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{capítulo veintidós}

La cara de Serena podría describirse como...un poema. Estaba algo soprendida con quién estaba frente a ella. No por que no queria aquella visita, si no por que era una de las personas que menos esperaba que la visitara. Al ver el silenció de Serena, continuó hablando.

— Lo siento por haber tomado este atrevimiento, si deseas puedo irme y volver luego...solo pensé que tal vez te gustaria ver una cara que no sea la mismas de siempre. No me malentiendas, no creo que no quieras ver a los demás, pero suelo ser mejor escuchando.

Serena miro la habitación, luego mirando las flores en sus manos. No podía sonreir pues no tenia ganas, pero tendió sus manos para que le diera las flores.

— Muchas gracias...creo que si necesito hablar con alguien. — dijo la rubia. El rastro de sus lágrimas eran notorios. Tomó laa flores cuando estuvo lo suficientemente cerca, y recibió una sonrisa algo apenada.

— ¿No quieres algo de comer? Podría perdile a alguien que traiga algo.

— No. — Serena negó. — asi está bien, sientate.

Serena se volvio a acostar en la camilla, y su acompañante se sento en la silla justo al lado de la misma. Guardaron silencio algunos minutos, aunque no era un silencio incómodo.

— Cuando te ví por primera vez...a Serena Tsukino, no podía creer que eras la princesa de la luna. — Serena levantó la vista un poco para poder mirarle. — Pensé, una niña tan testaruda no puede ser una princesa. Mucho menos Sailor Moon. Aunque la verdad...eso solo deja a notar lo poco que sabía.

— Me gusta hacer las cosas bien...por los que amo.

— Lo sé. Lo aprendí al conocerte bien, asi como Serena Tsukino y como Sailor Moon, no como la princesa. Haces hasta lo imposible por quienes amas, Serena, aunque a veces olvidas hacer las cosas que debes por tí. Pero muchos admiramos eso de ti, nunca tienes un no para quienes te importan.

— Pero siempre termino haciendo las cosas mal. Siempre algo sale mal.

— Son...cosas del destino, ¿sabes? Para formar a la futura reina deben pasar muchas cosas.

— ¿Acaso perder a...mi niña...es parte de eso?

Los ojos de su acompañante que a veces parecian rojos se posaron en ella. Su mirada mostro compasión, pero más alla, compresión. Serena se preguntó si alguna vez habria pasado algo similar a lo que le estaba pasando a ella. Si habia perdido a alguien asi.

— ¿Sabes por qué es un tabú el viaje en el tiempo, más si es al futuro? Puedes llegar a sufrir si piensas que no pasará aquello que viste. — la chica poso la vista en sus pies, y Serena la miró con algo de confusión. — Chibiusa...la pequeña dama, estoy segura de que la tendrán cuando sea tiempo.

— ¿Tú podrías ver si está bien? — la rubia se sentó, mirándola. — Setsuna, tú podrías ver si Chibiusa esta bien, ¿No es así? Y podrías decirnos que pasó...

Setsuna negó suavemente. — No sé qué pasó en realidad, Serena, pero no podría decirte si lo hiciera. Podría cambiar las cosas.

— Pero...— Serena miro el suelo, suspirando.— ¿Y podrías...ver a Chibiusa?

Setsuna la miro nuevamente apenada, y Serena asintió, sabiendo que estaba pidiéndole demasiado. La rubia suspiro, oliendo las flores seguidamente.

— Las chicas...ellas seguro querran verte. Aun afuera esta Ami junto a Mina, quien no llego hace mucho. Lita y Rei fueron a descansar...si deseas, puedo pedirles que entren.

Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora