{capítulo veinticinco}
MICHIRU
Michiru colocó un plató más en la mesa, pasando su vista a la rubia al otro lado. Haruka soltó un bufido, y Setsuna soltó una risa ante aquella escena. Michiru volvió a su lugar, sentándose entre medio de Haruka y Hotaru, quién tenía las mejillas sonrojadas mientras miraba el plato frente a ella.
— Espero que les guste, he pasado algunas horas cocinandolo. Hotaru me ayudo mucho. — dijo Michiru, sonriendo.
— Dime otra vez, niño, ¿cuántos años tienes?— Haruka levantó una ceja en dirección al niño que se encontraba frente a Hotaru.
— Dieciséis. — dijo el rubio, dándole una sonrisa.— los cumplí hace muy poco.
— Hotaru pronto cumplirá catorce. Estamos planeando hacerle una fiesta. — dijo Michiru, sirviéndose de la jarra de agua. — ¿Llegaste a ver a tu hermana, Samuel?
— Puede decirme Sammy. — el rubio le sonrio a Michiru. — Y solo la vi un momento cuando Haruka y Setsuna la llevaron a la casa...ella deseaba pasar tiempo con sus amigas, asi que decidí venir a ver como se encontraban aquí.
— Eso es muy tierno de tu parte. — dijo Setsuna, mirando a Hotaru quién aún estaba en silencio.
— Gracias — Sammy continuó con la comida, logrando que la pelinegra frente a él lo mirara. El rubio le sonrió, y Hotaru hizo lo mismo. — Esta muy buena la comida, señorita Michiru.
Michiru soltó una risa. — Muchas gracias, Sammy.
— No tienes que ser tan formales con ellas, son personas normales. — habló al fin Hotaru.
— Tus padres, debo ganar su aprobación. — dijo Sammy en voz baja, aunque todos en la mesa escucharon. El rubio le guiño un ojo a la chica, quien solo soltó una risa.
— ¿Sabes que te escuchan, verdad?
Sammy sólo río. Michiru se levantó luego de un rato de la mesa.
— Ire a buscar el postre, Haruka, sé linda y ayudame. — dijo la chica mientras caminaba a la cocina. Haruka se levantó, dirigiéndose tras su prometida, no sin antes detenerse frente a Sammy.
— Te estaré vigilando, Tsukino.
Sammy asintió con una sonrisa. No le tenía tanto miedo Haruka por el simple hecho de que ya había visto como se podía comportar, aunque eso no quitaba que tuviese miedo, pues al final, Hotaru era su única hija y pues, él era mayor que ella.
— Quién diría que en nuestra familia hay una debilidad por los Tsukino. — dijo Michiru cuando Haruka entró a la cocina. La rubia levantó las cejas, luego aclarando su garganta.
— ¿Los Tsukino?
— Si, ya sabes...Serena, Sammy...tu, Hotaru...— Michiru le mostró el postre que había preparado con una sonrisa. — ¿Se ve bien?
— Yo no tengo una debilidad por Serena. — Haruka negó, mirando el postre. — sí se ve bien.
— ¿Segura, Tenoh?
Haruka soltó una risa, abrazando a la chica desde atrás. Apoyando la cabeza en su hombro, la miro. — Ella de verdad esta muy triste.
— Debemos ir a visitarla mañana, seguro ya habrá hablado con Chibiusa.— dijo Michiru, mirandola ladeadamente.
Chibiusa había parado en casa de Haruka y Michiru cuando Setsuna y Haruka estaban en casa de Serena. Le pidió que intentara que Setsuna se quedara un poco de tiempo más antes de volver al futuro, asi para darle tiempo a ella y a su hermana, Kousagi, a ver a Serena. Michiru acepto, y luego de contarle a Haruka, la rubia se trajo a la guardiana del tiempo y la convencieron de irse al día siguiente.
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Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]
FanfictionSaga Destino 2 • Terminada ---------- A veces querer algo no significa que lo iras a tener. Podemos querer muchas cosas, pero debemos trabajar por ellas si de verdad queremos tenerlas. Serena Tsukino se esforzó para convertirse en una verdadera guar...