Encontrarte otra vez -TERMINADA-

A punto de dar la cara♥

-¿Qué es lo que piensas hacer?- Preguntó Ino, en cuanto el azabache terminó la llamada.

-¿Pues qué más? Voy a ir a verlo.- Contestó la mujer, como si la respuesta fuera obvia.

-¡¿Pero tú te volviste loca?! ¿Qué mierda vas a ir a hacer a la empresa de Madara?- Soltó la rubia, sin creer lo que había escuchado.

-Necesito que me explique muchas cosas, entre ellas cómo carajo es que sabe que mi bebé fue niña y  que su nombre es Sarada.-Dijo Sakura, de forma calmada, algo que sorprendió a Itachi. En realidad esperaba que al terminar la llamada la mujer entrara en un colapso nervioso o algo así, pero simplemente no pasó.

-¿Y piensas llevar a la niña?- Cuestionó la rubia, moderando su tono de voz. –Si me dices que sí en serio voy a empezar a dudar de tu estabilidad mental.-

-No creo que sea lo más factible llevar a Sarada con nosotros.- Dijo Itachi, incluyéndose en la conversación.

-Por supuesto que va a ir conmigo. Ahora que sé que Madara está enterado sobre ella no hay forma de que esté más segura que conmigo.- Dijo Sakura con convicción. Si a ése hombre se le llevaba a cruzar por la cabeza la idea de lastimar a Sarada, la pelirosa no iba a pensarlo dos veces en matarlo.

-¡Itachi, por favor dile algo!- Chilló Ino, buscando un poco de apoyo por parte del pelinegro, pero éste sólo negó con la cabeza.

-Viéndolo desde ese punto estoy de acuerdo con Sakura. Dudo mucho que Madara arme un escándalo en su propia empresa. Siempre odió formar parte de los chismes y no creo que sea tan idiota como para provocar uno él mismo.- Aseguró el Uchiha, mirando a la rubia.

-Entonces yo también voy con ustedes.- Ofreció Ino.

-No.- Respondió Sakura al instante. –No puedo arrastrarte en esto más de lo que ya lo hice. Tú tienes a Sai e Inojin y no me perdonaría que les pasara algo a ellos o a ti por mi culpa.- Terminó la pelirosa.

-¡Por Dios, pero si parece que estás hablando de un mafioso o algo así!- Gritó la Yamanaka, histérica.

-Madara no es de los que se ensucian las manos con ése tipo de cosas, pero sí es una persona influyente. Debemos ir con la mentalidad abierta y sobre todo, estar alertas en cualquier momento. La verdad no sé qué es lo que quiera hablar con Sakura, dudo mucho que sea porque se involucró conmigo de cierta forma.- Dijo Itachi, sintiéndose un poco nervioso, pues de verdad quería pensar que él no hubiera sido el causante de que su tío tuviera en la mira a la pelirosa. En ése momento el celular de la rubia comenzó a vibrar, mostrando un mensaje de su esposo.

-¿Qué pasa?- Preguntó Sakura, nerviosa de que fueran más malas noticias.

-Es Sai. Dice que ya viene en camino con Inojin.- Contestó Ino, dejando el aparato a su lado.

-De acuerdo.- Inició Itachi, poniéndose de pie. –Sakura, te vienes conmigo a mi casa. No pienso dejarte ni a sol ni a sombra hasta saber qué es exactamente lo que ha estado haciendo Madara.- Concluyó el hombre, dirigiendo su mirada a la mencionada.

-Está bien.- Accedió Sakura, sin dar ningún pero.

-Por lo que más quieras, llámame por cualquier cosa.- Pidió Ino, con el rostro impregnado de preocupación.

-Lo haré, no te preocupes.- Prometió la pelirosa, despidiéndose de su amiga.

En cuanto llegaron a la casa del azabache ambos se mantuvieron en silencio, en realidad había sido así durante todo el trayecto en auto. Cada uno estaba inmerso en sus pensamientos. Aunque no lo pareciera, Sakura se estaba muriendo de los nervios. No quería que su hija estuviera a menos de 100 metros del Uchiha, pero tampoco podía permitir que ésa familia siguiera controlando su vida o la de su pequeña. Ella debía terminar con todo eso y estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de lograrlo.