Hortensia || ¡JJk! ||

Veinte

JungKook

Una semana, una semana es lo último que me queda.

Hoy era domingo, ayer me hubiera gustado obtener más información, pero mi padre ha llegado a "visitarme", aunque lo único que hizo fue despedirse de mi e informarme que irá a vivir a Madrid con su pareja –entre difamaciones hacia mi madre-.

No terminamos bien, se lo había contado a mi madre y ha decidido darme mi espacio éste día.

Mi móvil comenzó a vibrar mostrando al contacto registrado como "Diario", mi imaginación no funcionaba en esos momentos.

— ¿Qué? — pregunté en cuanto contesté.

— ¿Qué tal todo, Kook? Tu tiempo se ésta acabando, ¿O acaso ya tienes la respuesta?

—Sólo dime por qué yo. ¿Por qué quieres que sepa algo que tú ya sabes?

— ¿Por qué tú? Hmm... Veamos, ¡Ah! Tú leíste ese diario, tú solito te metiste en esto. ¿Por qué quiero que lo sepas? Ya no tiene chiste que el caso de la desaparición de Yon JiWoo siga abierto. Aparte ve el lado positivo, quedarás como un héroe al saber su paradero, tal vez incluso puedas follartela.

—No me jodas. — me queje listo para volver a insultarle pero su risa creó un escalofrío en mi espalda.

—Tic Tac Jeon JungKook.

Y colgó. Tengo que terminar con esto.

Era el inicio de semana, un lunes común en la aburrida vida de un estudiante.

Entré al salón mientras tomaba asiento, YeSung me había sonreído mientras tomaba asiento a su lado.

— ¿Y JongHan? — pregunté guardando mis auriculares en el bolsillo de mi pantalón junto con mi móvil.

—No ha entrado— cerro su libreta —, Le vi en la entrada principal pero no veo señales de que venga al salón.

JongHan había dejado de hablarnos a mí y a YeSung desde la pelea en mi casa. No me dolía a mí, no lo conocía mucho. Pero al otro nombrado, por lo que eran "Mejores amigos" tenía entendido.

Apenas iba a preguntarle su estado ya que podía notar ciertas manchas bajo los ojos de mi amigo cuando la maestra entró, atrás de ella venía el director y...

— ¿JongHan? — se adelantó mi amigo al verlo recargado en el marco de la puerta del salón, mirando el piso.

—Jóvenes— hablo el director, un silencio se hizo en todo el salón —No les pienso robar mucho, sólo vengo por Jeon JungKook y Kim YeSung.

Ambos intercambiamos miradas. JongHan me había acusado.

JongHan había acusado a YeSung.

JongHaN era un cabron.

— ¿Saben por qué están aquí? — preguntó una vez que estábamos los cuatro en la dirección. Mi vista estaba en aquél archivero que tuve que abrir sin consentimiento y robar varios expedientes que aún descansaban en el cajón izquierdo de mi escritorio.

—Tal vez porque JongHan le ha dicho un falso— argumento YeSung, no le veía ya que seguía mi mirada en el archivero, pero podía saber que ambos amigos se estaban mirando.

— ¿Y usted Jeon? — Miré al director — ¿Algo le llama la atención de mi oficina?

—Nada.

—Eso creía— se recargo en el respaldo de su silla, JongHan estaba de pie a un lado de nuestro superior —. En ésta oficina no hay nada de especial, eso pensarían todos.