LUCIANO
Loco, Victoria me trae completamente loco.
La tengo constantemente en mis pensamientos; y mucho más allá.
Tener sueños calientes con aquella maldita pelirroja me está pasando factura.
Verla desenvuelta y espontánea en un ambiente casi familiar, moviéndose de un lado a otro por su cocina sin importarle muy poco mi presencia; tan sexy y provocativa para mis ojos a pesar que su atuendo no era el más sugerente, me hace cuestionar mis reglas. Aquellas que solo sirven para una follada de mierda.
No sentimientos. No ilusiones rotas. Y mucho menos, una relación estable con una buena mujer que augure felicidad y minis personitas que compartan nuestra carga genética.
Joder, no me veo desvelándome por cánticos irritables infantiles o, cambiando pañales con mucho más que pis.
Estoy perdiendo la razón. Ya no sé lo que pienso y mucho menos lo que hago. Ella me afecta de una manera inexplicable que me hace cuestionar mis facultades mentales. Normalmente el ser humano tiene un toque de locura pero yo, por su culpa, he sobrepasado los niveles.
Solo es cerrar mis párpados y verla con o sin ropa. Hermosa y deslumbrante. No solo afectando mi homeóestasis sino también la relación de mis "Yo".
Juro por Dio que es verla y desearla de tantas maneras que mis pantalones casi están en huelga. Con decir que no he podido estar con una mujer sin que ella aparezca en el momento menos oportuno.
Ahora sé con creces como se sienten los putos infelices que no superan a sus ex.
¡Dio santo!
Hasta incluso, me veo en un estrado dando una rueda de prensa para aquellas revistas amarillistas toca pelotas exclamando "adiós coños húmedos, bienvenidos cinco vecinos".
Para aclararlo; mi mano rodeando mi polla en el acto de la masturbación.
No sé si a ella le incomoda o no, pero llevo una semana invadiendo su espacio personal con la excusa de saborear los manjares creados por sus manos.
No somos amigos ni nada en absoluto, solo me gusta pasar tiempo con ella.
Disfrutar de tiempo a solas en un lugar íntimo sin sobrepasar límites, me ha dado la oportunidad de conocerla y dejarme conocer cómo realmente soy.
Con ella no soy Luciano el mujeriego, simplemente soy Luciano Balbieri. Un hombre aprendiendo a valorar a las mujeres. No sé si suena algo afeminado, pero estoy sintiendo cosas que no debo por ella.
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Signore Balbieri
Romance"Todo buen cazador alguna vez termina intercambiando el lugar con su presa"