JungKook
— ¿Cómo encontraste esta casa, mamá?— pregunté mientras ponía ambos platos que tenían la cena de esta noche, mientras mi mama terminaba de limpiar la cocina para poder sentarnos a cenar.
—Es muy gracioso ¿Sabes? Cuando abrí mi correo pensé que era de esos paquetes de viajes o algo así, pero me sorprendió que el correo era una dirección personal y creí que se trataba de un cliente así que lo abrí pero era la oferta de esta casa, y la conseguí a un precio muy razonable.
—Ya veo... ¿Recuerdas el correo?
—No, JungKook. Y lo más probable es que se haya perdido entre tantos correos que me llegan en el día— explicó tomando asiento, acción que repetí algo perdido en mis pensamientos —. Por cierto, ¿Y ASeokJin?
Sentí como la comida tomaba un camino diferente y me hizo toser. Tome un poco de agua que había servido.
—Últimamente no lo he visto por aquí, y su madre está algo preocupada.
— ¿Su madre?— pregunté algo sorprendido mientras mi madre tomaba asiento en la mesa tranquila, y efectivamente, desde nuestro último encuentro y su "advertencia" no le había visto, ni era mi intención.
—Sí, él vive aparte, ¿No lo sabías?
—No le gustaba hablar de esas cosas, y aparte no era muy importante entre nosotros.
Recordaba perfectamente cómo dijo que no le agradaba hablar sobre eso, y como apenas estábamos conociéndonos no quería incomodarle y no volví a tocar ese tema, pero el hecho de que hasta su madre, quien era compañera de mi madre en el trabajo, estuviera preocupada por él llegaba a importarme.
—Ya veo, de todos modos— me miró —, Si se llega a comunicar contigo avísale a su madre, todos dicen que no quieren más desapariciones.
El aire dejo de llegar a mis pulmones, mis manos temblaron y agradecía estar sentado, ya que mis piernas podrían fallarme.
— ¿D-Desapariciones?
—Sí, es lo que muchos están hablando últimamente, al parecer hace tiempo hubo una desaparición, se cerró el caso sin encontrar al culpable— comencé a sudar frío, se suponía que debía olvidar esto, no que hasta mi madre me lo recordará —. Ten mucho cuidado cielo, puede ser una ciudad pequeña pero no sabemos que personas hay aquí.
—Claro...— sonreí nervioso, tome mi móvil y busqué entre mis contactos a los únicos amigos que tenía aquí y que no sabían nada de esto —Mamá, ¿Podría ir a casa de JongHan?
— ¿Tan tarde? ¿Por qué no me dijiste antes?
—Se me olvidó que teníamos que adelantar el proyecto, muy pronto lo presentaremos y mejor que nos sobre tiempo a que falte, ¿No?
— ¿Acaso no me has escuchado?— conocía esa mirada y esa pregunta, claramente sabía su respuesta —. Sabes que casi nunca te digo que no, pero quisiera que evitaras salir en las noches, al menos por un tiempo.
—De acuerdo...
No volví a preguntar nada, seguimos hablando de otras cosas, bromas entre la mayoría, una vez terminada la cena convencí a mi madre de que ella se fuera a descansar y yo me encargaría de limpiar, acciones que si cumplí, a medias, ya que no fui directamente a dormir, apenas cerré la puerta de mi habitación, corrí al pequeño cesto que había a un lado de mi escritorio. Sacando la basura, ahí estaban; las fotos, los expedientes y el diario, todo lo volví a tomar y poner sobre el escritorio, pero había unos números al reverso de una foto de JiWoo y Connor, parecía ser un número telefónico, lo anoté en mi móvil. Pensé claramente, borre el número.
No quería meterme en esto otra vez.
Pero nunca había salido... Debía aceptar el destino que yo solo había conseguido.
Miré la fecha en mi computador, iniciaba la segunda semana de mi límite, observé la foto de JiWoo sonriendo, y pensé en cómo se sentiría mi madre si un día desapareciera y ni siquiera hallaran mi cuerpo, estar entre la duda de si estoy vivo o muerto.
—Sólo lo haré por ti— susurre volviendo a anotar el número en la aplicación de llamadas, apreté el icono del teléfono verde y lleve el móvil a mi oído, tres tonadas y una voz femenina contesto.
—Oficina de Connor Hill, mi nombre es Violeta Grace, ¿En qué le puedo ayudar?
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Hortensia || ¡JJk! ||
Mystery / Thriller¿Has escuchado la frase "Escribir y leer diarios es lo más aburrido"? Por supuesto que no, nunca es aburrido leer los secretos de otra persona. Pero ¿Qué les pasa a los diarios cuando sus dueños se aburren y dejan de llenarlos? ¿Tal vez guardan sus...