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{capítulo veintisiete}

NOA

Noa no tardó mucho en volver a la casa después de la cena con Rei. La dejó en su casa, y había notado a uno de los generales allí, esperándola. Le parecía divertido como él ya sabía quienes eran todos ellos, mientras ellos no tenían ni la menor idea de quién era él. Cuando llego a su apartamento, fue directo a dormir, pues al día siguiente debia ir a ver a Kunzite, Eira y Agata. En la mañana, llevo con él a Ametista. Ya era hora de empezar el plan. Al llegar allí, tocó la puerta con fuerza mientras veia en aquella bola de cristal que le había tomado a Beryl. En la misma pudo ver a la guardiana de mercurio, y sonrio ampliamente al saber que al menos ella sería fácil. Eira abrió la puerta, y él sin decir nada, entro a la casa acompañado de Amatista. La última corrió a los brazos de su hermana, abrazándola.

—En unos minutos llegarán los últimos integrantes de nuestro magnífico grupo. — el chico sonrió.— El clan black moon al fin podrá estar completo.

— ¿Últimos integrantes? — Eira miro a Kunzite, quien levantó una ceja con confusión.

— Nunca dijiste que había más gente.— dijo el general, mirando a Noa.

— Claro que no lo dije. Era una sopresa. — Noa se encogió de hombros. — También ya tengo el perfecto plan para ir a conocer a la guardiana de mercurio.

— ¿Y cuál es? — Ágata pregunto con fastidio. Sus manos y la de su gemela estaban entrelazadas. Ambas estaban asustadas, aunque a Ágata no se le notará tanto como a Amatista.

— No te apresures, hermosa, ya veran a sus compañeros. Les he dicho que lleguen hasta aqui en...— el castaño miró el reloj. — dos minutos, si.

Como dijo Noa, en dos minutos hubo un suve toque en la puerta. El chico sonrió, caminando hasta la misma para abrir la puerta con entusiasmo. Todos observaron a seis personas entrar; muchisimo más de lo que ellos esperaban. Noa les ordenó presentarse, y ellos siguieron sus ordenes. Él había estado esperando que estuviesen listos desde que encontró a la princesa, pero sabia muy bien que mantenerlos en secreto hasta la última pelea era lo mejor. No queria arriezgarse a que acabaran con ellos, mucho menos que cambiaran de parecer, asi que había dejado que la oscuridad los consumiera mientras él planeaba todo...y ahora estaban listos para acabar con todos los que se pusieran en su camino, empezando por la princesa de la luna.

— Mi nombre es Carzo. — el chico sonrió de forma superior. Llevaba sus cabellos hasta los hombros de colores, más específicamente los colores de un arcoiris. Tenía una ropa de colores tierra; entre marrón y negro y sus ojos eran de un gris cristalino.

— Espinela, a sus órdenes. — dijo una chica con cabellos rojos y naranja. Sus ojos eran rosa claro, igual que el traje que llevaba puesto, y tenía algunas joyas algo exageradas con una piedra espinela como su nombre, y algunos detalles color plata.

—Granate. — un chico con cabellos vino se presentó. Su ropa era marrón y negra, y llevaba unas pantallas negras en forma triangulo. — y Onix. — presentó a quien estaba a su lado, una chica con cabello azabache tan oscuro como el corto traje que llevana puesto. Su cabello tocaba el suelo, y estaba abrazada a Granate. Sus ojos eran verde intenso, llevaba puesto un collar exgerado de color oro, y unos guantes del mismo color que su ropa, que llegaban hasta sus codos.

Una chica de cabellos hasta las orejas rubios tan claros que casi parecian blancos, habló luego.— Yo soy Perla. — dijo, sonriendo. Llevaba un pantalón blanco largo, pero su camisa era una corta del mismo color. Llevaba unos aretes y unas pulseras de perlas, y sus ojos eran un rosa intenso. Ella era la única que tenía una sonrisa de todos, y quien se veía más pacifica.

Escribiendo el destino [Sailor Moon] [SD2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora