvió a reír —. Ella y mi hija eran tan diferentes, creo que eso fue lo que las hacía más cercanas. Recuerdo que siempre que venían a la casa mi hija era la que hablaba, era muy callada y tímida pero tenía buenas amistades.

Escuchaba todo atento mientras mi mente intentaba hacer conexiones, que tal vez ni siquiera existían.

—Su grupo llegó a participar en varios concursos de la universidad, ¡Vaya muchachos talentosos! Sus voces eran perfectas juntas. Mi esposa y yo creímos que esa amistad iba a durar...

— ¿Qué sucedió?— su semblante cambio.

—Todos se fueron. No he sabido de mi hija en unos años...

—Lo siento— susurre bajando la mirada para ver como mis manos jugaban entre ellas.

—Escucha, esa muchacha se guardaba cosas, espero que tú no cometas lo mismo que ella y le tengas confianza a tu madre.

No podía sacar aquellas palabras de mi cabeza, mi madre trabajaba todo el día, así que no se daría cuenta de que llegué demasiado temprano. Había subido al ático para ver qué otra cosa podía servirme. La caja sin abrir del reproductor de casetes esperaba en mi escritorio. Los antiguos dueños, los padres de ella, habían dejado según yo sus pertenencias, eso creo que lo podía corroborar al abrir una caja llena de libretas, abrí una carpeta que estaba decorada con flores secas, su caligrafía era muy delicada.

Cambiaba de hojas hasta llegar a una que tenía pequeñas notas de una libreta más pequeña.

— ¿Qué te traes, Jeon?

Volví a girar mi vista hacia el hueco que se supone era la "entrada" del ático, tal parece que todos hoy se pusieron de acuerdo para interrumpirme y casi darme un infarto.

Mis compañeros estaban frente a mí, el primero me miraba severo pero el otro se paseaba por el lugar.

—Vaya... Oye, ¿Quién es ella?— preguntó YeSung mostrando una foto de JiWoo, me levanté para arrebatársela con un "nadie" —. Uuuu, ¿Es tu novia o lo será pronto?

—No es nadie— contesté —. En primera, ¿Qué hacen aquí y cómo entraron?

— ¿Por la puerta?— respondió JongHan —. Es tu culpa por dejar la puerta sin seguro.

Puerta 0, intrusos 2.

—Y lo segundo, creo que nos debes una explicación de lo de esta mañana.

No podía refutar, pero no sabía que decirles, la verdad no era una opción; no lo entenderían, no es como que todos los días alguien te cuente que está amenazado por leer un diario que encontró en su "nueva" casa y ahora está investigando la desaparición de la dueña de dicho diario.

—Gracias por eso, pero no puedo contarles...

Un silencio se hizo entre nosotros, deseaba contarle todo a alguien por lo menos, al principio pensé que podría decirle a SeokJin pero sólo me enseñó que tal vez no podía confiar en nadie.

—No quiero meterlos en esto...

—Creo que ésta mañana nos hemos metido voluntariamente— respondió YeSung con una sonrisa que le copió JongHan. Decidí contarles todo, incluso mi teoría de Hyung. Al terminar ambos me miraban sorprendidos y confundidos, aunque me lo esperaba.

—Muy bien, ¿Qué piensas hacer ahora?

—Necesito ir con alguien.

Hortensia || ¡JJk! || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora