III

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Gabriel daba vueltas en la cama, sin poder conciliar el sueño, la realidad es que hacía tanto calor, que sentía como las sábanas se le pegaban en la piel. Se levantó para tomar una cerveza, las cuáles siempre estaban presentes en su heladera. Abrió una y se tiró en el sillón a escuchar música, empezó a sonar Cerati, ni siquiera sabe por qué lo estaba escuchando, si él no era del rock, o en realidad quizás sí lo sabía, Renato le había hablado del cantante, le dijo que era uno de sus favoritos, y ahora sin alguna razón aparente, él lo estaba escuchando.
«Renato, que hermoso nombre, y que hermoso él también» pensaba, mientras se acababa la bebida, no podía dejar de pensar en él, quería hablarle, e iba a hacerlo.

Gabriel: Hola gallina.
Renato: ¿Qué onda bostero? :)
Gabriel: Nada, tomando una birra, sin poder dormir.
Renato: Hace mucho calor.
Gabriel: Está imposible. ¿Vos qué hacías?
Renato: Escucho música.
Gabriel: ¿Cerati?
Renato: ¿Cómo lo sabías?
Gabriel: No sé, lo supuse. ¿Mañana haces algo?
Renato: Facultad a la mañana, y después nada ¿Por?
Gabriel: Porque quería invitarte a un bar a la noche, a tomar algo.
Renato: Dale, pero no te vayas a enamorar de mi, que tengo novio jaja.
Gabriel: Aunque quisieras, no tendrías chances conmigo, soy heterosexual
Renato: Yo también era heterosexual. Hasta mañana bonito.
Gabriel: Hasta mañana amargo.

Gabriel se recostó de nuevo, por alguna razón estaba sonriendo, pero negaba rotundamente que tenga que ver con Renato ¿Por qué iba a sonreír por hablar unos minutos con un chico? Si el era heterosexual ¿Lo era? Sí, lo era, sin ninguna duda, bueno al menos eso era lo que el creía.

(...)
— Y contame ¿Posta sos heterosexual? — preguntó el castaño, mirándolo a los ojos
— Sí, aunque voy a admitir, despertaste una cierta curiosidad en mi — contestó el rizado
— ¿Sí? ¿Y puedo resolver esa curiosidad que tenes? — dijo Renato, acercándose
— Puede ser — respondió Gabriel
— ¿Te puedo besar? — volvió a preguntar el pequeño, y no hizo falta respuesta de parte del mayor, ya que sus labios estaban juntos, y sus lenguas habían iniciado una guerra entre ellas.

Gabriel se despertó gracias al sonido de la alarma, estaba completamente exaltado, y con la típica erección matutina. Se tocó los labios, sin dejar de pensar en el sueño que acababa de tener — Sí, muy heterosexual tu sueño, Gallicchio — dijo en voz alta.
Se levantó de la cama, y fue directo a la ducha, abrió el agua fría, para lograr bajar a su amigo, que por cierto estaba muy animado. Comenzó a bañarse, y lentamente bajó hasta su miembro. Lo acarició por accidente, no pudo evitar pensar en Renato, pensó en su sueño una y otra vez, en como los labios carnosos, rosados del pequeño atacaban su boca y en como su lengua se movían a ritmo con la suya. En cuestión de unos minutos, acabó sobre su propia mano
«Mierda, estoy jodido» pensó mientras terminaba de bañarse, y sí, así era, estaba completamente jodido por el maldito Renato.

Polos opuestos {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora