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{Capítulo veintiocho}


NOA

Noa se sentó en una silla, mirando el papel que había encontrado en la habitación donde estaba quedandose Eira. Soltó un largo suspiro, sabiendo que aun con esa pequeña información no sabia nada de él. Entonces pensó en sus inicios, en donde comenzó su busqueda por el cristal de plata. Era apenas un niño cuando su mamá comenzó a guardar todas sus pertenencias. Su cabello que antes había sido de un purpura brillante ahora solo era negro, y su ropa era totalmente diferente. Era como la de los seres a los que ella describía en todas sus historias, "ropa común", como le decía ella. Su madre era una mujer muy callada, pero era bastante controladora. Su padre, por otro lado, era un hombre...siniestro. La muerte, más específicamente. Su padre...pues él era el caos de aquella galaxia, aunque eso Noa no lo supo hasta muchísimos años después. Su mamá, por otro lado, era la reina de la luna. Al menos, cuando llegaron a la tierra lo era, pues sus antepasados habían muerto.

Noa la encontró llorando cuando aterrizaron, y no pudo evitar preguntarle cuál era el problema. Ella pensó por unos segundos, y luego le explicó con tranquilidad que había querido conocer su hogar. El hogar de ambos; la luna de su galaxia. Al ver la luna de la tierra, solo pudieron imaginarse como sería estar allí. Noa entonces le preguntó qué pasó alli, y conoció la leyenda de la guerrera que acabo con todo el reino lunar solo por querer traer el bien. Ella murió, pero también destuyo el cristal que mantenía el reino, por lo que viajaron millones de años para llegar a otra galaxia en busca de algo parecido...solo para enterarse que el reino lunar de esta galaxia también había sido destruido.

Ahí empezó la búsqueda de la princesa lunar. Noa tenía catorce años cuando supo de Sailor Moon, y también cuando fue el despertar de la princesa. Vio muchos enemigos ir tras la princesa y a los que ella ama, los vio cometer miles de errores mientras el aprendia con los años. Su única misión era conseguir el cristal y poder darselo a su madre para crear nuevamente su reino...pero sus padres murieron, haciéndolo a él el único heredero de aquel reino. Ahí fue cuando se vió a si mismo del futuro, y cuando se vió fracasar ante Sailor Moon. Ahi comenzo el verdadero plan. Noa comenzó a buscar aliados, gente que pudiesen ayudarlo a conseguir el cristal sin ser descubierto por la princesa o sus guardianas. Necesitaba llevar toda la pelea sin mostrarse, y hacer que enviaran a alguien más a Némesis y asi el podría enrealidad acabar con Sailor Moon y los demás. Él sabia todo; sabía quiénes serían el futuro clan black moon, quienes moririan, como la Neo Reina no podría hacer nada, mucho menos las scouts del futuro. Sabia que podía acabar con todos ellos con un buen plan.

— Noa, Eira ha llegado. — Espinela se asomó en la habitación del castaño, siguiendo las órdenes que él le había dado cuando Eira había salido de la nave en la que ahora estaban. Había trasladado a todos alli, a la nave donde su madre y él habían llegado por primera vez a la tierra hace algunos años.

— Dile que venga a verme. — ordenó, mirando la bola de cristal a un costado de donde se encontraba. Hizo un movimiento con su mano, y en la misma se reflejó Kunzite junto a las gemelas. En ese instante, Eira entró a la habitación.

— ¿Querías...

Eira no terminó de hablar cuando un golpe la llevo hasta el otro lado de la habitación. Sus ojos se abrieron grandemente, dejando notoria la sopresa de aquel golpe. La chica miró al castaño desde el suelo, quién se levantó para mirarla directamente. Sus ojos mostraban ira, aunque su rostro permanecía neutro.

— ¿Sabés que hace esta bola de cristal, Eira? — Noa se acercó a la bola, mostrándosela.

— Te...te enseña lo que deseas ver.— contestó ella, algo atemorizada.

Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora