Encontrarte otra vez -TERMINADA-

Reunión♥

Los días fueron pasando y entre el hospital y Sarada, el tiempo se había pasado volando. Desde aquel día en el centro comercial Sakura no había vuelto a ver a Itachi, aunque Sarada de vez en cuando le preguntaba por él, pues la niña aún recordaba que su madre le había dicho que aquel hombre era su tío. La pelirosa terminó diciendo que él era un amigo suyo muy cercano, aunque había pasado bastante tiempo desde que se veían, cuento que se creyó la niña, pues a pesar de que Ino no era hermana de su madre, ella le decía tía, así que la pequeña pensó que la situación era similar.

La boda de Ino estaba cada vez más cerca, solo faltaban dos días para el matrimonio de la rubia, por lo que ésta había solicitado unas pequeñas vacaciones para poder afinar los detalles que hicieran falta.

Sakura le ayudaba en lo que podía, algunas veces trayéndose a Inojin de la escuela, otras cubriendo su puesto con los pacientes que a ella le correspondían, entre muchas otras cosas.

La boda de Ino se iba a celebrar en día sábado, así que todas sus amigas del colegio de Inojin le iban a festejar su despedida de soltera un día antes.

El viernes Sakura pidió que le dieran el día libre, así que desde temprano se dedicó a llevar a su hija a la escuela y recoger su casa. Aún no compraba el regalo de Ino, por lo que pensó en ir al centro comercial y ver qué es lo que podía regalarle, además de que tenía que hacerse tiempo para arreglarse en la noche, pues no podía faltar a la despedida de soltera que le harían a la Yamanaka.

Alrededor del mediodía, la pelirosa se subió a su auto y condujo hasta el centro comercial. Aún no tenía idea de qué es lo que iba a comprar, no quería entrar en lo básico de regalarle utensilios para el hogar o algo así, finalmente Ino no estaba mucho tiempo en casa debido a su trabajo y le atraía más la idea de regalarles algo que ambos pudiera usar a la par, pero seguía sin tener ideas.

Se paseó por los pasillos esperando encontrar algo, pero nada, simplemente ninguna cosa la convencía. Salió de la sección de supermercado y entró a perfumería, ropa, electrodomésticos, ¡Bueno, si hasta se había ido a ver el pasillo de bebés! Pero ninguna de las cosas que veía llenaba sus expectativas. Ya se empezaba a arrepentir por haber dejado el regalo para el último momento. Cuando llegó al inicio de la tienda, la pelirosa se percató de un anuncio sobre "tus vacaciones soñadas" y eso fue lo que le dio la idea. Ino le había dicho que no iban a tener luna de miel, pues Inojin tenía que ir a la escuela y la rubia no podía dejar su trabajo. Sai era su propio jefe, pues el chico era el dueño de la galería de arte donde trabajaba.

Ino había ayudado a Sakura hasta el punto que nadie más lo había hecho, se volvió su hermana y tía de su hija. La apoyó desde mucho antes del nacimiento de Sarada y cuando la pequeña nació aún le dio su soporte a manos llenas, por lo que la pelirosa quería agradecerle aunque fuera un poco lo amable y solidaría que había sido con ella, así que sin pensarlo mucho, sacó su celular y marcó el número de la Doctora Tsunade, la cual respondió al tercer timbrazo.

-¿Diga?-

-Tsunade-sama, soy Sakura.- Habló la pelirosa, nerviosa por lo que iba a pedir.

-Sakura, ¿Qué pasa?-

-Escuche, sé que es bastante repentino lo que le voy a pedir, pero verá, estoy comprando el regalo de bodas para Ino, pero hay un pequeño inconveniente en mi regalo...- Dijo la chica, dándole vueltas a su petición.

-Sakura, no te entiendo, sé clara por favor.- La mencionada se mordió el labio, nerviosa.

-¡Quiero regalarle su luna de miel a Ino y Sai! Aunque, el problema es...-

-Que Ino tiene que trabajar en la clínica.- Terminó la rubia, al otro lado de la línea.

-Sí, por eso, pues, le llamaba para preguntarle si había algún problema en que yo siguiera cubriendo a Ino toda la semana siguiente y así ella pueda irse de viaje. Sé que es muy repentino y que le debí de haber avisado antes, pero terminé dejando el regalo hasta el último momento...- Tsunade soltó un suspiro largo, realmente entendía la preocupación de Sakura, sabía que la pelirosa quería dar un regalo que fuera igual de significativo que los novios, además de que para ella, Ino también era una persona muy preciada.