Explicaciones♥

8.1K 549 318
                                    

-Te estaba esperando, Sakura- Dijo Madara, en cuanto vio que la pelirosa cruzaba la puerta de su oficina, para después detener su mirada en el hombre que estaba detrás de ella. -¡Itachi! Mucho tiempo sin vernos, ¿El bufete de abogados está yendo bien en Kirigakure?- El azabache intentó que su cara no denotara la sorpresa que le había provocado aquella pregunta. Estaba más que claro que Madara sabía todos los pasos que había dado él desde que se deslindó de la empresa.

-Bastante bien, gracias.- Contestó el joven, sin dar otra explicación.

-¿Mami, quién es él?- Preguntó Sarada, abrazada a la pierna de su madre, la cual la puso un poco más atrás de su cuerpo, para intentar ocultarla de Madara, el cual ya se había puesto de cuclillas para quedar a la misma altura que la niña.

-Hola, Sarada- Dijo el pelinegro, dedicando una sonrisa a la niña. –Mi nombre es Madara Uchiha, mucho gusto.- Continuó, extendiendo una de sus manos, la cual estrechó la niña con cierta duda.

-M-Mucho gusto, señor Uchiha.- Contestó la pequeña, llevándose el pulgar a la boca, como lo hacía siempre que estaba nerviosa.

-Por favor, siéntense.- Dijo el hombre, recobrando su postura. Tanto Sakura como Itachi tomaron asiento en las sillas que estaban frente al escritorio del hombre, la primera con su hija sentada en sus piernas –Izumi, ven por favor.- Habló el pelinegro en cuanto presionó un botón en su teléfono, para que segundos después una joven de no más de 30 años cuyo cabello era igual de oscuro que el de los hombres ahí presentes, apareciera en el umbral de la puerta.

-¿Me llamó, Señor Uchiha?- Preguntó la pelinegra, quedándose pasmada al ver al acompañante de la pelirosa. –I-Itachi.- Susurró la joven, como si no creyera que él estuviera ahí de verdad.

-H-Hola Izumi.- Contestó el joven, sintiéndose descolocado, pues jamás se le hubiera ocurrido encontrarse ahí con su amor de juventud. Por su parte, la pelirosa seguía atenta a todos los movimientos que hacía el Uchiha mayor, en ningún momento le quito la vista de encima, incluso sus manos le comenzaban a doler por lo fuerte y tenso que era su agarre para con Sarada.

-Sí. Con respecto a la niña...- Comenzó Madara, siendo cortado por la pelirosa.

-Mi hija se queda donde yo la pueda ver. ¿Hay algún problema?- Preguntó la joven en tono desafiante.

-No esperaba menos, Sakura. Por favor permíteme terminar.- Suplicó el azabache, volviendo a dirigir su mirada a la mujer recién llegada.

-¿Recuerdas que te encargué que compraras algo para una niña? Tráelo, por favor.- Pidió el hombre.

-En seguida.- Dijo la mujer, saliendo de la oficina, para segundos después volver con un peluche de dinosaurio del tamaño de la niña, la cual chilló emocionada, bajando de las piernas de su madre.

-¡Mami, mira~!- Gritó la niña, abrazando al peluche, el cual prácticamente la cubría por completo.

-Es mi regalo, por conocerla. Nunca le pude dar uno como tal, así que me tomé la libertad de hacerlo, espero que no te moleste.- Dijo Madara, dirigiendo éstas últimas palabras a Sakura, quien sólo negó con la cabeza. –Izumi jugará con Sarada mientras nosotros hablamos, estarán ahí.- Continuó el hombre, señalando un sofá, el cual estaba al otro costado de la oficina. –Así no hay peligro de que escuche algo que no deba.- Terminó Madara. El Uchiha menor le dedicó una mirada rápida a uno de los guardaespaldas que estaban detrás de él, el cual se acercó hasta la niña y no se despegó de ella en ningún momento, ni siquiera cuando ésta se había sentado en el sillón con el peluche, el cual le mostraba animadamente a Izumi.

Encontrarte otra vez -TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora