Epilogo

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JungKook

JiWoo, ella era una mujer tímida. Con su amiga más cercana, SoMin, que alguna vez se llegó a acostar con Connor, el hombre que amaba.

El día de su cumpleaños había firmado contrato con una agencia que era fan de sus pocos trabajos, esa misma noche, recibió un mensaje de SeokJin, su mejor amigo pidiéndole que la viera en la hortensia. Aquella noche, jamás regreso.

- ¡JiWoo! - me levanté de golpe, mi pecho dolía y más mi hombro. Mi respiración era rápida, miré mi entorno, una habitación de cuatro paredes color amarillo pastel. Miré mis manos, estás temblaban pero tenían en ellas agujas metidas.

Estaba en un hospital.

-Oh, JungKook. - miré a la puerta, era mi madre y padre. Ambos entraron rápido a abrazarme. Otra vez ésta escena, mis padres unidos dándome fuerza. Se despegaron a mirarme con una sonrisa, mi madre con lágrimas en sus ojos.

- ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas lo que pasó?

Lo que pasó...

- ¿Y SeokJin? - pregunté. El sonido de un nuevo disparo antes de que cayera volvió a mi mente.

Mis padres intercambiaron miradas, ¿Hyung había recibido el disparo? ¿Él no había alcanzado a venir al hospital?

-JungKook...- susurró mi padre mirándome, mi madre salió en silencio de la habitación -, Él... ¿Cómo decirlo?... Cuando llegaron los paramédicos, SeokJin...- volvió a guardar silencio -SeokJin estaba haciendo presión en tu herida, de no ser por él ya estarías muerto- tal vez mi sospecha había sido contestada
-. Tu madre fue por él, en un segundo viene.

¿Qué?

El aire volvió a llegar a mis pulmones, mi pulso volvía a la normalidad. Mi padre sólo me dio unas cuantas palabras más para dejarme solo. Había preguntado por JiWoo pero no me respondió.

Con mi mano derecha toque mi hombro, donde una venda le envolvía, pero en cierto punto me llegó a doler.

La puerta volvió a abrirse pero esta vez no eran mis padres, era Hyung. Su rostro estaba golpeado, había una oscura mancha morada con toques amarillentos en su pómulo izquierdo.

-Sé que mi cara es horrible pero disimula al menos- bromeó con una sonrisa que me contagió -, ¿Cómo estás? Tres días durmiendo deben sentarte bien.

- ¿Tres días...? - Mis recuerdos eran como si fuera ayer -, ¿Qué te pasó en la cara?

-YoonGi golpea fuerte- dijo tocando su rostro -. Vamos, dímelo. No me molestaré.

Había escuchado mis palabras en mi mente, el arrepentimiento y la culpa seguían en mi mente. Había culpado y maldecido a SeokJin por toda la desgracia que me habían pasado desde que llegue.

-Perdón por haber sospechado de ti- comencé -, Estaba cegado por el miedo.

-No es tu culpa- me aclaro con la misma sonrisa alegre y cálida -. Si lo vemos bien, y ayude a YoonGi en todo esto- tomo asiento en una esquina de mi cama -, JiWoo confió en mí, y yo le defraude.

- ¿Qué le paso a YoonGi?

-La Policía le está interrogando.

- ¿Y a JiWoo? - se sentía más alivio poder mencionarla con él, sonrió muy grande.

-Han contactado a sus padres, el caso se ha cerrado con YoonGi. Todo gracias a ti.

Me recosté en la cama por completo, una sonrisa se dibujó en mi rostro. Lo había hecho, había ayudado a JiWoo y había salido vivo.

-Pero si tú peleabas con YoonGi, ¿Cuándo llamaste a la policía o a emergencias?

Pregunte mirándole nuevamente.

-Te sorprendería el cariño que te tomaron muchos aquí- menciono -. JongHan les llamo.

Lo mire confundido, ¿JongHan? ¿El mismo con quien había discutido?

-Yo le dije que te acusara- añadió, interrumpiendo mis pensamientos -. JongHan no tenía que saber que yo intentaba ayudarte, así que necesitaba a alguien que tú ya no confiaras. ¿Quién mejor que el?

- ¿JongHan hizo todo por ayudarme?

Y mi alma volvía a sentirse pesada, en deuda y mal.

-Tengo buenos amigos...- termine por decir y volver a cerrar los ojos.

Un mes había pasado desde que desperté en el hospital, mi herida había dado complicaciones a mi salud, añadiendo el hecho de que tenía anemia por el estrés.

La policía me llegó a interrogar en más de una ocasión, pero todo ya se había terminado. Al menos la mayoría.

Mis padres habían decidido que terminara mis estudios en otro lugar
-nuevamente- pero me negué. Deseaba empezar con el pie correcto en este pueblo.

JongHan había dado las paces con nosotros y nos acercamos más.

Todo estaba tomando su curso original.

- ¿Te falta algo más? - preguntó mi madre desde el piso de abajo, miré mi reflejo en el espejo. Otra vez volvía a ser yo.

Bajé con una sonrisa mientras mi madre vestía su uniforme negro.

-No quiero arruinar el momento, pero vamos tarde- dijo SeokJin desde la puerta principal. Ambos soltamos una pequeña risa.

Sentía mi cuerpo más ligero, mi yo mismo se dejó de sentir sucio y corrompido por las sombras del pasado de este lugar. Unas que iban a acabar.

Luego de una despedida momentánea con mi madre, SeokJin y yo salimos camino a la universidad. Las pláticas volvían a ser claras y sin miedo. Podía sentir que el aura de paz no sólo me envolvía a mí, a mi amigo también.

Miramos nuestro destino final, aquella discografía que me había dejado un mal sabor de boca.

Mi amigo y yo llegamos a la recepción donde la misma secretaria de la última vez nos recibió.

- ¿Tiene cita?

-No- habló Hyung -. No queremos verlo.

- ¿Podría entregarle esto? - dije mientras le daba la pequeña bolsa de papel grueso.

- ¿De nombre de quién? - lo tomó y dejó en un espacio en su escritorio.

-Sin nombre.

Cuando salimos el sol comenzaba a dar sus rayos más fuertes.

- ¿Has probado la cerveza de aquí? - Poso su brazo en mi hombro mientras volvíamos a caminar -Conozco un buen bar cerca de aquí donde venden una cerveza artesanal. Y unas deliciosas hamburguesas.

- ¿Cerveza y hamburguesa? - Le miré caminando a su lado en la cera -Sólo si tú vas a invitar.

- ¡Ha! Siempre tan gracioso.

Hortensia || ¡JJk! || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora