Hortensia || ¡JJk! ||

Seis

JungKook

—Mamá, ¿Puedo hacerte una pregunta?— dije mientras tomaba un plato del fregadero. Mi madre hizo un sonido con su garganta para alentarme a seguir mientras ella terminaba de acomodar los trastes que yo acababa de lavar y secar —, ¿Cómo tomaste lo de papá y...?

— ¿Y SolJi?— terminó por mí, afirme en un intento de respuesta segura, pero desde que se había divorciado oficialmente de papa no había querido hablar del tema porque tenía cierta pena aun de tocar aquel tema.

Al principio creí que nada iba a cambiar entre papa y yo pero ahora de seguro ni se acuerda que tiene un hijo.

—Creo que como toda verdad que rompe tu burbuja perfecta— me miró —. ¿Te ha hecho algo malo?

—No, no, no— me apresure en decir —, Es sólo que... No sé.

—JungKook, tú padre hizo su decisión, y como toda decisión hubo una consecuencia. Espero que esto te enseñe a pensar en lo correcto.

Claro madre, la próxima vez que vea un diario ajeno lo primero que haré será quemarlo e irme de ese lugar, gracias por darme esa enseñanza antes de que todo suceda.

— ¿A qué viene esa pregunta?

—Duda, solamente...

—Sé que extrañas Grecia, yo también. Pero aquí no esta tan mal, tienes a ese amigo tuyo... ¿SeokJin? — Hizo una pausa para después sonreír —. Oh, Hablando de él, supe que era amigo de uno de los antiguos dueños de esta casa, eh, ¿JungKook?

No logré escuchar lo último de su plática, entré corriendo a mi habitación en busca de las fotos que seguían tiradas en mi escritorio, mis manos comenzaban a temblar, cambié foto por foto hasta dar con la que buscaba desde el principio: estaba JiWoo, la otra chica y los 8 chicos. Acerqué la foto mucho frente a mi rostro para lograr apreciar mejor los rostros que aparecían ahí, pero seguía sin creerlo, uno de los chicos con los que estaban abrazados a JiWoo era hyung -un poco más joven-, pero podría reconocer esos finos labios rosados y su mandíbula marcada en donde fuera.

No, tal vez todo podía ser mi imaginación paranoica gracia a lo sucedido esta tarde.

Sí, eso era, mi mente me estaba jugando una mala broma. SeokJin no sabe nada de esto, no sabe nada del diario...

La cena fue en silencio de mi parte, mamá platicaba sobre su nuevo trabajo y sobre los vecinos, intentando que apreciará este lugar. No me costó dormir, pero la consecuencia de eso fue que tuve serias pesadillas.