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{capítulo diecisiete}

— ¡Minako Aino, no puedo creerlo!

Serena hizo una mueca al escuchar aquel grito. Nisiquiera habia terminado de subir las escaleras y pudo escucharlo. La rubia miro a Darien, quien la miro haciendo la misma mueca. Habian ido en el auto de Darien hasta el templo Hikawa, y aunque esperaban algo fuera de lo normal, no se esperaban escuchar a Rei gritando en su casa hacia Mina. No era algo normal, pero era demasiado fuera de lo normal.

— Tal vez no es por dejarte en mi casa. — dijo el pelinegro, esperando él mismo que fuese asi. No queria que Mina estuviese en problemas oor el simple capricho del chico de pasar tiempo con Serena aun cuando podrían atacarla.

Ambos caminaron hasta donde provenian los gritos y la gran señal de problema. Serena se asomó, algo asustada y apenada, siendo vista inmediatamente por Rei, quien se giro entorno a la recien llegada.

— Oh, ya llego la señorita. — soltó la pelienegra, haciendo notorio su enojo y haciendo saber a Serena que era justo por lo que ella pensaba. — ¿Me pueden decir por que se les ocurrio tao estupidez? ¡Pudo haberte pasado algo, Serena!

— ¡Pero ella estaba con Darien! — Mina grito desde otro lado. Serena la busco con la mirada, encontrandola tras el otro rubio en la habitación; Jadeite. — Dile Darien, ¡No la he dejado sola!

La cara de Darien se torno roja, pero él asintió. — Rei, Mina dejó a Serena en mi casa. No fue su culpa, le pedí que lo hiciera, y no pudo negarse.

Rei miró al chico, levantando una ceja. — ¿Ella llegó hasta tu apartamento con Serena?

Darien asintió. — Si, Mina la dejo dentro de mi apartamento y se fue media hora luego, cuando estuvo segura de que no le iba a hacer daño. — esto último lo dijo con un tono divertido, haciendo reir a todos menos a Rei, quién posó la vista de Darien a Mina.

— No sé que esta pasando por tu cabeza, Mina, pero debes tomar esto más enserio.

— Tú debes tomarlo menos enserio. — contestó Mina devuelta. — Si algo malo va a pasar, pasará aun si estamos todas las scouts del universo con ella. Yo hice lo que dije, y ella cumplio el estar acompañada mínimo de una persona todo el tiempo. Darien es su prometido, quiere estar con ella, y yo no quiero estar entre ellos.

La guardiana de Venus aun se encontraba trás Jadeite, quien al parecer habia sido la única persona a la que Rei no le había intimidado con sus gritos, como a Lita y a Ami, quiénes se movieron a un lado de todo el problema y permanecian en silencio mientras reian de todo aquello. El rubio solo la habia mirado, y eso habia bastado para que Rei no se le acercara más a Mina, quien uso eso a su ventaja y se colocó trás él.

Rei se mantuvo en silencio, y Serena fue hasta ella para abrazarla. — Es muy lindo que te preocupes por mi, Rei.

La pelinegra suspiro, poniendo los ojos en blanco. — Es mi deber, al final.

— Yo sé que me quieres.— Rei la miró, sonrojandose levemente. — anda, aceptalo. — la pelienegra volvio a poner los ojos en blanco.

— Ya dejame, Serena, me dejas sin aire. — soltó, tratando de apartarla, pero Serena se nego. — no seas tonta.

— ¿Si me quieres? — esta vez Serena hizo ojitos. Las chicas rieron ante la escena que se estaba volviendo tipica de Serena para "bajarle los humos" a Rei.

— Ya, si, dejame. — la pelinegra dio una media sonrisa y Serena la soltó, sonriendo ampliamente. — ahora, Mina, dile a la princesita y a su novio la noticia.

—¿notícia? — preguntó Jadeite, sabiendo que posiblemente él no tenía nada que ver en aquella conversación.

Mina recostó la cabeza en la espalda de Jadeite, haciendo que él chico se colocase más derecho que antes y que Rei levantará una ceja en su dirección. Serena miro a Lita, quien prácticamente le leyó los pensamientos ante la escena.

Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora