En cuanto la pelirosa se sentó en el asiento del auto, todo lo que había pasado hace menos de quince minutos la aplastó hasta hundirla por completo. En realidad ya no sabía por qué estaba llorando, si por el ofrecimiento de Madara para con su hija, el que haya aparecido Sasuke, el escándalo que armó o que volviera a ser tan cobarde para no darle la explicación que ni ella sabía, esperaba tanto.
-¿Estás bien?- Preguntó Itachi. Esa ya era la cuarta vez que el hombre hacía la misma pregunta, aunque Sakura sólo se limitaba a asentir con la cabeza. Cuando salieron de la empresa y se subieron al auto, lo primero que hicieron fue acomodar a la niña en el asiento de atrás, junto a su madre, pues Itachi le pidió a uno de los guardaespaldas que condujera, ya que lo único que le importaba en ése momento era centrar toda su atención en la joven que no paraba de sollozar.
Cuando Sakura fue consciente de que se dirigían hacía la casa del azabache, se apresuró a secar sus lágrimas y a aclarar su garganta para poder hablar.
-Si no te importa, prefiero quedarme en mi casa hoy.- Pidió la pelirosa, con un tono de voz apenas audible.
-Sakura, no creo que...-
-Itachi, por favor. Llévame a mi casa.- Lo interrumpió la joven, obligando al Uchiha a aceptar, aunque no se sentía muy convencido.
-Gira en el siguiente retorno, pasaremos a dejarlas a su casa.- Le ordenó el pelinegro al guardaespaldas.
En cuanto se detuvieron en la casa de Sakura, ésta tomó a su hija en brazos, la cual se había quedado dormida y salió del vehículo. Itachi la acompañó hasta la entrada, esperando a que la mujer cambiara de parecer en el último momento, pero no fue así.
-Sakura, por favor, no me sentiría tranquilo si...-
-Itachi no. Hoy pasaron muchas cosas y sólo quiero acostarme y olvidarme de todo. Te agradezco que te preocupes por mí y por Sarada, pero no puedo ir de casa en casa con mi hija, no puedo perder el control de mis emociones, porque eso sólo implica arrastrar a Sarada conmigo.- Terminó la pelirosa. El hombre se limitó a asentir con la cabeza.
-De acuerdo. Pero si pasa cualquier cosa, por mínima que sea llámame, ¿Ok? No importa la hora.- Ofreció el chico, dispuesto a respetar la decisión de la mujer.
-Lo haré. Gracias por todo.-Dijo Sakura a modo de despedida, abriendo la puerta de la casa para después cerrarla detrás de ella. En cuanto vio por la ventana que el hombre regresaba al auto y éste avanzaba, la joven subió las escaleras hasta la habitación de su hija, donde la dejó acostada. Eran cerca de las dos de la tarde y aunque no tenía mucho que se había despertado, la chica se sentía como si no hubiera dormido en una semana. En cuanto terminó de ver a su hija, caminó hasta el baño que había en su habitación y abrió el grifo de la tina, esperando a que ésta se llenara para que pudiera tomar una ducha.
El silencio que había en toda la casa era aplastante, lo único lo rompía era el chorro de agua golpeando con la tina y los sollozos de la joven, la cual estaba sentada con la espalda pegada a la puerta, llevándose las rodillas al pecho.
Cuando levantó la mirada y vio que el agua estaba prácticamente al tope de la tina, se levantó del piso y cerró el grifo, para posteriormente desnudarse y meterse en el agua, la cual le caló la piel por lo caliente que estaba, sin embargo lo ignoró y se sumergió hasta el cuello, esperando que la temperatura poco a poco relajara sus músculos.
Luego de una hora bajo el agua, la chica decidió salir de la tina, por lo que se envolvió en una toalla y salió hasta su habitación, sustituyendo la toalla por su bata de baño, la cual terminó empapada debido a que el cuerpo de la chica seguía cubierto de agua. Se acercó al clóset y tomó una blusa y un par de pantalones de chándal junto con unas bragas, ni siquiera le importó usar sostén, quería sentirse cómoda para la plática que tenía pensada con su pequeña. Se vistió con las prendas elegidas y secó su cabello con la toalla, lo suficiente para que le quedara húmedo, para después dejar que el viento terminara de secarlo por completo.
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Encontrarte otra vez -TERMINADA-
FanficSakura y Sasuke eran una pareja de Universitarios como cualquier otra, se amaban y todo parecía perfecto... Hasta que Sakura descubre que está embarazada y al decirle a Sasuke, éste desaparece, dejándola sola. Cinco años después, Sakura se ha vuelto...