Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]

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{capítulo catorce}

Serena miro el camino por la ventana. Una de las manos de Darien estaba entrelazada con la de ella, pero ninguno de los dos estaba hablando. Más bien, Darien se encontraba conduciendo. Serena estaba centrada en sus pensamientos, específicamente en lo que habia pasado hacia algunas horas.

— Estás muy tranquila — mencionó Darien al estacionar frente un restaurante. El regalo que le habia preparado hace algunos días se habia estropeado, asi que le dijo a la rubia que la llevaria a donde quisiera. Su decisión fue el restaurante.

— Estoy preocupada. — aceptó la chica suspirando. — Ni siquiera puedo ayudarlos con algo tan simple como la misma Mina, ¿que haré cuando se aparezca el verdadero villano? sólo estaré estorbando. — Serena bajo la mirada a sus manos.

Darien miro a la chica, negando suavemente. No le gustaba cuando se ponia asi; triste, desconfiada, cuando creía que su único deber era acabar con villanos.

— Sabes muy bien que no es asi. No eres un estorbo. — Darien tomo delicadamente su mentón, haciendo que lo mirará. — Estas llevando a nuestra hija en ti, amor, la persona que más amaremos. Una pequeña guerrera que en el futuro no solo nos hará compañía, si no que seguira nuestros pasos hasta volverse la nueva reina, como tú. Una pequeña de nosotros. — el chico sonrio nada más con imaginar cada una de esas cosas. Le emocionaba más de lo que creía el hecho de que Serena y el tendrían una pequeña que seria parte ella y parte él.

Serena lo miró, sonriendo ante sus palabras. Sabia que tenia razón, pero no podía evitar sentirse inútil cuando no podía ayudarlos en alguna batalla. Siempre estaba ahí, y ahora con una nueva amenaza no podría.

— ¿Y me seguiras amando? — preguntó, mirando a los ojos del chico. — amas mucho a Chibiusa, lo sé...pero, ¿me amarás asi cuando ella esté? ¿En el futuro?

— Serena, te he amado desde hace siglos, y te seguire amando hasta el dia que mi vida se extinga. Tal vez incluso más — el chico unió sus frentes. — eres mi hogar, mi familia, eres todo para mi, ¿sabes? te seguire amando siempre, sin importar que pasé.

Serena cerró los ojos, sintiendo sus respiraciones mezclarse. Darien sonrió, antes de cerrar los ojos para besarla. Amaba a esa chica, y aunque a veces olvidaba que debia demostrarlo más, lo hacia de verdad. A veces sentía que no la merecia, pero al menos él era lo que ella queria. Y si habia algo que Darien queria era que Serena tuviese todo lo que queria, todo lo que merecia.

Cuando sus labios se separaron, Serena sonrió. Estaba tan feliz a su lado que aquellas palabras y un beso la habian hecho olvidar todos sus pensamientos anteriores. Darien acarició su mejilla antes de que ambos se bajaran a comer. Darien tomo nuevamente la mano de Serena, con la felicidad de poder mostrar públicamente a su futura esposa.

Les dieron una mesa, y Serena tomo el menu con felicidad para buscar que de todo aquello que habia podría comer. Darien solo la miro leer el mismo con entusiasmo, como si verla fuese lo más interesante del lugar. Serena notó su mirada, y bajo el menú.

— ¿no pediras? — pregunto, sonriendo con diversión.

Darien soltó una suave risa, tomando el menú para buscar su propia eleccion. Serena sonrió, volviendo a su acto anterior como el chico. Ambos pidieron luego d eun rato, cuando Serena pudo decidir entre rantos platos que queria probar, aunque solo por que Darien le había prometido que podrían seguir viniendo luego hasta que los probara todos.